El centro porteño sigue tapado de basura

Calidad de vida / Quejas por la falta de higiene
Jueves 26 de mayo de 2011 | Publicado en edición impresa
. Foto LA NACION /
Pablo Tomino
LA NACION
El crítico escenario no cambia: los bolsones de residuos se apilan en las esquinas del centro porteño, mientras la basura desperdigada en el asfalto ya es una fotografía recurrente cada anochecer.
Hace más de una década que los sucesivos gobiernos porteños no logran terminar con la acumulación de suciedad en una zona donde la compra y venta de cartón es parte de un gran negocio. Y donde las políticas de Estado para terminar con la rotura de bolsas en busca del preciado material reciclable no han funcionado con la celeridad que prometieron las autoridades.
Hoy, el centro de la ciudad convive con restos de comida y papeles deparramados y no pocos roedores. Si bien en algunas zonas críticas, como la peatonal Florida, se dispusieron hasta seis recorridos diarios de recolección de residuos, no basta.
Arterias como México, Moreno, 25 de Mayo, Venezuela, Belgrano, Córdoba, la Avenida de Mayo, Cerrito y Perón, entre otras, aparecen cada noche colmadas de basura. Y la recolección, en algunos casos, es tan desprolija que las bolsas de residuos no llegan a depositarse en el camión: se «desarman» en el aire.
Los desperdicios quedan en la calle hasta que por la mañana pasa el barrendero o, como en muchos edificios, es el encargado el que se ocupa de recogerlos.
Durante una recorrida realizada por La Nacion pudo comprobarse que algunos de los puntos más afectados son Belgrano y Tacuarí, Alem y Perón, Tacuarí y Alsina, Belgrano y Diagonal Sur, Carlos Pellegrini y Córdoba, y Arenales y Cerrito. A esa situación se agrega la intensa actividad de compra y venta ilegal de cartón que se realiza en camiones balanza ilegales que ingresan en el distrito cada madrugada para llevarse lo recogido por los cartoneros.
Con esos camiones ingresan los llamados «jornaleros», que son jóvenes a quienes les pagan 35 pesos el día para juntar cartón y cargarlo directamente en ese medio de transporte.
El kilo de papel en general se paga hoy 75 centavos; el papel blanco, 1,20 pesos, y el plástico, 1,10 pesos.
Según las autoridades porteñas, en la actualidad hay unos 1600 cartoneros en la zona del centro que están fuera del programa de recuperadores inscriptos en el gobierno de la ciudad. En los últimos seis meses dos directores generales responsables de la higiene de la ciudad fueron reemplazados, según pudo saberse, por el fracaso de las sucesivas políticas de limpieza.
«La falta de higiene en el centro sigue siendo un tema delicado, pero mejoró bastante en los últimos 60 días. De hecho, ahora se está trabajando en combatir la oferta y demanda de venta de cartón en esa zona. Les estamos pidiendo a las oficinas que retiren el cartón en el horario permitido (de 20 a 21) y que separen los residuos en secos y húmedos. Primero, vamos por las buenas. Si eso no funciona, los multaremos», dijo a La Nacion Fernando Elías, subsecretario de Higiene Urbana de la ciudad.
Según Elías, la ciudad secuestró en los últimos tres meses 14 camiones balanza.
«En la actualidad hay 37 camiones que hacen esta actividad y los estamos corriendo con inspectores propios, en operativos especiales que hacemos cada noche. Si no estuviesen estos camiones, muchos cartoneros del microcentro se irían y otros aceptarían las condiciones que exige la ciudad para trabajar. Pero no es fácil conseguirlo», dijo el subsecretario de Higiene Urbana.
Hace tres semanas el gobierno porteño denunció que más de 80 cartoneros intentaron quemar un patrullero de la Policía Metropolitana en un operativo que llevó adelante la ciudad para secuestrar un camión balanza en Alsina al 500.
Actualmente, son 2000 recuperadores urbanos en la ciudad los que están registrados. Cobran un subsidio de entre 350 y 650 pesos por mes, tienen una credencial, una vestimenta especial y cumplen con una serie de requerimientos, como trabajar sin la compañía de menores y utilizar la indumentaria correspondiente. La ciudad invierte $ 92 millones anuales en ese programa.
Los vecinos, molestos
En San Telmo, un barrio lindero al centro, las quejas vecinales se multiplican por la suciedad que presentan muchas de sus calles.
«Esta es una historia de nunca acabar, porque las autoridades prometen limpiar las calles pero nunca cumplen. Si no, mirá la mugre que hay acá», dijo Ester Mancione, que vive sobre la calle Estados Unidos al 300.
La basura desparramada es, también, un caldo de cultivo para los roedores. Y un foco infeccioso para los transeúntes. En la esquina de Lavalle y Bouchard, por ejemplo, se los suele ver cada día apenas baja el sol, como ocurre, además, en muchas zonas de obras donde las desinfecciones escasean.

Acerca de Nicolás Tereschuk (Escriba)

"Escriba" es Nicolás Tereschuk. Politólogo (UBA), Maestría en Sociologìa Económica (IDAES-UNSAM). Me interesa la política y la forma en que la política moldea lo económico (¿o era al revés?).

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