El secretario de Relaciones Internacionales de la UOM dice que rompió un maleficio al lograr ser el primer intendente reelecto de su distrito, Quilmes.
Por Rosario Ayerdi
05/11/11 – 04:29
Alcalde quilmeño. En su despacho del sindicato metalúrgico, tiene fotos con Néstor Kirchner, Lorenzo Miguel y un retrato de Rucci.
Francisco “Barba” Gutiérrez rompió el maleficio reeleccionista que los quilmeños aseguraban que perseguía a los jefes comunales que buscaban un nuevo mandato. “Nunca un intendente pudo ser reelecto, ni siquiera los comisionados cuando se los ponía desde el Gobierno central”, se jacta el alcalde quilmeño que llegó al cargo en 2007 y fue reelecto el 23 de octubre
“Algunos atribuían ello a un maleficio, pero lo que sucedía es que los intendentes sólo gobernaban para el centro de la ciudad. En cuatro años, cumplimos con los compromisos tomados y eso terminó con el maleficio”, explicó en diálogo con PERFIL el dirigente de la UOM.
El Barba tuvo que enfrentarse a Daniel Gurzi, candidato del jefe de Gabinete, Aníbal Fernandez. “El próximo intendente de Quilmes es peronista, o gana Daniel Gurzi, o seguimos con cuatro años de atraso como hasta ahora”, disparó en su Twitter el funcionario pocos días antes de finalizar la veda.
—Con el caudal de votos que obtuvo la Presidenta, ¿quedó demostrado que el intendente ya no le puede hacer ganar o peder una elección a un gobierno?
—Si el Gobierno nacional no tuviese afinidad con los gobiernos locales, tendría dificultades. Lo mismo pasa con el intendente si no tiene tanta afinidad con el Gobierno nacional. La gente analiza que los gobiernos municipales necesitan articulación para que les vaya bien. Si ven que hay una confrontación muy fuerte, evalúan a quién votar y, obviamente, siempre pesa mucho lo local.
—De las dos secciones electorales más importantes, en esta elección la tercera se impuso ante la primera como la más peronista…
—Sin dudas, la tercera es más peronista. Tenemos distritos muy grandes con sectores humildes y trabajadores, por lo que la identificación con el peronismo, con Néstor y con Cristina es muy fuerte. También, obviamente, la tercera es más fuerte por su cantidad de electores. Existe un reconocimiento de todos a la tercera desde 2009 cuando se perdió en la provincia. Néstor ganó en la tercera, y algunos en la primera ni siquiera quisieron ir en la testimonial, algunos pensaron que se había terminado el kirchnerismo. Se equivocaron mal, después lo reconocieron y esos intendentes tuvieron que volver.
—¿Cristina debería ir por un tercer mandato?
—Me parece bueno que haya continuidad. En el caso de Quilmes, no tenerla significó un retraso. La continuidad no genera gobiernos autoritarios ni antidemocráticos como quiere hacer aparecer la oposición. Para lograr todos los objetivos, como llegar al 50% y 50% de la distribución del ingreso, no nos van a alcanzar los cuatro años que vienen. Habría que posibilitar la re-re de Cristina y dejar que el pueblo decida.
—¿Entonces, está de acuerdo con una reforma constitucional?
—Yo esta Constitución la quisiera reformar, porque responde a un modelo productivo impuesto por el Consenso de Washington, que tiene que ver con un modelo económico que no es el modelo argentino. Además, hay que reformarla porque los recursos naturales estratégicos no pueden ser propiedad de las provincias y no del estado nacional, esto significa por ejemplo, que la explotación minera en San Juan no responden a los intereses de la nación, por lo que el gobierno argentino no discute con los inversores, sino la provincia, y las provincias son débiles frente a los grandes grupos monopólicos internacionales. Entonces, yo estoy de acuerdo que haya reforma con re-reelección y con estas cosas de fondo.
—Esta semana se dio un cruce por los cortes en las rutas y calles entre la Presidenta y Pablo Moyano, quien dijo que los trabajadores saldrán a la calle si no se actualiza el mínimo no imponible del impuesto a las ganancias…
—Este es un reclamo legítimo y es una reivindicación importante para el movimiento obrero que en algún momento se debe resolver. Por otro lado, lo que plantea la Presidenta está bien, porque no por cualquier cosa cualquiera puede cortar la calle. En este reclamo, hay canales naturales institucionales como el Congreso para ser canalizados. No creo que por esto se llegue a un conflicto nacional.
“No vayan con Aníbal porque pierden”
—En Quilmes le ganó al aparato de Aníbal Fernández, Eduardo Camaño y Federico Scarabino.
—Nosotros somos la nueva política en Quilmes, si bien tengo una presencia histórica en el distrito, tenemos una nueva forma de hacer política, la gente optó por eso frente a todo lo otro.
—¿Su rival más duro fue Aníbal?
—Aníbal ya no tiene la misma presencia que tenía tiempo atrás. Nosotros ganamos en 2007, 2009 y 2011 siendo oposición de Aníbal, la gente no tiene ninguna expectativa con él o con la gente que pretende instalar en Quilmes. Yo les aconsejaría a los futuros candidatos que no vayan con Aníbal, porque pierden seguro.
—Sin embargo, obtuvo un importante caudal de votos como senador…
—En todo caso, la gente en Quilmes quiere ver a Aníbal trabajando para fortalecer al gobierno local y no para pelearlo, lo quiere ver trabajando desde la Nación y apoyando al distrito, esto de meterse para perjudicar y estar en contra no es lo que se quiere.
—¿El 59% que consiguió se lo debe al arrastre de Cristina?
—Totalmente, la gente no votó a senador, votó a Presidente con lo que está atrás, después votó al gobernador con lo que lleva, y al intendente con lo suyo. Sería bueno en el futuro de que las categorías se diferencien.
—Con boleta única, ¿cuánto sacaría?
—Muy poco. Debería ser candidato a gobernador, presidente o intendente y ver cuántos votos saca. De hecho, cuando quiso ser reelecto perdió la interna, no lo votaron. Ahora ingresó no porque lo votan a él, sino por la lista sábana.
Por Rosario Ayerdi
05/11/11 – 04:29
Alcalde quilmeño. En su despacho del sindicato metalúrgico, tiene fotos con Néstor Kirchner, Lorenzo Miguel y un retrato de Rucci.
Francisco “Barba” Gutiérrez rompió el maleficio reeleccionista que los quilmeños aseguraban que perseguía a los jefes comunales que buscaban un nuevo mandato. “Nunca un intendente pudo ser reelecto, ni siquiera los comisionados cuando se los ponía desde el Gobierno central”, se jacta el alcalde quilmeño que llegó al cargo en 2007 y fue reelecto el 23 de octubre
“Algunos atribuían ello a un maleficio, pero lo que sucedía es que los intendentes sólo gobernaban para el centro de la ciudad. En cuatro años, cumplimos con los compromisos tomados y eso terminó con el maleficio”, explicó en diálogo con PERFIL el dirigente de la UOM.
El Barba tuvo que enfrentarse a Daniel Gurzi, candidato del jefe de Gabinete, Aníbal Fernandez. “El próximo intendente de Quilmes es peronista, o gana Daniel Gurzi, o seguimos con cuatro años de atraso como hasta ahora”, disparó en su Twitter el funcionario pocos días antes de finalizar la veda.
—Con el caudal de votos que obtuvo la Presidenta, ¿quedó demostrado que el intendente ya no le puede hacer ganar o peder una elección a un gobierno?
—Si el Gobierno nacional no tuviese afinidad con los gobiernos locales, tendría dificultades. Lo mismo pasa con el intendente si no tiene tanta afinidad con el Gobierno nacional. La gente analiza que los gobiernos municipales necesitan articulación para que les vaya bien. Si ven que hay una confrontación muy fuerte, evalúan a quién votar y, obviamente, siempre pesa mucho lo local.
—De las dos secciones electorales más importantes, en esta elección la tercera se impuso ante la primera como la más peronista…
—Sin dudas, la tercera es más peronista. Tenemos distritos muy grandes con sectores humildes y trabajadores, por lo que la identificación con el peronismo, con Néstor y con Cristina es muy fuerte. También, obviamente, la tercera es más fuerte por su cantidad de electores. Existe un reconocimiento de todos a la tercera desde 2009 cuando se perdió en la provincia. Néstor ganó en la tercera, y algunos en la primera ni siquiera quisieron ir en la testimonial, algunos pensaron que se había terminado el kirchnerismo. Se equivocaron mal, después lo reconocieron y esos intendentes tuvieron que volver.
—¿Cristina debería ir por un tercer mandato?
—Me parece bueno que haya continuidad. En el caso de Quilmes, no tenerla significó un retraso. La continuidad no genera gobiernos autoritarios ni antidemocráticos como quiere hacer aparecer la oposición. Para lograr todos los objetivos, como llegar al 50% y 50% de la distribución del ingreso, no nos van a alcanzar los cuatro años que vienen. Habría que posibilitar la re-re de Cristina y dejar que el pueblo decida.
—¿Entonces, está de acuerdo con una reforma constitucional?
—Yo esta Constitución la quisiera reformar, porque responde a un modelo productivo impuesto por el Consenso de Washington, que tiene que ver con un modelo económico que no es el modelo argentino. Además, hay que reformarla porque los recursos naturales estratégicos no pueden ser propiedad de las provincias y no del estado nacional, esto significa por ejemplo, que la explotación minera en San Juan no responden a los intereses de la nación, por lo que el gobierno argentino no discute con los inversores, sino la provincia, y las provincias son débiles frente a los grandes grupos monopólicos internacionales. Entonces, yo estoy de acuerdo que haya reforma con re-reelección y con estas cosas de fondo.
—Esta semana se dio un cruce por los cortes en las rutas y calles entre la Presidenta y Pablo Moyano, quien dijo que los trabajadores saldrán a la calle si no se actualiza el mínimo no imponible del impuesto a las ganancias…
—Este es un reclamo legítimo y es una reivindicación importante para el movimiento obrero que en algún momento se debe resolver. Por otro lado, lo que plantea la Presidenta está bien, porque no por cualquier cosa cualquiera puede cortar la calle. En este reclamo, hay canales naturales institucionales como el Congreso para ser canalizados. No creo que por esto se llegue a un conflicto nacional.
“No vayan con Aníbal porque pierden”
—En Quilmes le ganó al aparato de Aníbal Fernández, Eduardo Camaño y Federico Scarabino.
—Nosotros somos la nueva política en Quilmes, si bien tengo una presencia histórica en el distrito, tenemos una nueva forma de hacer política, la gente optó por eso frente a todo lo otro.
—¿Su rival más duro fue Aníbal?
—Aníbal ya no tiene la misma presencia que tenía tiempo atrás. Nosotros ganamos en 2007, 2009 y 2011 siendo oposición de Aníbal, la gente no tiene ninguna expectativa con él o con la gente que pretende instalar en Quilmes. Yo les aconsejaría a los futuros candidatos que no vayan con Aníbal, porque pierden seguro.
—Sin embargo, obtuvo un importante caudal de votos como senador…
—En todo caso, la gente en Quilmes quiere ver a Aníbal trabajando para fortalecer al gobierno local y no para pelearlo, lo quiere ver trabajando desde la Nación y apoyando al distrito, esto de meterse para perjudicar y estar en contra no es lo que se quiere.
—¿El 59% que consiguió se lo debe al arrastre de Cristina?
—Totalmente, la gente no votó a senador, votó a Presidente con lo que está atrás, después votó al gobernador con lo que lleva, y al intendente con lo suyo. Sería bueno en el futuro de que las categorías se diferencien.
—Con boleta única, ¿cuánto sacaría?
—Muy poco. Debería ser candidato a gobernador, presidente o intendente y ver cuántos votos saca. De hecho, cuando quiso ser reelecto perdió la interna, no lo votaron. Ahora ingresó no porque lo votan a él, sino por la lista sábana.