Argentina
El Gobierno acepta distribuir dividendos y Techint recibirá a los tres directores estatales
El acuerdo incluye que los accionistas mayoritarios presenten un minucioso plan de inversiones por $6.455 millones. El Grupo Techint aceptó la tregua para no quedarse fuera de las licitaciones.
En la acería aceptaron que junto a Kicillof ingresen otros dos directores por el Estado
El Gobierno aceptará esta semana que Siderar, del Grupo Techint, distribuya entre sus accionistas los $1.511 millones en dividendos del año pasado que intentó repartir en la fallida asamblea del 15 abril.
Así lo adelantaron a BAE fuentes oficiales y empresariales, a cuatro días del nuevo llamado a asamblea donde podría cerrarse el conflicto entre la Casa Rosada y el holding siderúrgico.
A cambio, los accionistas mayoritarios presentarán un detallado plan de inversiones explicando el destino de los otros $6.455 millones que pretenden mantener en una cuenta de “reserva para futuros dividendos”.
Y aceptarán finalmente la designación como director de Axel Kicillof, el economista cercano a La Cámpora a quien rechazaba de plano en un principio la familia Rocca. Junto con Kicillof, según las fuentes consultadas, el jueves entrarán en el directorio dos hombres más en representación del 25,97% de las acciones de Siderar en manos de la ANSES, que las heredó de las AFJP.
Ambos cuentan con consenso entre los accionistas privados. Uno de ellos es funcionario de segunda línea del Ministerio de Planificación. “Joven, pero no de La Cámpora”, según lo describió el viernes ante BAE un dirigente de la UIA que sigue de cerca la negociación.
Como paso previo a la asamblea de accionistas de este jueves, el Gobierno y el grupo dejaron diez días atrás en suspenso sus pleitos judiciales cruzados desde que se desató la pulseada por los directores.
En una breve audiencia de conciliación que compartieron en el quinto piso de los tribunales comerciales de Diagonal Norte y Lavalle, once abogados de la ANSES, de Techint y de la Comisión Nacional de Valores (CNV) pactaron una “suspensión” de los juicios que había unificado la Sala B de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial.
Antes de formalizarse esa tregua habían trascurrido largas horas de negociaciones políticas entre el ministro de Planificación, Julio De Vido, el director corporativo de Techint, Luis Betnaza, y el ministro de Economía, Amado Boudou, en la más absoluta reserva.
El titular de la ANSES, Diego Bossio, también participó de algunas tenidas. Debajo suyo, la encargada de ejecutar las decisiones fue la directora de Legales de la ANSES, María José Van Morlegan.
Con el pacto, el Gobierno se prepara para cerrar su conflicto con el mayor holding industrial del país, que llegó a niveles de similar tensión al del que enfrenta a la Casa Rosada con Clarín, el principal grupo de medios de comunicación.
En el establishment dan por seguro que “la T” prefirió arriar sus banderas contra la intervención estatal para no quedarse afuera de las jugosas licitaciones por obras públicas que habrá en los próximos meses. Especialmente las del Gasoducto del Nordeste, que nació como un proyecto de la propia Techint en su época de alineamiento total con el kirchnerismo, que terminó abruptamente cuando se tensó la disputa con Clarín en el 2008 y luego del caso Skanska.
En Techint no cayeron bien las declaraciones de la semana pasada de Bossio, quien reiteró que el Gobierno hará “aplicar en todas sus dimensiones el decreto 441”, que barrió con el límite del 5% de los votos que podía ejercer la ANSES en los directorios de las 42 empresas de las que posee acciones. “No es forma de referirse a algo que ya está acordado”, protestaron desde el edificio Pellegrini de Catalinas, cuartel general del conglomerado.
En materia de dividendos, el jueves se impondrá la intención inicial de los Rocca de repartir sólo los correspondientes al año pasado. Pero los abogados de la ANSES, al mando de Van Morlegan, se llevarán un informe detallado de las inversiones ejecutadas y previstas.
“Lo que quiere la Presidenta es que lo que ganan las empresas en el país lo inviertan en el país”, es la directiva que recibieron los letrados del ente previsional. Desde que se tensó su relación con el Gobierno, Techint redujo la marcha de sus desembolsos en la Argentina y redobló su apuesta por sus plantas en México y Brasil.
Luego de que el Gobierno lo nominó como candidato a ocupar el puesto de director, Kicillof destacó en varias oportunidades que esas inversiones debían debatirse con el Gobierno, debido a la importancia estratégica del sector en la economía y a la magnitud del capital estatal involucrado.
El Gobierno acepta distribuir dividendos y Techint recibirá a los tres directores estatales
El acuerdo incluye que los accionistas mayoritarios presenten un minucioso plan de inversiones por $6.455 millones. El Grupo Techint aceptó la tregua para no quedarse fuera de las licitaciones.
En la acería aceptaron que junto a Kicillof ingresen otros dos directores por el Estado
El Gobierno aceptará esta semana que Siderar, del Grupo Techint, distribuya entre sus accionistas los $1.511 millones en dividendos del año pasado que intentó repartir en la fallida asamblea del 15 abril.
Así lo adelantaron a BAE fuentes oficiales y empresariales, a cuatro días del nuevo llamado a asamblea donde podría cerrarse el conflicto entre la Casa Rosada y el holding siderúrgico.
A cambio, los accionistas mayoritarios presentarán un detallado plan de inversiones explicando el destino de los otros $6.455 millones que pretenden mantener en una cuenta de “reserva para futuros dividendos”.
Y aceptarán finalmente la designación como director de Axel Kicillof, el economista cercano a La Cámpora a quien rechazaba de plano en un principio la familia Rocca. Junto con Kicillof, según las fuentes consultadas, el jueves entrarán en el directorio dos hombres más en representación del 25,97% de las acciones de Siderar en manos de la ANSES, que las heredó de las AFJP.
Ambos cuentan con consenso entre los accionistas privados. Uno de ellos es funcionario de segunda línea del Ministerio de Planificación. “Joven, pero no de La Cámpora”, según lo describió el viernes ante BAE un dirigente de la UIA que sigue de cerca la negociación.
Como paso previo a la asamblea de accionistas de este jueves, el Gobierno y el grupo dejaron diez días atrás en suspenso sus pleitos judiciales cruzados desde que se desató la pulseada por los directores.
En una breve audiencia de conciliación que compartieron en el quinto piso de los tribunales comerciales de Diagonal Norte y Lavalle, once abogados de la ANSES, de Techint y de la Comisión Nacional de Valores (CNV) pactaron una “suspensión” de los juicios que había unificado la Sala B de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial.
Antes de formalizarse esa tregua habían trascurrido largas horas de negociaciones políticas entre el ministro de Planificación, Julio De Vido, el director corporativo de Techint, Luis Betnaza, y el ministro de Economía, Amado Boudou, en la más absoluta reserva.
El titular de la ANSES, Diego Bossio, también participó de algunas tenidas. Debajo suyo, la encargada de ejecutar las decisiones fue la directora de Legales de la ANSES, María José Van Morlegan.
Con el pacto, el Gobierno se prepara para cerrar su conflicto con el mayor holding industrial del país, que llegó a niveles de similar tensión al del que enfrenta a la Casa Rosada con Clarín, el principal grupo de medios de comunicación.
En el establishment dan por seguro que “la T” prefirió arriar sus banderas contra la intervención estatal para no quedarse afuera de las jugosas licitaciones por obras públicas que habrá en los próximos meses. Especialmente las del Gasoducto del Nordeste, que nació como un proyecto de la propia Techint en su época de alineamiento total con el kirchnerismo, que terminó abruptamente cuando se tensó la disputa con Clarín en el 2008 y luego del caso Skanska.
En Techint no cayeron bien las declaraciones de la semana pasada de Bossio, quien reiteró que el Gobierno hará “aplicar en todas sus dimensiones el decreto 441”, que barrió con el límite del 5% de los votos que podía ejercer la ANSES en los directorios de las 42 empresas de las que posee acciones. “No es forma de referirse a algo que ya está acordado”, protestaron desde el edificio Pellegrini de Catalinas, cuartel general del conglomerado.
En materia de dividendos, el jueves se impondrá la intención inicial de los Rocca de repartir sólo los correspondientes al año pasado. Pero los abogados de la ANSES, al mando de Van Morlegan, se llevarán un informe detallado de las inversiones ejecutadas y previstas.
“Lo que quiere la Presidenta es que lo que ganan las empresas en el país lo inviertan en el país”, es la directiva que recibieron los letrados del ente previsional. Desde que se tensó su relación con el Gobierno, Techint redujo la marcha de sus desembolsos en la Argentina y redobló su apuesta por sus plantas en México y Brasil.
Luego de que el Gobierno lo nominó como candidato a ocupar el puesto de director, Kicillof destacó en varias oportunidades que esas inversiones debían debatirse con el Gobierno, debido a la importancia estratégica del sector en la economía y a la magnitud del capital estatal involucrado.
