Está dispuesto a negociar el ingreso del resistido Axel Kicillof y reconocerle a la ANSeS sus derechos políticos. Pero quiere que las decisiones sean consensuadas
El Gobierno y Techint, el holding industrial más grande del país, pusieron definitivamente en marcha el plan para acercar posiciones y dejar de lado uno de los conflictos que más inquietó al mundo empresario este año: en el marco de negociaciones en curso, Siderar, la fabricante de chapa del grupo, le confirmó al ministro de Economía, Amado Boudou, que está dispuesta a aceptar a dos hombres del Estado en su directorio en representación de las acciones de la ANSeS (tiene un 25,9% del capital accionario), algo a lo que se negó de manera tajante en la asamblea del 15 de abril. Y tiene casi por completo digerido el ingreso de Axel Kicillof, el economista de La Cámpora, la organización ultrakirchnerista que fundó Máximo Kirchner, en uno de los lugares disponibles.
A cambio, pedirá que las decisiones tengan un sesgo de consenso y que el pacto incluya, aunque de manera tácita, una posición común sobre los $ 6.440 millones contabilizados como resultados no asignados. La empresa sostiene que se destinaron a inversiones, mientras el Gobierno exige su distribución.
Ambas partes quieren firmar la paz en la asamblea que Siderar llevará a cabo el próximo 21 de julio. Pero un acuerdo maduro entre sendos lados del escritorio no está todavía definido, reconocieron a El Cronista fuentes que participan en las negociaciones.
Sucede que Boudou, uno de los principales interlocutores con el grupo de los Rocca, quiere tres hombres propios en la empresa. Está de acuerdo con la designación Kicillof, pero existe la posibilidad que dos hombres más de su confianza ocupen puestos.
Entre que los candidatos que se mencionan figuran el secretario de Finanzas, Hernán Lorenzino, y el subsecretario de ese área, Adrián Cosentino. Pero también podrían sumarse alguno de los economistas de la agrupación La GraN MaKro que cumplen funciones en el Ministerio de Economía.
Los antecedentes más mediatos muestran que dos hombres de Boudou ya fueron nombrados en algunas de las 42 empresas en las que el Estado tiene participación accionaria a través de la ANSeS. En abril, el viceministro Roberto Feletti fue designado director por el Estado en el Banco Macro. Esta fue la primera votación que se realizó en una asamblea de accionistas luego de la instrumentación del decreto 441, a través del cual el Estado nacional derogó el tope del 5% que existía para la designación de representantes dentro de las empresas en las que tiene acciones en su poder.
En ese entonces la ANSeS votó de manera acumulativa y por esta facultad otorgada por el artículo 263 de la ley 19.550, logró su designación en el Macro, donde el Estado posee 30,9% de las acciones.
También Guido Forcieri, el jefe de Gabinete de Asesores del Ministro llegó como director al Banco Galicia, donde el Estado posee el 20,44% del capital accionario. En ese caso, si bien el ejercicio del voto acumulativo no permitía ingresar un director, los socios de la entidad decidieron designar a Forcieri como un gesto hacia el Gobierno.
Tanto Boudou como el titular de la ANSeS, Diego Bossio, y el presidente de la Comisión Nacional de Valores (CNV), Alejandro Vanoli, criticaron la actitud del Grupo Techint de rechazar la representación del Estado en el directorio de Siderar.
Un inversor que posee el 25% de las acciones de una firma no puede no estar representado. Esto no tiene que ver con control, sino con la igualdad de derecho ante la ley y estas asambleas permiten diferenciar las actitudes empresariales: hay algunos que entienden que la ley es la misma para todos y otros que no, había remarcado el titular de Economía el 15 de abril, cuando la ANSeS pidió la suspensión de la reunión de accionistas ya que Siderar no aceptaba el nombramiento de Kicillof en lugar de Aldo Ferrer, y tampoco distribuir resultados no asignados acumulados.
El Gobierno y Techint, el holding industrial más grande del país, pusieron definitivamente en marcha el plan para acercar posiciones y dejar de lado uno de los conflictos que más inquietó al mundo empresario este año: en el marco de negociaciones en curso, Siderar, la fabricante de chapa del grupo, le confirmó al ministro de Economía, Amado Boudou, que está dispuesta a aceptar a dos hombres del Estado en su directorio en representación de las acciones de la ANSeS (tiene un 25,9% del capital accionario), algo a lo que se negó de manera tajante en la asamblea del 15 de abril. Y tiene casi por completo digerido el ingreso de Axel Kicillof, el economista de La Cámpora, la organización ultrakirchnerista que fundó Máximo Kirchner, en uno de los lugares disponibles.
A cambio, pedirá que las decisiones tengan un sesgo de consenso y que el pacto incluya, aunque de manera tácita, una posición común sobre los $ 6.440 millones contabilizados como resultados no asignados. La empresa sostiene que se destinaron a inversiones, mientras el Gobierno exige su distribución.
Ambas partes quieren firmar la paz en la asamblea que Siderar llevará a cabo el próximo 21 de julio. Pero un acuerdo maduro entre sendos lados del escritorio no está todavía definido, reconocieron a El Cronista fuentes que participan en las negociaciones.
Sucede que Boudou, uno de los principales interlocutores con el grupo de los Rocca, quiere tres hombres propios en la empresa. Está de acuerdo con la designación Kicillof, pero existe la posibilidad que dos hombres más de su confianza ocupen puestos.
Entre que los candidatos que se mencionan figuran el secretario de Finanzas, Hernán Lorenzino, y el subsecretario de ese área, Adrián Cosentino. Pero también podrían sumarse alguno de los economistas de la agrupación La GraN MaKro que cumplen funciones en el Ministerio de Economía.
Los antecedentes más mediatos muestran que dos hombres de Boudou ya fueron nombrados en algunas de las 42 empresas en las que el Estado tiene participación accionaria a través de la ANSeS. En abril, el viceministro Roberto Feletti fue designado director por el Estado en el Banco Macro. Esta fue la primera votación que se realizó en una asamblea de accionistas luego de la instrumentación del decreto 441, a través del cual el Estado nacional derogó el tope del 5% que existía para la designación de representantes dentro de las empresas en las que tiene acciones en su poder.
En ese entonces la ANSeS votó de manera acumulativa y por esta facultad otorgada por el artículo 263 de la ley 19.550, logró su designación en el Macro, donde el Estado posee 30,9% de las acciones.
También Guido Forcieri, el jefe de Gabinete de Asesores del Ministro llegó como director al Banco Galicia, donde el Estado posee el 20,44% del capital accionario. En ese caso, si bien el ejercicio del voto acumulativo no permitía ingresar un director, los socios de la entidad decidieron designar a Forcieri como un gesto hacia el Gobierno.
Tanto Boudou como el titular de la ANSeS, Diego Bossio, y el presidente de la Comisión Nacional de Valores (CNV), Alejandro Vanoli, criticaron la actitud del Grupo Techint de rechazar la representación del Estado en el directorio de Siderar.
Un inversor que posee el 25% de las acciones de una firma no puede no estar representado. Esto no tiene que ver con control, sino con la igualdad de derecho ante la ley y estas asambleas permiten diferenciar las actitudes empresariales: hay algunos que entienden que la ley es la misma para todos y otros que no, había remarcado el titular de Economía el 15 de abril, cuando la ANSeS pidió la suspensión de la reunión de accionistas ya que Siderar no aceptaba el nombramiento de Kicillof en lugar de Aldo Ferrer, y tampoco distribuir resultados no asignados acumulados.