Hace apenas cinco días, en la celebración del Día del Periodista, Norma Morandini recibía el premio “Pluma de Honor” que entrega la Academia Nacional de Periodismo. La periodista y senadora dice que nunca imaginó que el galardón pudiera pasar tan rápido a segundo plano. El viernes a la noche, el gobernador de Santa Fe, Hermes Binner, la llamó al celular y le ofreció ser su candidata a vicepresidenta. “Todavía estoy conmocionada y sorprendida. Pero era muy difícil decirle que no”, admitió a Clarín .
¿Cuál será el eje de campaña? En un país en el que se construye con ira, el gran desafío es restituir la esperanza. Mi generación se inmoló para que los argentinos entendamos lo que significa vivir en democracia. Ahora debemos anunciar qué son los derechos humanos y hacer una Argentina democrática con el mejor ejemplo que nos viene de Santa Fe.
¿Hay tiempo para la instalación del proyecto Binner Presidente? Estoy convencida de que Hermes puede ser la bisagra que nos separe de 50 años de autoritarismo, algo que los argentinos tenemos en el ADN. Puede ser una bisagra en un momento de tensión porque este Gobierno no ha sido la excepción: tiene una concepción de poder no democrático, que se está explicitando todo el tiempo. No podemos vivir en la ilegalidad democrática. La Constitución no puede ser un traje a medida. Hay un gran atraso de la cultura política. Binner aportará racionalidad democrática. Por eso siento una gran responsabilidad de que me hayan elegido como su compañera.
La autora de “La Oscuridad como marca”, que nació en Córdoba en 1948, se inició en el periodismo en los años de la dictadura, en España, donde arribó con el sello de exiliada luego de la desaparición de dos hermanos, que –dice Morandini– “curiosamente se llamaban Néstor y Cristina”. Regresó en democracia y cubrió el Juicio a las Juntas Militares para el diario O Globo de Brasil.
A la política llegó de grande, en 2005, de la mano del cordobés Luis Juez, hoy pieza clave del armado que propone a Binner como presidente. Fue diputada cuatro años y luego asumió como senadora. “Siempre me ofrecieron que fuera candidata por la Ciudad de Buenos Aires y yo me negaba a dar el salto a la política, pero fue Juez el que me convenció y acepté porque era en representación de mi provincia”, afirma.
¿Cuál será el eje de campaña? En un país en el que se construye con ira, el gran desafío es restituir la esperanza. Mi generación se inmoló para que los argentinos entendamos lo que significa vivir en democracia. Ahora debemos anunciar qué son los derechos humanos y hacer una Argentina democrática con el mejor ejemplo que nos viene de Santa Fe.
¿Hay tiempo para la instalación del proyecto Binner Presidente? Estoy convencida de que Hermes puede ser la bisagra que nos separe de 50 años de autoritarismo, algo que los argentinos tenemos en el ADN. Puede ser una bisagra en un momento de tensión porque este Gobierno no ha sido la excepción: tiene una concepción de poder no democrático, que se está explicitando todo el tiempo. No podemos vivir en la ilegalidad democrática. La Constitución no puede ser un traje a medida. Hay un gran atraso de la cultura política. Binner aportará racionalidad democrática. Por eso siento una gran responsabilidad de que me hayan elegido como su compañera.
La autora de “La Oscuridad como marca”, que nació en Córdoba en 1948, se inició en el periodismo en los años de la dictadura, en España, donde arribó con el sello de exiliada luego de la desaparición de dos hermanos, que –dice Morandini– “curiosamente se llamaban Néstor y Cristina”. Regresó en democracia y cubrió el Juicio a las Juntas Militares para el diario O Globo de Brasil.
A la política llegó de grande, en 2005, de la mano del cordobés Luis Juez, hoy pieza clave del armado que propone a Binner como presidente. Fue diputada cuatro años y luego asumió como senadora. “Siempre me ofrecieron que fuera candidata por la Ciudad de Buenos Aires y yo me negaba a dar el salto a la política, pero fue Juez el que me convenció y acepté porque era en representación de mi provincia”, afirma.
Otra frase para la antología de los republicanos:»ilegalidad democrática», que puede sumarse a lade Botana»el peronismo genera mayorías sin consenso» o a la de Maristella Svampa»el populismo tiene un plus de leitimación». Tretas, despropósitos para argumentar en contra del movimiento popular.Estos repúblicos parecen creer que la Argentina es una gran confitería, en cuyas mesas algunos se sientan a tomar el te con masas y a proferir esas frases, tan vacías como las de las mayorías que ellos desprecian y excluyen.Cuando de pronto surge alguien que toma medidas eficaces en favor de los sectores populares, los de la confitería gritan: autoritario, antirepublicano y swmás boludeces. Y esta mina es senadora…
pobre mujer. las cosas en las que incurren los opositores son tremendas. no entiendo por qué razón para pararse por fuera del FPV es necesario decir tantas gansadas. ilegalidad democrática? qué ilegalidad? mamadera…
Primero es importante recalcar y reconocer cuál es el origen de la nota. Obviamente es Clarín, que arma los títulos de acuerdo a sus intereses, y quienes estamos en la vereda del frente al grupo económico de medios reconocemos cuando un título es totalmente malintencionado.
En segundo lugar, la señora Morandini jamás dijo eso que se menciona y mucho menos con esas palabras. Los que estuvimos en el Bauen, oímos claramente cuáles fueron los términos que la senadora utilizó.
En tercer lugar, me gustaría remarcar la extraña actitud que algunos partidarios oficialistas adoptan cuando se plantean cuestiones con fundamentos. Cuando se adopta un perfil crítico, pero no por la crítica misma, sino como esencia de la riqueza y diversidad de opiniones que significa vivir en Democracia. Esa postura que no acepta las diferencias es igual de reprochable que la línea editorial de Clarín o de La Nación. Esa absurda necesidad de la des-calificación permanente, de la agresión intolerante, del etiquetado en los clásicos rótulos de «Gorila» o «Golpista», del «vende-patria» o «traidor», desenmascara un claro resentimiento y rememora una bandera tejida durante muchos años en nuestros país. ¿Por qué caer tan fácilmente en dicotomías inspiradas en el amigo-enemigo? ¿Por qué destilar rencor y prejuicios contra todo lo que es diferente u opuesto a la propia opinión?
Con ésto no hago una defensa de todo el arco opositor. Hay quienes se merecen los calificativos arriba expresados y muchos otros; pero me parece que hay que saber distinguir en los matices las posturas diferentes. No todos somos vendepatria!
Si la Sra. Morandini no dijo eso sería bueno que ella lo aclarara.Yo jamás hubiera ido al Bauen a escucharla, leí lo que dijo en un diario (para eso están los diarios). En cuanto a tus buenos sentimientos,Andrés Fernández, la primera descalificación proviene de esta Sra., que cree morar en una cima moral y descalificar al pueblo argentino y al gobierno.Tener una conducta de gorila y enojarse porque una los llama por su nombre me parece lamentable. Por último:ninún rencor ni resentimiento, esperamos esperanzados las elecciones de octubre.
Ilegal es lo que a ellos no les gusta.