El trágico accidente protagonizado ayer por un colectivo y dos trenes en Flores volvió a poner en el centro de la atención la demora registrada en la Capital para reemplazar los pasos a nivel por túneles o puentes. En los últimos 15 años sólo se concretaron nueve viaductos y un puente. Pero en la ciudad existen 103 cruces ferroviarios.
La eliminación de los pasos a nivel permite disminuir la cantidad de accidentes como el ocurrido ayer y dotar a la ciudad de mayor conectividad, además de reducir los tiempos de viaje al canalizar el tránsito por túneles o puentes.
El gobierno de Mauricio Macri incluyó dentro de su plan de infraestructura urbana 25 bajo niveles, algunos impulsados por administraciones anteriores. Permanecen en ejecución ocho de ellos; los viaductos de Monroe, Crisólogo Larralde y Manuela Pedraza (bajo las vías del ferrocarril Mitre), aptos para tránsito liviano y pesado.
También se trabaja en túneles de menor tamaño en las calles Ceretti, Arias, Besares e Iberá (Mitre); por ellos sólo circularán autos particulares y motos. A esta modalidad de pasos, se la conoce como «sapitos», ya que por su menor altura impiden la circulación de vehículos pesados. Finalmente, se avanzará con otro bajo nivel sobre la avenida Olazábal (Mitre), cuando concluya una obra hidráulica que afecta a la zona.
La construcción de otros 11″sapitos» fue frenada por distintos jueces porteños, como Elena Liberatori y Vicente Cataldo, a raíz de amparos presentados por vecinos y diputados opositores, como Sergio Abrevaya y María José Lubertino, pese a que habían sido aprobados por mayoría en la Legislatura porteña. Adujeron la falta de estudios de impacto ambiental y, además, los consideran innecesarios porque no solucionarán el peligro ni los trastornos que implican las barreras.
Si bien es cierto que la mayoría de los «sapitos» no reemplaza barreras existentes, intentan brindar mayor conectividad y, a la vez, servirán para absorber el tránsito liviano cuando se concreten bajo niveles grandes, dicen en el gobierno porteño.
Los túneles frenados están planificados sobre las calles Deheza, Quesada, Llavallol, Cuenca, Pacheco, Altolaguirre, Zamudio, Navarro, Varela, Empedrado y Marcos Sastre.
Durante la gestión de Macri, ya se inauguraron seis pasos bajo nivel: Dorrego, Soler, Mosconi, Punta Arenas, Bonorino y avenida Sarmiento. Fernando de la Rúa había habilitado, en 1997, el viaducto Carranza; Enrique Olivera, uno en Chorroarín; Aníbal Ibarra, otro que une Chorroarín y Constituyentes. En tanto, Telerman estrenó un puente sobre el Sarmiento, en Caballito, y realizó trámites licitatorios de varios túneles que luego terminó de concretar Macri..
La eliminación de los pasos a nivel permite disminuir la cantidad de accidentes como el ocurrido ayer y dotar a la ciudad de mayor conectividad, además de reducir los tiempos de viaje al canalizar el tránsito por túneles o puentes.
El gobierno de Mauricio Macri incluyó dentro de su plan de infraestructura urbana 25 bajo niveles, algunos impulsados por administraciones anteriores. Permanecen en ejecución ocho de ellos; los viaductos de Monroe, Crisólogo Larralde y Manuela Pedraza (bajo las vías del ferrocarril Mitre), aptos para tránsito liviano y pesado.
También se trabaja en túneles de menor tamaño en las calles Ceretti, Arias, Besares e Iberá (Mitre); por ellos sólo circularán autos particulares y motos. A esta modalidad de pasos, se la conoce como «sapitos», ya que por su menor altura impiden la circulación de vehículos pesados. Finalmente, se avanzará con otro bajo nivel sobre la avenida Olazábal (Mitre), cuando concluya una obra hidráulica que afecta a la zona.
La construcción de otros 11″sapitos» fue frenada por distintos jueces porteños, como Elena Liberatori y Vicente Cataldo, a raíz de amparos presentados por vecinos y diputados opositores, como Sergio Abrevaya y María José Lubertino, pese a que habían sido aprobados por mayoría en la Legislatura porteña. Adujeron la falta de estudios de impacto ambiental y, además, los consideran innecesarios porque no solucionarán el peligro ni los trastornos que implican las barreras.
Si bien es cierto que la mayoría de los «sapitos» no reemplaza barreras existentes, intentan brindar mayor conectividad y, a la vez, servirán para absorber el tránsito liviano cuando se concreten bajo niveles grandes, dicen en el gobierno porteño.
Los túneles frenados están planificados sobre las calles Deheza, Quesada, Llavallol, Cuenca, Pacheco, Altolaguirre, Zamudio, Navarro, Varela, Empedrado y Marcos Sastre.
Durante la gestión de Macri, ya se inauguraron seis pasos bajo nivel: Dorrego, Soler, Mosconi, Punta Arenas, Bonorino y avenida Sarmiento. Fernando de la Rúa había habilitado, en 1997, el viaducto Carranza; Enrique Olivera, uno en Chorroarín; Aníbal Ibarra, otro que une Chorroarín y Constituyentes. En tanto, Telerman estrenó un puente sobre el Sarmiento, en Caballito, y realizó trámites licitatorios de varios túneles que luego terminó de concretar Macri..
