Cristina de Kirchner se reunirá hoy con su par de Brasil, Dilma Rousseff, en un encuentro de trabajo que mantendrán en la capital del país vecino. Las mandatarias se verán por al menos una hora y media en el Palacio del Planalto, en Brasilia. Por la tarde, Cristina encabezará el acto de inauguración de la nueva sede diplomática de la Argentina en la capital brasileña, lo que pondrá punto final a la gira internacional que la llevó ayer a Perú para asistir a la asunción del nuevo presidente de ese país, Ollanta Humala.
En la reunión matutina, las presidentas tienen previsto firmar una declaración que ratifica y alude al Tratado de Mecanismo de Integración y Cooperación bilateral. También se espera un diálogo relacionado con un posible proyecto bilateral orientado a limitar el ingreso de mercaderías de China en ambos mercados a precios bajos.
Otros temas que pueden ser incorporados a la agenda serán los esencialmente políticos, sobre el funcionamiento de la Unión Suramericana de Naciones (Unasur) o la cooperación en materia nuclear con fines pacíficos, así como los globales ligados a la situación financiera internacional.
Del encuentro participarán, además, el canciller Héctor Timerman y su par brasileño, Antonio Patriota. Al mediodía, Cristina y Rousseff compartirán un almuerzo en el Palacio Itamaraty, sede del Ministerio de Relaciones Exteriores brasileño, en honor a la delegación argentina. Allí se prevé que las mandatarias pronunciarán sendos discursos.
La agenda de la presidente argentina incluye a las 16 la inauguración de la nueva sede diplomática en el denominado «sector embajadas sur» de Brasilia, último acto de la gira antes de emprender a las 18 el regreso a Buenos Aires. La inauguración de la embajada se remonta a un proyecto de 2004, cuando el entonces presidente, Néstor Kirchner, ordenó la construcción de una nueva sede en un lote de 25 mil metros cuadrados que había cedido en la década del 60 el Gobierno brasileño.
La delegación argentina incluye a la ministra de Industria, Débora Giorgi, y un grupo de empresarios como Carlos Bulgheroni (Bridas) y Cristiano Rattazzi (Fiat). Esos ejecutivos, junto a otros como José Ignacio de Mendiguren (Unión Industrial Argentina), Eduardo Eurnekian (Corporación América), Sebastián Eskenazi (Grupo Petersen) y Hugo Sigman (Grupo Chemo), mantendrán al mediodía un encuentro con sus pares brasileños.
El cónclave empresarial se desarrollará a la sombra de la preocupación de los hombres de negocios de la Argentina por los proyectos brasileños para devaluar su moneda, el real, lo que temen causará un perjuicio a la competitividad.
Ayer, Cristina participó en Lima del acto de jura del nuevo presidente de Perú. Luego de la toma de juramento de todos sus ministros, Ollanta Humala ofreció un almuerzo de honor a los representantes de todas las delegaciones extranjeras que concurrieron.
Por la tarde, la mandataria y Timerman participaron de una cumbre de la Unasur que «a pedido del presidente Humala» tuvo como eje «la desigualdad social y la búsqueda de su reducción» en la región, explicó el canciller.
Timerman sostuvo que Humala «va a profundizar la relación entre los países latinoamericanos». «Le damos la bienvenida a un nuevo proceso democrático», agregó el ministro de Relaciones Exteriores al referirse a la asunción del presidente peruano.
La reunión del bloque sudamericano contó con la presencia de la mayoría de los mandatarios de los países que lo integran. Además del anfitrión, Cristina de Kirchner y Rousseff, participaron los presidentes de Chile, Sebastián Piñera; Colombia, Juan Manuel Santos, Ecuador, Rafael Correa; Bolivia, Evo Morales; Uruguay, José Mujica; Guatemala, Alvaro Colom; Honduras, Porfirio Lobo, y Panamá, Ricardo Martinelli.
El único ausente -con aviso- fue el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, quien se recupera de una operación por un cáncer y que ayer cumplió 57 años. La reunión arrancó con la aprobación de la agenda de trabajo y un informe de la secretaria general, María Emma Mejía, que dio paso a la apertura del diálogo entre los mandatarios presentes.
En la reunión matutina, las presidentas tienen previsto firmar una declaración que ratifica y alude al Tratado de Mecanismo de Integración y Cooperación bilateral. También se espera un diálogo relacionado con un posible proyecto bilateral orientado a limitar el ingreso de mercaderías de China en ambos mercados a precios bajos.
Otros temas que pueden ser incorporados a la agenda serán los esencialmente políticos, sobre el funcionamiento de la Unión Suramericana de Naciones (Unasur) o la cooperación en materia nuclear con fines pacíficos, así como los globales ligados a la situación financiera internacional.
Del encuentro participarán, además, el canciller Héctor Timerman y su par brasileño, Antonio Patriota. Al mediodía, Cristina y Rousseff compartirán un almuerzo en el Palacio Itamaraty, sede del Ministerio de Relaciones Exteriores brasileño, en honor a la delegación argentina. Allí se prevé que las mandatarias pronunciarán sendos discursos.
La agenda de la presidente argentina incluye a las 16 la inauguración de la nueva sede diplomática en el denominado «sector embajadas sur» de Brasilia, último acto de la gira antes de emprender a las 18 el regreso a Buenos Aires. La inauguración de la embajada se remonta a un proyecto de 2004, cuando el entonces presidente, Néstor Kirchner, ordenó la construcción de una nueva sede en un lote de 25 mil metros cuadrados que había cedido en la década del 60 el Gobierno brasileño.
La delegación argentina incluye a la ministra de Industria, Débora Giorgi, y un grupo de empresarios como Carlos Bulgheroni (Bridas) y Cristiano Rattazzi (Fiat). Esos ejecutivos, junto a otros como José Ignacio de Mendiguren (Unión Industrial Argentina), Eduardo Eurnekian (Corporación América), Sebastián Eskenazi (Grupo Petersen) y Hugo Sigman (Grupo Chemo), mantendrán al mediodía un encuentro con sus pares brasileños.
El cónclave empresarial se desarrollará a la sombra de la preocupación de los hombres de negocios de la Argentina por los proyectos brasileños para devaluar su moneda, el real, lo que temen causará un perjuicio a la competitividad.
Ayer, Cristina participó en Lima del acto de jura del nuevo presidente de Perú. Luego de la toma de juramento de todos sus ministros, Ollanta Humala ofreció un almuerzo de honor a los representantes de todas las delegaciones extranjeras que concurrieron.
Por la tarde, la mandataria y Timerman participaron de una cumbre de la Unasur que «a pedido del presidente Humala» tuvo como eje «la desigualdad social y la búsqueda de su reducción» en la región, explicó el canciller.
Timerman sostuvo que Humala «va a profundizar la relación entre los países latinoamericanos». «Le damos la bienvenida a un nuevo proceso democrático», agregó el ministro de Relaciones Exteriores al referirse a la asunción del presidente peruano.
La reunión del bloque sudamericano contó con la presencia de la mayoría de los mandatarios de los países que lo integran. Además del anfitrión, Cristina de Kirchner y Rousseff, participaron los presidentes de Chile, Sebastián Piñera; Colombia, Juan Manuel Santos, Ecuador, Rafael Correa; Bolivia, Evo Morales; Uruguay, José Mujica; Guatemala, Alvaro Colom; Honduras, Porfirio Lobo, y Panamá, Ricardo Martinelli.
El único ausente -con aviso- fue el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, quien se recupera de una operación por un cáncer y que ayer cumplió 57 años. La reunión arrancó con la aprobación de la agenda de trabajo y un informe de la secretaria general, María Emma Mejía, que dio paso a la apertura del diálogo entre los mandatarios presentes.
