Manuel Garrido
El revés que sufrió el oficialismo radical de la Capital Federal la semana pasada cuando la Justicia electoral habilitó a la lista liderada por Pablo Lanusse y Fanny Mandelbaum a participar en el distrito colgada de la de Ricardo Alfonsín, le aporta más tensión a una incógnita que por estos días hace correr frío a la dirigencia del partido: ¿llegarán los candidatos de la UCR porteña al 1,5% de los votos emitidos el 14 de agosto para poder seguir al 23 de octubre?
Ateniéndose al resultado de la elección a jefe de Gobierno porteño, que puede no ser un indicativo preciso pero sí el único a mano para comparar, el peligro de que los radicales, sumando las dos fórmulas ahora en disputa, no logren ese número es alto. En esa elección Silvana Giudici logró 31.120 votos, un número dramático para la historia del radicalismo en el distrito, que le permitió lograr el 2,04% de los votos emitidos. Ahora entre las dos listas a diputados en juego debe superar el 1,5% de los votos emitidos en el distrito.
La diferencia es que los radicales ya sufrieron en la elección de jefe de la Capital Federal el efecto devastador de una de sus peores derrotas de la historia, algo que prácticamente los dejó fuera de competencia.
Alfonsín bajó al distrito el fin de semana para apoyar la campaña que lidera el exfiscal Manuel Garrido, que ahora va como primer candidato a diputado nacional.
«Se viene el cambio, se termina la corrupción. Vuelve la participación sin aparato», dijo junto a Hernán Rossi, el segundo candidato de la lista de diputados.
Toda la UCR bajó a la Ciudad para reforzar la campaña en esta última semana ante el pánico de no poder pasar por el filtro de la primaria abierta del domingo. Eugenio Nito Artaza, Ricardo Gil Lavedra, Claudio Presman y el jefe del radicalismo porteño, Carlos Mas Vélez, soportaron el frío sin chistar con caminatas y saludos, acompañando a Alfonsín y los candidatos.
Durante el fin de semana, también hicieron campaña los candidatos apadrinados por el exlegislador porteño y exibarrista Jorge Giorno, ahora bajo el ala de Francisco de Narváez.
Así, junto a Lanusse y Mandelbaum, autorizados por la Justicia a pelear por la Capital Federal colgados de la lista de Alfonsín, apareció Graciela Ocaña. Por un rato, los candidatos que sumarán a la lista del radicalismo se dividieron la Ciudad, lo que no garantiza aun que logren superar el piso que les pide la ley.
El revés que sufrió el oficialismo radical de la Capital Federal la semana pasada cuando la Justicia electoral habilitó a la lista liderada por Pablo Lanusse y Fanny Mandelbaum a participar en el distrito colgada de la de Ricardo Alfonsín, le aporta más tensión a una incógnita que por estos días hace correr frío a la dirigencia del partido: ¿llegarán los candidatos de la UCR porteña al 1,5% de los votos emitidos el 14 de agosto para poder seguir al 23 de octubre?
Ateniéndose al resultado de la elección a jefe de Gobierno porteño, que puede no ser un indicativo preciso pero sí el único a mano para comparar, el peligro de que los radicales, sumando las dos fórmulas ahora en disputa, no logren ese número es alto. En esa elección Silvana Giudici logró 31.120 votos, un número dramático para la historia del radicalismo en el distrito, que le permitió lograr el 2,04% de los votos emitidos. Ahora entre las dos listas a diputados en juego debe superar el 1,5% de los votos emitidos en el distrito.
La diferencia es que los radicales ya sufrieron en la elección de jefe de la Capital Federal el efecto devastador de una de sus peores derrotas de la historia, algo que prácticamente los dejó fuera de competencia.
Alfonsín bajó al distrito el fin de semana para apoyar la campaña que lidera el exfiscal Manuel Garrido, que ahora va como primer candidato a diputado nacional.
«Se viene el cambio, se termina la corrupción. Vuelve la participación sin aparato», dijo junto a Hernán Rossi, el segundo candidato de la lista de diputados.
Toda la UCR bajó a la Ciudad para reforzar la campaña en esta última semana ante el pánico de no poder pasar por el filtro de la primaria abierta del domingo. Eugenio Nito Artaza, Ricardo Gil Lavedra, Claudio Presman y el jefe del radicalismo porteño, Carlos Mas Vélez, soportaron el frío sin chistar con caminatas y saludos, acompañando a Alfonsín y los candidatos.
Durante el fin de semana, también hicieron campaña los candidatos apadrinados por el exlegislador porteño y exibarrista Jorge Giorno, ahora bajo el ala de Francisco de Narváez.
Así, junto a Lanusse y Mandelbaum, autorizados por la Justicia a pelear por la Capital Federal colgados de la lista de Alfonsín, apareció Graciela Ocaña. Por un rato, los candidatos que sumarán a la lista del radicalismo se dividieron la Ciudad, lo que no garantiza aun que logren superar el piso que les pide la ley.