Cecilia Merchán es una de esas mujeres que ponen el cuerpo y no eluden debates comprometedores. Dentro de su agenda de género incorporó el proyecto de ley impulsado por la Campaña Nacional por un Aborto legal, seguro y gratuito.
–¿Por qué dejó Libres del Sur?
–Porque no puedo seguir representando su política. Tenía que sostener un discurso electoral con el que difiero. Tengo desde hace tiempo una visión distinta del gobierno de Cristina Kirchner y una evaluación crítica del tipo de oposición que establecimos. En ese proceso de disensos también se fueron desgastando los vínculos y no estoy dispuesta a acomodarme a las situaciones sólo para permanecer, me gusta agregar, poner lo mejor de mí, pero en este momento no estoy en condiciones.
–¿Por qué Cristina alcanzó un consenso tan amplio en los sectores populares?
–Por políticas que los han beneficiado y se expresan en cambios concretos en la vida cotidiana. También porque en un contexto de incertidumbre y crisis internacional, que la Argentina pueda sostener una situación de tranquilidad económica es muy importante. También la muerte de Néstor Kirchner permitió un balance y revalorización de su gobierno, verlo fuera de la batalla permitió apreciarlo como el mejor del período democrático.
–Podés resumir las diferencias con Libres del Sur y la posición frente al gobierno.
–Se resumen en la visión de que el kirchnerismo es la continuación del menemismo. Yo no pienso eso y no puedo repetir algo así. Por supuesto que hay cosas del gobierno que no comparto, algunas que tienen que ver con un modelo económico, como la minería a cielo abierto, el veto a la ley de glaciares, el uso de agrotóxicos. Pero hay otras políticas que se vinculan a viejas luchas que el gobierno tomó y concretó. La Ley de Medios por ejemplo. Y eso no se contradice con lo que pueda observar sobre el manejo que el oficialismo tiene de sus propios medios. Pero cuando hablamos de monopolios mediáticos hablamos de otra cosa. Hay peleas que hoy podemos dar con otro respaldo. Lo mismo pasa con la estatización de las AFJP, fue una medida importantísima, que permitió avanzar con otras políticas. No hubiera sido posible la AUH. Luego se puede criticar cómo se hace, pero no podés dejar de apoyar.
–¿Hubo errores de diagnóstico, como la insistencia en la debilidad política de Cristina?
–Sí, creo que en Libres del Sur y Proyecto Sur vieron una debilidad de Cristina que yo no veía. Incluso después de la muerte de Kirchner, cuando en su primer discurso aparece llorando, muchos compañeros vieron en eso un síntoma de debilidad. Para mí, en cambio, fue el momento de mayor conexión, en su figura había fortaleza. Existía también la idea de que el gobierno giraría a la derecha y lo que se dio fue una recuperación, con distintas políticas, de muchos sectores que parecían alejados. <
La clave
GRUPO A. “El tiempo demostró que no éramos todos lo mismo. El caso del 82% móvil por ejemplo, más allá de la intención de los otros bloques, nosotros sí presentamos una propuesta de financiamiento, no nos pueden decir que le hacemos el juego a la derecha.”
–¿Por qué dejó Libres del Sur?
–Porque no puedo seguir representando su política. Tenía que sostener un discurso electoral con el que difiero. Tengo desde hace tiempo una visión distinta del gobierno de Cristina Kirchner y una evaluación crítica del tipo de oposición que establecimos. En ese proceso de disensos también se fueron desgastando los vínculos y no estoy dispuesta a acomodarme a las situaciones sólo para permanecer, me gusta agregar, poner lo mejor de mí, pero en este momento no estoy en condiciones.
–¿Por qué Cristina alcanzó un consenso tan amplio en los sectores populares?
–Por políticas que los han beneficiado y se expresan en cambios concretos en la vida cotidiana. También porque en un contexto de incertidumbre y crisis internacional, que la Argentina pueda sostener una situación de tranquilidad económica es muy importante. También la muerte de Néstor Kirchner permitió un balance y revalorización de su gobierno, verlo fuera de la batalla permitió apreciarlo como el mejor del período democrático.
–Podés resumir las diferencias con Libres del Sur y la posición frente al gobierno.
–Se resumen en la visión de que el kirchnerismo es la continuación del menemismo. Yo no pienso eso y no puedo repetir algo así. Por supuesto que hay cosas del gobierno que no comparto, algunas que tienen que ver con un modelo económico, como la minería a cielo abierto, el veto a la ley de glaciares, el uso de agrotóxicos. Pero hay otras políticas que se vinculan a viejas luchas que el gobierno tomó y concretó. La Ley de Medios por ejemplo. Y eso no se contradice con lo que pueda observar sobre el manejo que el oficialismo tiene de sus propios medios. Pero cuando hablamos de monopolios mediáticos hablamos de otra cosa. Hay peleas que hoy podemos dar con otro respaldo. Lo mismo pasa con la estatización de las AFJP, fue una medida importantísima, que permitió avanzar con otras políticas. No hubiera sido posible la AUH. Luego se puede criticar cómo se hace, pero no podés dejar de apoyar.
–¿Hubo errores de diagnóstico, como la insistencia en la debilidad política de Cristina?
–Sí, creo que en Libres del Sur y Proyecto Sur vieron una debilidad de Cristina que yo no veía. Incluso después de la muerte de Kirchner, cuando en su primer discurso aparece llorando, muchos compañeros vieron en eso un síntoma de debilidad. Para mí, en cambio, fue el momento de mayor conexión, en su figura había fortaleza. Existía también la idea de que el gobierno giraría a la derecha y lo que se dio fue una recuperación, con distintas políticas, de muchos sectores que parecían alejados. <
La clave
GRUPO A. “El tiempo demostró que no éramos todos lo mismo. El caso del 82% móvil por ejemplo, más allá de la intención de los otros bloques, nosotros sí presentamos una propuesta de financiamiento, no nos pueden decir que le hacemos el juego a la derecha.”
