Martes 21 de junio de 2011 | 01:01 (actualizado a las 10:45)
Continuar o deshacer; avanzar o descartar; asentir o rechazar. Dilemas tan equivalentes al ser o no ser se dirimen hoy en el escenario político porteño. A 19 días de que la Capital decida quiénes serán sus conductores, el mundillo de la política porteña se plantea una diversidad de cuestionamientos sobre la actual gestión de Mauricio Macri.
Rechazos a la Policía Metropolitana, a la construcción de ciclovías, a las medidas de tránsito… están bajo la lupa en la antesala de una contienda electoral que promete ser reñida. Polémicas que, en definitiva, conducen a una gran incógnita: ¿Qué hará la oposición si asume el mando de la ciudad con cinco medidas muy discutidas que fueron adoptadas como marca por la administración macrista?
Una arbitraria lista de iniciativas y obras, entre otras tantas, se pondrán en juego el 10 de julio venidero. Algunas de ellas que implicaron millonarias erogaciones para el gobierno (y el vecino), como la creación de la fuerza de seguridad porteña, el Metrobús y la red exclusiva para bicicletas. Y otras menos onerosas, como la disposición de la doble mano en algunas avenidas tradicionales (Pueyrredón y Santa Fe), y las playas de verano en Parque Roca y la Costanera, vestidas de amarillo y con un sello bien macrista.
El votante porteño se interesará en saber, entonces, qué ocurrirá con tal o cual medida que hace a su vida cotidiana si tal o cual candidato gana y asume el sillón que Macri también intentará retener. Pues bien: esa inquietud se le trasladó a cada uno de los aspirantes al sillón de Bolívar 1. Y el primer punto es la Policía Metropolitana. Allí hubo coincidencias: todos los opositores la cuestionaron, pero… ninguno la disolvería. Mientras Daniel Filmus, cabeza de la lista kirchnerista, dice que apuesta a esa fuerza de seguridad con un comisionado civil como garante administrativo, y con él como jefe, Pino Solanas, líder de Proyecto Sur, apoya la idea de unificarla con la Federal.
Policía MetropolitanaFoto: Archivo
El ex jefe de gobierno porteño Jorge Telerman (Frente Progresista por Buenos Aires) dice que a la Metropolitana la transformaría en una policía del espacio público para evitar piquetes, mientras que Ricardo López Murphy (Convergencia Federal) sostiene que esta fuerza necesita una «replanificación y ejecución». La paradoja: mucha resistencia a la horas de las palabras, pero la policía porteña seguirá.
No correrían la misma suerte las ciclovías, por ejemplo, pues no hay consenso para mantenerlas. Telerman y el ex árbitro Javier Cartrilli (Acción Ciudadana), por caso, quitarían muchas de ellas por «entorpecer el tránsito en calles angostas». Filmus, rediagramaría algunos tramos, al igual que la candidata radical Silvana Giudici. María Eugenia Estenssoro (Coalición Cívica), cree que fueron «mal implementadas», ya que se recortaron «un tercio de las calles cuando hay 300.000 autos más». López Murphy, en cambio, sostiene que las mantendría, pero con controles «serios» para que los autos no estacionen sobre ella.
¿Y el Metrobús? También está en la mira de la oposición. Telerman propone la vuelta del tranvía. ¿De qué se trata? Apuesta a un sistema de buses rápidos, eléctricos y angostos, que andarían sobre rieles, tanto en la avenida Juan B. Justo como en otras arterias como Córdoba, Independencia, Del Libertador y Callao. Castrilli, en cambio, promete hacer un estudio de impacto ambiental y luego resolvería si sigue o no. Filmus lo sacaría. Y López Murphy asegura que la tecnología utilizada en el Metrobús fue anacrónica. «Debió haber sido construido con los motores de última generación, en lugar de motores a combustión contaminantes del medio ambiente», vocifera.
En el debate sobre la doble mano en avenidas como Santa Fe y Pueyrredón, las aguas se dividen. Mientras el silencio invade a Filmus y a Pino Solanas, López Murphy cuenta que las mantendría tal cual están si un estudio determina fehacientemente que mejoran la circulación, tanto del transporte público como de los vehículos particulares. Y cuando Castrilli dice que las «eliminaría» para que vuelvan a ser «mano única», Telerman sostiene que esa medida es como el puré: no hace ni bien ni mal.
La última inquietud del votante se posiciona en las playas de verano, visitadas por el porteño, y maquilladas con el marketing amarillo. Y vaya sorpresa: parece que tienen el visto bueno de la mayoría de la oposición. Para López Murphy y Castrilli, continuarán existiendo, al igual que para Telerman, aunque las aprueba con algunos condicionamientos: las reestrenaría «con menos arena y más libros». Filmus, en cambio, tiró la pelota afuera: «Las comunas resolverían su continuidad», dijo. Y Pino Solanas no tuvo ganas de responder. Puede no le guste y no se anime a decir que «no» o bien no sabe aún de qué color pintaría las sombrillas. De una u otra manera, algo queda claro: la estrategia política en tiempo de campaña parece hacer más ruido que la marcha real del motor de una gestión.
En Twitter: @prtomino
Continuar o deshacer; avanzar o descartar; asentir o rechazar. Dilemas tan equivalentes al ser o no ser se dirimen hoy en el escenario político porteño. A 19 días de que la Capital decida quiénes serán sus conductores, el mundillo de la política porteña se plantea una diversidad de cuestionamientos sobre la actual gestión de Mauricio Macri.
Rechazos a la Policía Metropolitana, a la construcción de ciclovías, a las medidas de tránsito… están bajo la lupa en la antesala de una contienda electoral que promete ser reñida. Polémicas que, en definitiva, conducen a una gran incógnita: ¿Qué hará la oposición si asume el mando de la ciudad con cinco medidas muy discutidas que fueron adoptadas como marca por la administración macrista?
Una arbitraria lista de iniciativas y obras, entre otras tantas, se pondrán en juego el 10 de julio venidero. Algunas de ellas que implicaron millonarias erogaciones para el gobierno (y el vecino), como la creación de la fuerza de seguridad porteña, el Metrobús y la red exclusiva para bicicletas. Y otras menos onerosas, como la disposición de la doble mano en algunas avenidas tradicionales (Pueyrredón y Santa Fe), y las playas de verano en Parque Roca y la Costanera, vestidas de amarillo y con un sello bien macrista.
El votante porteño se interesará en saber, entonces, qué ocurrirá con tal o cual medida que hace a su vida cotidiana si tal o cual candidato gana y asume el sillón que Macri también intentará retener. Pues bien: esa inquietud se le trasladó a cada uno de los aspirantes al sillón de Bolívar 1. Y el primer punto es la Policía Metropolitana. Allí hubo coincidencias: todos los opositores la cuestionaron, pero… ninguno la disolvería. Mientras Daniel Filmus, cabeza de la lista kirchnerista, dice que apuesta a esa fuerza de seguridad con un comisionado civil como garante administrativo, y con él como jefe, Pino Solanas, líder de Proyecto Sur, apoya la idea de unificarla con la Federal.
Policía MetropolitanaFoto: Archivo
El ex jefe de gobierno porteño Jorge Telerman (Frente Progresista por Buenos Aires) dice que a la Metropolitana la transformaría en una policía del espacio público para evitar piquetes, mientras que Ricardo López Murphy (Convergencia Federal) sostiene que esta fuerza necesita una «replanificación y ejecución». La paradoja: mucha resistencia a la horas de las palabras, pero la policía porteña seguirá.
No correrían la misma suerte las ciclovías, por ejemplo, pues no hay consenso para mantenerlas. Telerman y el ex árbitro Javier Cartrilli (Acción Ciudadana), por caso, quitarían muchas de ellas por «entorpecer el tránsito en calles angostas». Filmus, rediagramaría algunos tramos, al igual que la candidata radical Silvana Giudici. María Eugenia Estenssoro (Coalición Cívica), cree que fueron «mal implementadas», ya que se recortaron «un tercio de las calles cuando hay 300.000 autos más». López Murphy, en cambio, sostiene que las mantendría, pero con controles «serios» para que los autos no estacionen sobre ella.
¿Y el Metrobús? También está en la mira de la oposición. Telerman propone la vuelta del tranvía. ¿De qué se trata? Apuesta a un sistema de buses rápidos, eléctricos y angostos, que andarían sobre rieles, tanto en la avenida Juan B. Justo como en otras arterias como Córdoba, Independencia, Del Libertador y Callao. Castrilli, en cambio, promete hacer un estudio de impacto ambiental y luego resolvería si sigue o no. Filmus lo sacaría. Y López Murphy asegura que la tecnología utilizada en el Metrobús fue anacrónica. «Debió haber sido construido con los motores de última generación, en lugar de motores a combustión contaminantes del medio ambiente», vocifera.
En el debate sobre la doble mano en avenidas como Santa Fe y Pueyrredón, las aguas se dividen. Mientras el silencio invade a Filmus y a Pino Solanas, López Murphy cuenta que las mantendría tal cual están si un estudio determina fehacientemente que mejoran la circulación, tanto del transporte público como de los vehículos particulares. Y cuando Castrilli dice que las «eliminaría» para que vuelvan a ser «mano única», Telerman sostiene que esa medida es como el puré: no hace ni bien ni mal.
La última inquietud del votante se posiciona en las playas de verano, visitadas por el porteño, y maquilladas con el marketing amarillo. Y vaya sorpresa: parece que tienen el visto bueno de la mayoría de la oposición. Para López Murphy y Castrilli, continuarán existiendo, al igual que para Telerman, aunque las aprueba con algunos condicionamientos: las reestrenaría «con menos arena y más libros». Filmus, en cambio, tiró la pelota afuera: «Las comunas resolverían su continuidad», dijo. Y Pino Solanas no tuvo ganas de responder. Puede no le guste y no se anime a decir que «no» o bien no sabe aún de qué color pintaría las sombrillas. De una u otra manera, algo queda claro: la estrategia política en tiempo de campaña parece hacer más ruido que la marcha real del motor de una gestión.
En Twitter: @prtomino