Relevamiento del gobierno porteño
Jueves 02 de junio de 2011 | Publicado en edición impresa
José Crettaz
LA NACION
Aunque algunos hablan como si hubiese dejado de existir, la industria de la música en la Argentina no murió. Es más, resucitó en 2009 y facturó más de 1223 millones de pesos, un 86,5% más que en 2005. En la Capital Federal, donde está radicado el 50% de la industria, ese salto fue todavía mayor, del 100%. Estos datos se desprenden del estudio La industria de la música de la ciudad de Buenos Aires. Cambios y perspectivas del sector en la era digital , realizado por el Observatorio de Industrias Creativas (OIC), del Ministerio de Desarrollo Económico porteño.
«El crecimiento es sostenido por la venta de entradas a los shows musicales, que permite compensar la franca caída en la venta de discos que se evidencia desde 2007, y el escaso desarrollo del mercado digital legal. Entre 2005 y 2009 el «vivo» multiplica sus ingresos tres veces en el total del país y cuatro veces en la ciudad de Buenos Aires (en 2009 facturó $ 272 millones en el ámbito porteño). La venta de fonogramas en formato físico representaba más de la mitad de los ingresos de la industria en 2005 y cuatro años después es sólo una cuarta parte del total, en tanto que los provenientes de la música en vivo duplican su participación del 24% a casi el 50% del total», confirmó el estudio una percepción generalizada de la industria.
En el total del país, los mayores ingresos del sector fueron la venta de entradas a recitales y festivales, con $ 695,3 millones recaudados, seguida por la venta de 13,5 millones de discos y casetes, lo que representó $ 333,4 millones, y las ganancias obtenidas por la radiodifusión y por las autorizaciones especiales para uso en publicidad, que alcanzó los $ 171,7 millones, sobre todo por la creciente demanda de la televisión. Todos estos datos corresponden a 2009, último año analizado.
Para esta investigación, el OIC entrevistó a 500 empresas que trabajan en diez actividades del sector: editoras y sellos discográficos, disquerías, duplicadoras, distribuidoras, estudios de grabación, salas de ensayo, venta de instrumentos musicales, espacios de música en vivo, servicios de producción y portales digitales. En todos estos eslabones de la cadena de la música existen al menos 273 empresas y éstas emplean un total de 2370 personas en el ámbito porteño. El 51% del empleo todavía se concentra en el subsector discográfico y el 40% está en la música en vivo.
«Los resultados de este trabajo pueden verse de manera optimista o pesimista. Por un lado, confirma que el soporte físico está muerto. Pero, por otro lado, muestra que los actores de la industria, tal vez porque fueron los primeros en recibir el cimbronazo tecnológico y del intercambio de archivos en Internet, podrían ser los primeros en adaptarse a la nueva realidad», analizó Enrique Avogadro, director de Industrias Creativas y Comercio Exterior del gobierno de la ciudad.
En ese grupo, Avogadro mencionó a la banda indie Bicicletas, que se difundió mediante un videojuego básico para usuarios de Facebook; el Club del Disco, cuyo valor agregado está en la selección y curación del material, y el fenómeno de las salas de música en vivo en la ciudad, entre las que destacan Café Vinilo, Velma Café o el Galpón de la Fernández Fierro (orquesta típica). «No hace falta llenar estadios, hay público para todos», insistió Avogadro. Todo eso sin contar la oportunidad que abren las aplicaciones para dispositivos móviles y para redes sociales.
El documento del OIC concluyó que «el segmento discográfico enfrenta el desafío de diversificar sus modelos de negocios. En el terreno de lo digital, los actores locales de la industria parecen depender, en gran medida, de las decisiones que puedan tomar los actores globales, quedando subordinados a encontrar la manera de incorporarse a esos procesos predefinidos».
$ 695,3 millones
Es lo que facturó el subsector de la música en vivo (espacios y productoras).
$ 333,4 millones
Fue lo recaudado por la venta de 13,5 millones de unidades en soporte físico (90% de los cuales son CD).
Jueves 02 de junio de 2011 | Publicado en edición impresa
José Crettaz
LA NACION
Aunque algunos hablan como si hubiese dejado de existir, la industria de la música en la Argentina no murió. Es más, resucitó en 2009 y facturó más de 1223 millones de pesos, un 86,5% más que en 2005. En la Capital Federal, donde está radicado el 50% de la industria, ese salto fue todavía mayor, del 100%. Estos datos se desprenden del estudio La industria de la música de la ciudad de Buenos Aires. Cambios y perspectivas del sector en la era digital , realizado por el Observatorio de Industrias Creativas (OIC), del Ministerio de Desarrollo Económico porteño.
«El crecimiento es sostenido por la venta de entradas a los shows musicales, que permite compensar la franca caída en la venta de discos que se evidencia desde 2007, y el escaso desarrollo del mercado digital legal. Entre 2005 y 2009 el «vivo» multiplica sus ingresos tres veces en el total del país y cuatro veces en la ciudad de Buenos Aires (en 2009 facturó $ 272 millones en el ámbito porteño). La venta de fonogramas en formato físico representaba más de la mitad de los ingresos de la industria en 2005 y cuatro años después es sólo una cuarta parte del total, en tanto que los provenientes de la música en vivo duplican su participación del 24% a casi el 50% del total», confirmó el estudio una percepción generalizada de la industria.
En el total del país, los mayores ingresos del sector fueron la venta de entradas a recitales y festivales, con $ 695,3 millones recaudados, seguida por la venta de 13,5 millones de discos y casetes, lo que representó $ 333,4 millones, y las ganancias obtenidas por la radiodifusión y por las autorizaciones especiales para uso en publicidad, que alcanzó los $ 171,7 millones, sobre todo por la creciente demanda de la televisión. Todos estos datos corresponden a 2009, último año analizado.
Para esta investigación, el OIC entrevistó a 500 empresas que trabajan en diez actividades del sector: editoras y sellos discográficos, disquerías, duplicadoras, distribuidoras, estudios de grabación, salas de ensayo, venta de instrumentos musicales, espacios de música en vivo, servicios de producción y portales digitales. En todos estos eslabones de la cadena de la música existen al menos 273 empresas y éstas emplean un total de 2370 personas en el ámbito porteño. El 51% del empleo todavía se concentra en el subsector discográfico y el 40% está en la música en vivo.
«Los resultados de este trabajo pueden verse de manera optimista o pesimista. Por un lado, confirma que el soporte físico está muerto. Pero, por otro lado, muestra que los actores de la industria, tal vez porque fueron los primeros en recibir el cimbronazo tecnológico y del intercambio de archivos en Internet, podrían ser los primeros en adaptarse a la nueva realidad», analizó Enrique Avogadro, director de Industrias Creativas y Comercio Exterior del gobierno de la ciudad.
En ese grupo, Avogadro mencionó a la banda indie Bicicletas, que se difundió mediante un videojuego básico para usuarios de Facebook; el Club del Disco, cuyo valor agregado está en la selección y curación del material, y el fenómeno de las salas de música en vivo en la ciudad, entre las que destacan Café Vinilo, Velma Café o el Galpón de la Fernández Fierro (orquesta típica). «No hace falta llenar estadios, hay público para todos», insistió Avogadro. Todo eso sin contar la oportunidad que abren las aplicaciones para dispositivos móviles y para redes sociales.
El documento del OIC concluyó que «el segmento discográfico enfrenta el desafío de diversificar sus modelos de negocios. En el terreno de lo digital, los actores locales de la industria parecen depender, en gran medida, de las decisiones que puedan tomar los actores globales, quedando subordinados a encontrar la manera de incorporarse a esos procesos predefinidos».
$ 695,3 millones
Es lo que facturó el subsector de la música en vivo (espacios y productoras).
$ 333,4 millones
Fue lo recaudado por la venta de 13,5 millones de unidades en soporte físico (90% de los cuales son CD).
