Son días de zozobra en los pasillos de la Casa de Gobierno. Los ministros que fueron elegidos saben que tienen los días contados. El resto aguarda cualquier señal de la Presidenta Cristina Kirchner para conocer su destino, aunque la confirmación llegará sobre el filo del 10 de diciembre cuando arranque formalmente el nuevo período presidencial. Mientras tanto, el puesto más codiciado es la Jefatura de Gabinete, que dejará vacante Aníbal Fernández, para irse al Senado Nacional. En esa danza de nombres circuló el de Florencio Randazzo y Juan Manuel Abal Medina, pero con el correr de los días fue ganando terreno la figura del ministro de Planificación, Julio De Vido, y ahora un sector del kirchnerismo, postuló también a Nilda Garré.
El titular de Planificación es un hombre de confianza y que acompaña a los Kirchner desde que Néstor inició su carrera en la intendencia de Río Gallegos. Ya desde esos tiempos, De Vido fue uno de los custodios de las cuentas de cada gestión K, y así fue también durante estos ocho años desde su cartera.
Las versiones que De Vido retornaba a Santa Cruz se fueron esfumando. Su nombre ahora es uno de los confirmados en el Gabinete, junto al de Guillermo Moreno, aunque el destino de este soldado ultra k aún es una incógnita. Fue el diputado Carlos Kunkel (una voz autorizada y que cuenta entre sus pergaminos el hecho de anticipar varias decisiones oficiales, como las candidaturas de Cristina a senadora por Buenos Aires en 2005 y la presidencial de 2007) quien vaticinó la continuidad de ambos en el Gobierno.
A partir de entonces, la figura de De Vido retomó peso. Las versiones son dos: que siga al frente de Planificación o que esa cartera se divida en distintas áreas, como Obras Públicas, y Transporte y Energía para que el patagónico pase a ser una especie de superministro desde la Jefatura de Gabinete.
Sorpresivamente, un nuevo nombre se sumó a la grilla de postulantes para el cargo: Nilda Garré. Un sector del kirchnerismo ve con buenos ojos el desembarcó de la funcionaria como jefa de los ministros. Un funcionario cercano a CFK admitió que esta alternativa está entre las más fuertes y además aseguró: Es posible que la Presidenta la elija.
Cabe destacar que Garré construyó una relación estrecha con Fernández de Kirchner, quien incluso le reconoce el carácter y la dedicación con que llevó adelante las políticas para cambiar dos aéreas sensibles como fue Defensa, en su momento, y ahora Seguridad.
A De Vido y Moreno se sumó la continuidad de José Manzur, a quien Cristina le pidió que asuma como vicegobernador de Tucumán y, de inmediato, pida licencia para seguir al frente del Ministerio de Salud.
En tanto, Randazzo parece que también tendrá un lugar asegurado. Mientras sus acciones cayeron para ser jefe de Gabinete, subieron para que siga en Interior. Desde su entorno admitieron que al funcionario le agradaría seguir en ese lugar, ya que le permitirá tener un perfil más político y le servirá para jugar sus fichas en la pelea bonaerense 2015.
Otro que irrumpió en la danza de nombre fue el del economista Iván Heyn, miembro de La Campora y actualmente en el directorio de la corporación Puerto Madero. El joven K suena para ser uno de los posibles reemplazantes de Ricardo Echegaray al frente de la AFIP, y este ocuparía otro lugar en el elenco presidencial.
Otro que ante cada cambió su nombre suena para integrar el Gabinete, y en esta oportunidad no podía faltar, es el del embajador en España, Carlos Bettini. En la Rosada admitieron que CFK pretende que su amigo personal esté cerca y con un perfil bien político, e incluso no descartaron que recale en la Secretaría General, lo que no significa que Oscar Parrilli quede fuera del elenco presidencial.
El titular de Planificación es un hombre de confianza y que acompaña a los Kirchner desde que Néstor inició su carrera en la intendencia de Río Gallegos. Ya desde esos tiempos, De Vido fue uno de los custodios de las cuentas de cada gestión K, y así fue también durante estos ocho años desde su cartera.
Las versiones que De Vido retornaba a Santa Cruz se fueron esfumando. Su nombre ahora es uno de los confirmados en el Gabinete, junto al de Guillermo Moreno, aunque el destino de este soldado ultra k aún es una incógnita. Fue el diputado Carlos Kunkel (una voz autorizada y que cuenta entre sus pergaminos el hecho de anticipar varias decisiones oficiales, como las candidaturas de Cristina a senadora por Buenos Aires en 2005 y la presidencial de 2007) quien vaticinó la continuidad de ambos en el Gobierno.
A partir de entonces, la figura de De Vido retomó peso. Las versiones son dos: que siga al frente de Planificación o que esa cartera se divida en distintas áreas, como Obras Públicas, y Transporte y Energía para que el patagónico pase a ser una especie de superministro desde la Jefatura de Gabinete.
Sorpresivamente, un nuevo nombre se sumó a la grilla de postulantes para el cargo: Nilda Garré. Un sector del kirchnerismo ve con buenos ojos el desembarcó de la funcionaria como jefa de los ministros. Un funcionario cercano a CFK admitió que esta alternativa está entre las más fuertes y además aseguró: Es posible que la Presidenta la elija.
Cabe destacar que Garré construyó una relación estrecha con Fernández de Kirchner, quien incluso le reconoce el carácter y la dedicación con que llevó adelante las políticas para cambiar dos aéreas sensibles como fue Defensa, en su momento, y ahora Seguridad.
A De Vido y Moreno se sumó la continuidad de José Manzur, a quien Cristina le pidió que asuma como vicegobernador de Tucumán y, de inmediato, pida licencia para seguir al frente del Ministerio de Salud.
En tanto, Randazzo parece que también tendrá un lugar asegurado. Mientras sus acciones cayeron para ser jefe de Gabinete, subieron para que siga en Interior. Desde su entorno admitieron que al funcionario le agradaría seguir en ese lugar, ya que le permitirá tener un perfil más político y le servirá para jugar sus fichas en la pelea bonaerense 2015.
Otro que irrumpió en la danza de nombre fue el del economista Iván Heyn, miembro de La Campora y actualmente en el directorio de la corporación Puerto Madero. El joven K suena para ser uno de los posibles reemplazantes de Ricardo Echegaray al frente de la AFIP, y este ocuparía otro lugar en el elenco presidencial.
Otro que ante cada cambió su nombre suena para integrar el Gabinete, y en esta oportunidad no podía faltar, es el del embajador en España, Carlos Bettini. En la Rosada admitieron que CFK pretende que su amigo personal esté cerca y con un perfil bien político, e incluso no descartaron que recale en la Secretaría General, lo que no significa que Oscar Parrilli quede fuera del elenco presidencial.