Zelaya denunció que no se respeta el acuerdo para su retorno a Honduras

El depuesto presidente hondureño Manuel Zelaya encabezó una protesta en Tegucigalpa contra la decisión de las autoridades de dictar arresto domiciliario a uno de sus colaboradores bajo cargos de corrupción, en una medida que considera violatoria del Acuerdo de Cartagena que permitió el regreso de Honduras a la Organización de los Estados Americanos (OEA) y la vuelta del propio ex mandatario a su país.
Acompañado de centenares de seguidores, Zelaya llegó hasta el tribunal, y dijo: “Estoy aquí para demandar justicia, porque no es justo que se persiga a los afectados por el golpe de Estado (de junio de 2009), mientras se protege a los golpistas.”
“Se ha iniciado una persecución contra los opositores y se irrespetó el Acuerdo de Cartagena. Y no habrá reconciliación en Honduras mientras no haya equidad para todos”, enfatizó el ex gobernante.
El ex ministro de la Presidencia de Zelaya, Enrique Flores Lanza, había sido convocado a una audiencia dentro del proceso que se le sigue por supuestamente haber malversado unos 5 millones de dólares durante su gestión. Sin embargo, el encuentro fue suspendido después de que la fiscalía recusó a la jueza a cargo, María Dolores López, aduciendo que ya había sobreseído a ex funcionarios de Zelaya acusados de malversación de fondos.
El miércoles un juez dispuso el arresto domiciliario de Flores y lo instó a pagar una fianza de 1,4 millones de dólares (ver aparte). Zelaya, que encabezó por primera vez una manifestación del FNRP en su calidad de coordinador general, subrayó que su colaborador, amparado en el Acuerdo de Cartagena, se presentó voluntariamente a los tribunales de justicia y “lo capturan como si estuviera huyendo, además de imponerle el pago de una fianza exagerada, es una persona de clase media que con sus ahorros apenas ha podido comprar una casa”, afirmó.
Señaló que el presidente Lobo fue el más interesado en firmar el Acuerdo de Cartagena, denominado Acuerdo para la Reconciliación Nacional en Honduras, y que “a mí no me cabe duda que actuó de buena fe, pero esa buena fe está siendo vulnerada y violada, cuando lo que hay es persecución para los golpeados y protección para los que golpearon”.
El subcoordinador del FNRP, Juan Barahona, dijo a su turno que entre los miembros de la resistencia hay el temor de que el próximo enjuiciado será Zelaya, porque los golpistas no respetan el acuerdo firmado por Lobo, a quien acusan de seguir ahora los pasos del ex gobernante derrocado.
Indicó que los magistrados de la Corte Suprema de Justicia y las autoridades del Ministerio Público, que apoyaron el golpe contra Zelaya, continúan en sus cargos y que ningún golpista ha sido enjuiciado.
La manifestación, en la que participaron centenares de miembros del FNRP, se inició en la sede del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Bebidas y Similares (Stibys), al lado del bulevar Fuerzas Armadas, sur de la capital, de donde partió hacia los juzgados de lo Penal, en el barrio La Granja.<
Ansa y AP

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