¿Qué significa que EEUU puede entrar en default? ¿Que no va a pagar sus deudas? Y, en la práctica ¿qué implica eso?
Bueno, la cuestión es que lo que viene haciendo Estados Unidos es monetizar sus déficits fiscales. La FED emite una especie de títulos de deuda, de promesas de pago, que le permiten al estado afrontar sus obligaciones, en fin, funcionar.
Esas promesas de pago no son otra cosa que unos billetes de color verde, que no devengan interés, y que se los conoce mundialmente con el nombre de dólares.
Los ávidos demandantes de estos billetes, quienes los usan como reserva de valor o como unidad de cambio (para pagar por compras y ventas) son quienes, con su actitud fiduciaria (teniéndole fe a la FED y su promesa de pago) indirectamente le están prestando plata a los estadounidenses para que pueda seguir funcionado su Estado, primariamente, y su sociedad pueda seguir consumiendo (consume en cuotas muy importantes, artículos producidos en muchos países del mundo, que para producirlos además, se compran bienes en otros países del mundo, lo cual genera una cadena de interdependencias lubricadas con la circulación del billetito verde, promesa de pago de la FED).
Lo que discute hoy EEUU es la restricción de esa fuente que parecía inagotable de papel pintado verde (cuyo valor es, como el de todas las monedas desde 1973, fiduciario, es decir, sostenido por sus demandantes y la confianza que le tengan). De confirmarse la decisión de restringir la emisión, se provocaría una especie de revolución.
Hay dos corrientes que se manifestarían, que en un principio podrían parecer de fuerza contraria.
La de las autoridades monetarias nacionales que se encontrarían sentadas arriba de una montaña de papeles pronto inservibles, pero que a su vez son la única garantía que tienen sobre el cumplimiento de sus obligaciones, por lo cual pretenderían, supongo, ir cambiándolas por algo a futuro más valioso.
La de los particulares (ahorristas, comerciantes) que ante la hipotética escasez del billete podrían agudizar su demanda, presionando a una paradójica suba de su cotización.
El problema estaría en el medio en que se efectuarían los pagos de bienes comerciados, y cuyo comercio es imposible de detener: alimentos y energía.
En nuestro caso, básicamente, cómo cobraríamos la soja que le vendemos a China.
No sería una mala opción recibir yuanes (o reales en el comercio con Brasil), y que los bancos centrales arbitraran la demanda de dólares de los particulares, vendiendo billetes pintados de verde (y abasteciendo la demanda) y atesorando moneda más fuerte (reales y yuanes, principalmente). Acá sí: el que apuesta al dólar, pierde. Y se jode por boludo.
Lo paradójico es que hace poco lo «operaron» a Strauss Kahn por pensar en una salida ordenada del orden por el cual EEUU usfructúa los beneficios del arbitrio monetario. De tener, digamos, la fábrica de guita mundial.
Y los mismos tipos, hoy, amagan tomar decisiones que tendrían los mismos efectos de largo plazo, pero sin orden en el proceso, provocando un verdadero shock, algo parecido al caos.
Primará, suponemos, la razón, y el fin del dólar como reserva de valor y unidad de cambio se consensuará entre las autoridades monetarias de todas las naciones, y no se decidirá de golpe, con actitudes espasmódicas e irracionales, de tipos que parece que no piensan en las consecuencias que sus acciones tendrían.
Muy bueno este.
Bueno, a comprar yuanes y vender dólares
sería muy positivo para la economía del mundo que se termine de una vez con el monopolio yanki de la máquina de imprimir billetes. la salida, sin embargo, no debe darse de manera espasmódica, ya que los platos rotos no los pagarán los patrones del sistema financiero mundial.
cuenta norteamérica con que su moneda opera como reservas de los bancos del mundo, razón por la cual los diferentes gobiernos harán lo posible para que esos papelitos no pierdan su valor, cosa que alargará la vida del dólar como patrón de intercambio.
una salida ordenada, con consenso entre los países del mercosur y nuestros principales socios comerciales, es la que deberíamos tomar en argentina para comenzar a acumular reservas de otro signo.
¿qué piensan de la generación de una moneda propia del mercosur que sirva como patrón de intercambio y de acumulación para los países de sudamérica, pero no como moneda única, es decir que no implique la eliminación de las monedas nacionales?
muy bueno, mariano. clarísimo, como siempre.
un abrazo.
Mirá, Tapones.
http://www.ambito.com/noticia.asp?id=594993
Más allá de esto, el problema que tenemos nosotros es la tendencia argentina a demandar dólares.
Eso determina que la reserva de valor sea el dólar.
Y respecto a la moneda de mercosur, se aceptará como medio de pago en los países en que importamos?
Nadie podrá cortarse solo en esto.
Ahora, creo que esta es la última señal que hacía falta para que el tema sea tomado en serio.
No va a pasar nada, pero el mundo tendrá que darse cuenta que no se puede depender de lo que decidan 200 tipos, con cada vez más motivos para pelearse que para ponerse de acuerdo.
Un abrazo
no sabía que habían barajado la idea de una «moneda unasur»… gracias por el dato.
¿tenés idea de algún promernor de esto?
pienso en una moneda que gane lugar paulatinamente, a medida que la gente se vaya acostumbrando y deposite confianza en ella por su creciente solvencia y sus buenos resultados.
puede que en principio no la acepten los países a los que les compramos, pero tal vez con el tiempo sí, y mientras tanto seguimos comerciando con ellos en dólares y acumulando un poco y un poco.
es tremendo ver lo que pasa y que no pase nada.
si a un marciano le tuviésemos que explicar lo que pasa con las cuentas del mundo, nos miraría como diciendo «ah, son todos pelotudos»…
un abrazo
Es lo que dice Eduardo.
Moneda de reserva es una cosa.
Moneda común es otra distinta.
Un abrazo
no, claro. moneda común jamás. es una pesadilla.
pienso en una moneda de intercambio y de reserva, pero sin atentar contra las monedas nacionales que pueden «flotar libremente» en ralción a esta «moneda unasur».
la idea es ir por ese lado?
alguien sabe algo?
saludos
Mariano: Lo interesante de la RF es que promete cancelar las promesas de pago… con otras promesas de pago. Lo cual torna las esperanzas (en el sentido estadístico de la palabra) en simple y pura fé (en el sentido religioso del término).
La guita es una expresión de religiosidad, no otra cosa. En la base de la pirámide, sólo hay fé.
Tapones: «¿qué piensan de la generación de una moneda propia del mercosur que sirva como patrón de intercambio y de acumulación para los países de sudamérica, pero no como moneda única, es decir que no implique la eliminación de las monedas nacionales?»
Es importante lo que agregás al final: Sin eliminar las monedas locales. Porque sinó caemos en la trampa que fue el Euro: 15 países distintos, con economías, legislaciones impositivas y sociales diferentes, funcionando con una misma moneda. Es como si en un auto la rueda trasera derecha fuera a 100 km/h, la delantera izquierda a 120, y así. Tarde o temprano va a escupir los pistones por la bocina. Como el 1 a 1 aqui, queriendo igualar la velocidad de USA.
De onda lo digo, muchachos: El que apuesta al dólar, gana.
Porque EEUU no va a entrar en el «default» modelo argentino: tristeza para los jubilados europeos y alegría para nuestros legisladores.
Ellos van a frenar el déficit fiscal en el preciso y exactísimo momento en que su valor alcance al del PBI, cosa que al ritmo de un millón de dólares cada 22 segundos, ocurrirá el martes próximo.
Y solo hay dos modos de hacerlo: frenando el gasto público, o cobrando más impuestos (si fuese posible, a los ricos).
Esa es la verdadera pelea entre demócratas y republicanos.
Por las dudas, junten verdes.
Saludos.
Puede ganar en el corto plazo. Cuando los recortes empiecen a minar el consumo (aún más) te quiero ver.
Pero de cualquier modo el daño a la credibilidad ya está hecho, por más que alcancen un acuerdo de «last minute».
Si el timón del mundo está en manos de Carrió (los Tea Partiers) es porque el armageddon está a la vuelta de la esquina.
El refugio de mediano y largo plazo está en las monedas locales (instrumentos fiduciarios) y/o el oro (entre los tangibles).
Tengo algo escrito (in inglish) acá: http://dangeroustravel.blogspot.com/2008/06/denarius.html
David: por supuesto que no entran en default «modelo argentino». Argentina defaulteó la deuda en dólares, porque no conseguía dólares para pagarla.
EEUU tiene la maquinita de fabricar el billete con el que paga la deuda, que solamente tiene nominada en dólares, y no en otras monedas extranjeras.
Ahora, ponele que, como decís, piensen en equilibrar su déficit fiscal. El recorte debería ser monstruoso.
Pero, ponele de nuevo, que lo hacen de manera gradual.
Tanto el recorte de gastos como el aumento de impuestos tienen un efecto directo sobre la economía: el enfriamiento.
Los bajos niveles de actividad de la economía norteamericana se sostienen hoy por el papel bobo del estado que se sobreendeuda para inyectarle plata al sector privado para que siga consumiendo. En general, importados.
De modo que «equilibrar las cuentas fiscales» significaría hacer circular menos dólares. Lo cual repercutiría en el resto del mundo. Menos comercio mundial, y escasez de dólares.
O sea, lo contrario de lo que hasta aquí EEUU propuso, que fue emitir muchos dólares para devaluarlo.
La escasez haría subir el precio. Con lo cual, la revaluación de la moneda yanqui (aparte de joder a los que vendemos alimentos y energía) les provocaría una recesión aún más profunda, y cada vez más difícil de salir.
Supongo, que las cosas se ordenarían, a partir de que los bancos centrales del mundo empezaran a sacarse de encima los dólares que tienen para frenar un poco la demanda frenética y ver si le pueden bajar el precio.
Para que eso ocurra habrá que llegar a acuerdos sobre el medio en que se va a comerciar, y con qué se lo va a garantizar.
La suerte está echada. EEUU elige si suicidarse y arrastrarnos a todos nosotros al caos, o aceptar que su tiempo ya pasó, y que es necesario un nuevo ordenamiento mundial.
Un abrazo.