El ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schauble, urgió a «romper el oligopolio de las agencias de calificación» y «limitar su influencia», al día siguiente de que Moody’s rebajara sorprendentemente cuatro escalones la deuda de Portugal.
«No logro ver qué hay detrás de esta apreciación», declaró Schauble en referencia a la calificación de Moody’s, que le ha «sorprendido como a todos los demás».
Moody’s rebajó el martes la nota de Portugal cuatro peldaños, a la categoría de inversiones «especulativas» o bonos basura a largo plazo, previendo que el país podría necesitar un segundo plan de ayuda pese a que el primero, de 78.000 millones de euros, acaba de ser otorgado.
El universo de las agencias de calificación financiera está dominado por tres firmas: Moody’s, Standard and Poor’s y Fitch, y sus evaluaciones tienen una fuerte repercusión en los mercados.
Días atrás, Angela Merkel advirtió que no debería otorgársele demasiada importancia a la valoración de las agencias de calificación de riesgos. La canciller se refería a la opinión de S&P sobre el nuevo plan de rescate financiero para el país heleno, en el que los acreedores privados compartirán parte de la carga.
«No logro ver qué hay detrás de esta apreciación», declaró Schauble en referencia a la calificación de Moody’s, que le ha «sorprendido como a todos los demás».
Moody’s rebajó el martes la nota de Portugal cuatro peldaños, a la categoría de inversiones «especulativas» o bonos basura a largo plazo, previendo que el país podría necesitar un segundo plan de ayuda pese a que el primero, de 78.000 millones de euros, acaba de ser otorgado.
El universo de las agencias de calificación financiera está dominado por tres firmas: Moody’s, Standard and Poor’s y Fitch, y sus evaluaciones tienen una fuerte repercusión en los mercados.
Días atrás, Angela Merkel advirtió que no debería otorgársele demasiada importancia a la valoración de las agencias de calificación de riesgos. La canciller se refería a la opinión de S&P sobre el nuevo plan de rescate financiero para el país heleno, en el que los acreedores privados compartirán parte de la carga.