El titular de la CGT aseguró que se quedará en la central sindical al menos hasta que termine su mandato. Y que recién se definirá su sucesor el año que viene
En un doble movimiento que buscó con sutilezas despejar dudas con respecto a su futuro gremial y político, el secretario general de la CGT, Hugo Moyano, aseguró que terminará su mandato al frente de la central sindical vence en julio del año que viene y que no se considera un hombre de la política.
Fue en el marco de una charla que realizó en la Universidad del Salvador por invitación del Sindicato de Empleados de Universidades Privadas, a cargo de Guillermo Marconi, y del Centro de Graduados de Ciencias Jurídicas.
Moyano habló casi sin pausa durante más de una hora y media y respondió todas y cada una de las preguntas que le llegaron desde el auditorio, compuesto por estudiantes de comunicación, gremialistas y periodistas. Sin rodeos, aseguró que su continuidad al frente de la CGT se definirá recién en 2012. El mandato termina el año que viene. Todos cumplimos un ciclo, lo importante es darse cuenta. Y hay algunos que dicen que mi ciclo está terminado pero no piensan en qué les pasa a ellos, enfatizó.
Fue una respuesta a la ofensiva para desplazar a Moyano que se gesta en el interior del movimiento gremial. Hace tiempo que los denominados gordos y el barrionuevismo promueven su desplazamiento, pero en los últimos tiempos se sumaron otros gremios importantes, como la UOM, la Fraternidad y Smata.
Tanto en despachos públicos como en ámbitos empresarios e incluso en el gremialismo mencionan a Gerardo Martínez, el secretario general del gremio de la Construcción, como el elegido a sucederlo. Moyano negó categóricamente ayer esa posibilidad.
La semana pasada me llamó Gerardo (Martínez) desde Ginebra (es el secretario de relaciones internacionales de la CGT y referente en la Organización Internacional del Trabajo). El me dijo que no va a hacer candidato, aseguró el líder camionero. Y aseguró con respecto a su futuro que cuando termine el mandato nos juntaremos. Cuando llegue el momento se decidirá.
En paralelo, el titular de la CGT aseguró que no soy un hombre político; soy un dirigente gremial. No me sentía cómodo como legislador (de la provincia de Buenos Aires, a finales de los 80). No me interesa ser legislador, con la intención de disipar cualquier participación directa.
Moyano se negó a dar precisión con respecto a la composición gremial que tendrán las listas de candidatos a cargos públicos que presentará el Frente Para la Victoria. Sólo se limitó a decir que esperaba una representación adecuada de los trabajadores, y en algún momento se le escapó que estaba conforme.
También deslizó que sus hijos no estarán presentes en las boletas. A Pablo (el mayor) no le interesa la política y dice que los políticos son todos unos chantas. En cuanto a Facundo, yo no voy a hacer nada por él, ni por otro candidato.
Un grupo de periodistas quiso más tarde pedirle precisiones con respecto a esos temas, pero hizo una ronda muy selectiva: atendió sólo a los medios de comunicación afines y rechazó el diálogo con los restantes.
Moyano también confirmó a la presidenta Cristina Fernández como la candidata que apoyaría el sector trabajador en caso de que confirme su presentación a elecciones, si bien aclaró que la CGT deberá convivir con cualquier candidato que sea ganador y que si bien Cristina es fuerte por naturaleza, con Néstor la relación era otra.
En un doble movimiento que buscó con sutilezas despejar dudas con respecto a su futuro gremial y político, el secretario general de la CGT, Hugo Moyano, aseguró que terminará su mandato al frente de la central sindical vence en julio del año que viene y que no se considera un hombre de la política.
Fue en el marco de una charla que realizó en la Universidad del Salvador por invitación del Sindicato de Empleados de Universidades Privadas, a cargo de Guillermo Marconi, y del Centro de Graduados de Ciencias Jurídicas.
Moyano habló casi sin pausa durante más de una hora y media y respondió todas y cada una de las preguntas que le llegaron desde el auditorio, compuesto por estudiantes de comunicación, gremialistas y periodistas. Sin rodeos, aseguró que su continuidad al frente de la CGT se definirá recién en 2012. El mandato termina el año que viene. Todos cumplimos un ciclo, lo importante es darse cuenta. Y hay algunos que dicen que mi ciclo está terminado pero no piensan en qué les pasa a ellos, enfatizó.
Fue una respuesta a la ofensiva para desplazar a Moyano que se gesta en el interior del movimiento gremial. Hace tiempo que los denominados gordos y el barrionuevismo promueven su desplazamiento, pero en los últimos tiempos se sumaron otros gremios importantes, como la UOM, la Fraternidad y Smata.
Tanto en despachos públicos como en ámbitos empresarios e incluso en el gremialismo mencionan a Gerardo Martínez, el secretario general del gremio de la Construcción, como el elegido a sucederlo. Moyano negó categóricamente ayer esa posibilidad.
La semana pasada me llamó Gerardo (Martínez) desde Ginebra (es el secretario de relaciones internacionales de la CGT y referente en la Organización Internacional del Trabajo). El me dijo que no va a hacer candidato, aseguró el líder camionero. Y aseguró con respecto a su futuro que cuando termine el mandato nos juntaremos. Cuando llegue el momento se decidirá.
En paralelo, el titular de la CGT aseguró que no soy un hombre político; soy un dirigente gremial. No me sentía cómodo como legislador (de la provincia de Buenos Aires, a finales de los 80). No me interesa ser legislador, con la intención de disipar cualquier participación directa.
Moyano se negó a dar precisión con respecto a la composición gremial que tendrán las listas de candidatos a cargos públicos que presentará el Frente Para la Victoria. Sólo se limitó a decir que esperaba una representación adecuada de los trabajadores, y en algún momento se le escapó que estaba conforme.
También deslizó que sus hijos no estarán presentes en las boletas. A Pablo (el mayor) no le interesa la política y dice que los políticos son todos unos chantas. En cuanto a Facundo, yo no voy a hacer nada por él, ni por otro candidato.
Un grupo de periodistas quiso más tarde pedirle precisiones con respecto a esos temas, pero hizo una ronda muy selectiva: atendió sólo a los medios de comunicación afines y rechazó el diálogo con los restantes.
Moyano también confirmó a la presidenta Cristina Fernández como la candidata que apoyaría el sector trabajador en caso de que confirme su presentación a elecciones, si bien aclaró que la CGT deberá convivir con cualquier candidato que sea ganador y que si bien Cristina es fuerte por naturaleza, con Néstor la relación era otra.