Dos de cada tres empresarios esperan un deterioro de la política económica en los próximos dos años.
Dos de cada tres empresarios esperan un deterioro de la política económica en los próximos dos años. Su visión de la economía local empeoró «sensiblemente». No obstante, creen que el país y sus empresas están preparadas para la crisis global.
Las conclusiones divulgadas ayer se desprenden de la encuesta de expectativas empresariales de Deloitte, que fue realizada en septiembre.
Casi el 67% de los consultados esperaba un deterioro de la política económica y el 32% aguardaba escasos cambios. Las respuestas se completaban con un 7% de empresarios que esperaba un fuerte deterioro.
Las respuestas contrastan con las obtenidas en la primera edición de esta encuesta (marzo de 2010), al comienzo del nuevo gobierno.
Entonces, la mayoría esperaba escasos cambios (57%) y un 26% aguardaba un leve deterioro. El resto se repartía entre los que esperaban una leve mejora (15%) y los que esperaban una mejora fuerte (1%).
En la encuesta de septiembre participaron 157 altos ejecutivos, señala Deloitte.
También la aprobación de la gestión de gobierno continuó su tendencia a la baja de los últimos meses. Cayó desde 54% en agosto de 2010 a 31% en marzo de este año y en septiembre se ubicó en 15%.
A su vez, aumentó fuertemente el porcentaje de encuestados que la desaprueba, desde 14% en marzo hasta 49% en la última encuesta.
Así, se estrechó la franja de aquellos que «ni aprueban ni desaprueban» la gestión del gobierno, de un 68% del total a un 36% entre marzo y septiembre.
Las áreas de seguridad pública y educación recibieron una vez más evaluaciones «muy negativas», con respuestas desfavorables que superan el 80%.
pesimismo. Por otra parte, los empresarios empeoraron su visión sobre la economía uruguaya. En marzo el 58% creía que ésta se encontraba en una mejor posición que un año atrás, pero en septiembre ese registro fue de solo 21%.
Como contraparte, aumentó de 2% a 28% el porcentaje de quienes consideran que está peor que un año atrás.
Los empresarios fueron también más pesimistas sobre la evolución del clima de inversiones, aunque en términos absolutos la mayoría considera que sigue siendo «bueno» o «muy bueno» en la actualidad (con 56% y 10% de las respuestas, respectivamente).
En cuanto a sus perspectivas a futuro, predominan las negativas. Un 61% cree que la situación económica empeorará el año siguiente y un 60% espera que desmejore el clima de inversiones en ese lapso.
En cuanto a la crisis global, el 54% cree que Uruguay está preparado de forma regular para enfrentar un deterioro del marco externo, un 43% cree que está bien preparado y muy pocos que estuviera mal preparado (2%). El otro 1% creía que el país está «muy bien preparado». Además, la mayoría de los encuestados esperaba pocos impactos de la crisis sobre sus empresas.
El pesimismo en las proyecciones a nivel empresarial se observa de forma «mucho menos marcada». Los que observaban un deterioro en la situación general de su empresa subieron de 14% a 25%.
Las expectativas sobre el desempeño a futuro de las empresas en el próximo año muestran que bajó de 61% del total a 35% la participación de aquellos que aguardaban una mejora, aunque «solo un 24% de los encuestados» esperaba que empeorara.
Dos de cada tres empresarios esperan un deterioro de la política económica en los próximos dos años. Su visión de la economía local empeoró «sensiblemente». No obstante, creen que el país y sus empresas están preparadas para la crisis global.
Las conclusiones divulgadas ayer se desprenden de la encuesta de expectativas empresariales de Deloitte, que fue realizada en septiembre.
Casi el 67% de los consultados esperaba un deterioro de la política económica y el 32% aguardaba escasos cambios. Las respuestas se completaban con un 7% de empresarios que esperaba un fuerte deterioro.
Las respuestas contrastan con las obtenidas en la primera edición de esta encuesta (marzo de 2010), al comienzo del nuevo gobierno.
Entonces, la mayoría esperaba escasos cambios (57%) y un 26% aguardaba un leve deterioro. El resto se repartía entre los que esperaban una leve mejora (15%) y los que esperaban una mejora fuerte (1%).
En la encuesta de septiembre participaron 157 altos ejecutivos, señala Deloitte.
También la aprobación de la gestión de gobierno continuó su tendencia a la baja de los últimos meses. Cayó desde 54% en agosto de 2010 a 31% en marzo de este año y en septiembre se ubicó en 15%.
A su vez, aumentó fuertemente el porcentaje de encuestados que la desaprueba, desde 14% en marzo hasta 49% en la última encuesta.
Así, se estrechó la franja de aquellos que «ni aprueban ni desaprueban» la gestión del gobierno, de un 68% del total a un 36% entre marzo y septiembre.
Las áreas de seguridad pública y educación recibieron una vez más evaluaciones «muy negativas», con respuestas desfavorables que superan el 80%.
pesimismo. Por otra parte, los empresarios empeoraron su visión sobre la economía uruguaya. En marzo el 58% creía que ésta se encontraba en una mejor posición que un año atrás, pero en septiembre ese registro fue de solo 21%.
Como contraparte, aumentó de 2% a 28% el porcentaje de quienes consideran que está peor que un año atrás.
Los empresarios fueron también más pesimistas sobre la evolución del clima de inversiones, aunque en términos absolutos la mayoría considera que sigue siendo «bueno» o «muy bueno» en la actualidad (con 56% y 10% de las respuestas, respectivamente).
En cuanto a sus perspectivas a futuro, predominan las negativas. Un 61% cree que la situación económica empeorará el año siguiente y un 60% espera que desmejore el clima de inversiones en ese lapso.
En cuanto a la crisis global, el 54% cree que Uruguay está preparado de forma regular para enfrentar un deterioro del marco externo, un 43% cree que está bien preparado y muy pocos que estuviera mal preparado (2%). El otro 1% creía que el país está «muy bien preparado». Además, la mayoría de los encuestados esperaba pocos impactos de la crisis sobre sus empresas.
El pesimismo en las proyecciones a nivel empresarial se observa de forma «mucho menos marcada». Los que observaban un deterioro en la situación general de su empresa subieron de 14% a 25%.
Las expectativas sobre el desempeño a futuro de las empresas en el próximo año muestran que bajó de 61% del total a 35% la participación de aquellos que aguardaban una mejora, aunque «solo un 24% de los encuestados» esperaba que empeorara.