Jueves 17 de Noviembre de 2011
Por Carlos Burgueño.-
Transporte y rentabilidad de empresas, los próximos pasos
Según el Gobierno, la meta final para 2012 es ahorrar unos $ 30.000 M
Por: Carlos Burgueño
Según los cálculos de Economía, para diciembre de 2012, el ahorro fiscal vía recorte de subsidios a los servicios públicos debería llegar a los $ 30.000 millones. Los aproximadamente $ 4.000 millones anunciados ayer por Amado Boudou y Julio De Vido, serían entonces sólo uno de los primeros pasos de un programa más amplio para lograr reducir a casi la mitad, los $ 78.000 millones destinados a ese fin. Lo que busca el Gobierno con este plan, es dar una señal a los mercados, sobre el regreso de la política de consolidación de los superávit gemelos, luego de unos años (2009-2011), donde la situación fiscal del país se deterioró.
La próxima etapa en este programa será triple. Por un lado, continuarán anunciándose reducciones en los subsidios al sector privado. Además habrá un avance en cuanto al recálculo de los u$s 7.000 millones que el Gobierno había proyectado debía destinar a la importación de combustibles. Finalmente, Economía y el Ministerio de Planificación comenzarán a trabajar rápidamente en el más complejo de todo el capítulo subsidios: el transporte público. En el medio de todos estos avances, se multiplicarán las reuniones con las empresas proveedoras, que deberán mostrar sus números finales luego de las reducción de los subsidios. La intención es verificar si la rentabilidad que muestran luego de las medidas anunciadas en estas semanas, es «razonable» a los ojos del Gobierno.
Los principales avances de la política fiscal que encara el Gobierno por estos días son los siguientes:
Ahorro Total. El objetivo es bajar en $ 30.000 millones los $ 78.000 millones presupuestados para atender los subsidios para los servicios públicos. De acuerdo con el proyecto de Presupuesto enviado a la Cámara de Diputados, la pauta de gastos e ingresos establece subsidios por 75.273 millones de pesos (a los que hay que sumar las estimaciones para aumentos salariales, lo que completaría los $ 78.000 millones), unos $ 12.135 millones más que lo autorizado para 2011. Se comenzará a trabajar ahora en una reducción de los subsidios a la electricidad, el gas y el agua en otros sectores empresarios, fundamentalmente exportadores cerealeros y grandes importadores. El nuevo anuncio se hará en una semana.
Transporte. Cuando terminen de nombrarse los integrantes del próximo gabinete comenzará a estudiarse la reducción de los subsidios al transporte. Sabe el Gobierno que es el capítulo más polémico de todo el panorama de subsidios, ya que apunta directamente al ingreso de los sectores de menores ingresos. La idea primaria es trabajar sobre la demanda y no la oferta. Esto es, ver la forma de mantener el subsidio directamente a las familias; elevando las tarifas de colectivos, trenes y subtes. Para poder aplicar esta política sectorial, se piensa trabajar directamente en la generalización de la tarjeta SUBE, viendo la posibilidad de personificarla y subsidiar directamente este instrumento según las necesidades puntuales.
Ahorro en transporte. Se trata de un ítem donde el Estado destina unos $ 20.000 millones anuales. Las primeras novedades comenzarían a llegar luego de las vacaciones. El primer turno para la reducción de estos subsidios, se aplicaría en los colectivos con recorridos en Capital Federal y el Gran Buenos Aires. Una comisión mixta del Ministerio de Economía y la Secretaría de Transporte está estudiando los tipos de recortes que se implementarán.
Empresas. De a una, y cuando la política de reducción de subsidios esté ya en marcha, serán citadas a mostrar sus números empresas como Edenor, Edesur, Metrogas, Gas Natural, Pampa Energía, TGS, TGN, Transener y Sudamericana de Aguas. La intención oficial es verificar la rentabilidad que obtengan, para luego comenzar a trabajar sobre eventuales subas de tarifas. La intención es mantenerlas congeladas la mayor cantidad de tiempo posible. El dinero que se ahorre con estas medidas, deberá ir el 100% a las arcas públicas. Quizá por esto, los anuncios no tuvieron ningún efecto positivo en las cotizaciones de estas empresas en la Bolsa de Comercio.
Consumo y ahorro. Según los cálculos oficiales, habrá una necesaria desaceleración en el consumo de los sectores medios y altos luego de este ajuste. Esto redundará en una baja en la capacidad de ahorro y una necesaria racionalización del uso de energía eléctrica y gas. Indirectamente, este sector tendrá además menos dinero para demandar dólares. La intención oficial es que esta tendencia no llegue a los sectores bajos, para que los ingresos de estos grupos no se alteren.
Importación de energía. El Gobierno presupuestó para 2012 unos u$s 7.000 millones. Si finalmente se da una racionalización en el ritmo de gasto en energía, debería haber también una menor demanda, tanto de empresas como de familias, lo que podría reducir el dinero necesario para estas importaciones. No hay cálculos sobre el monto de este efecto, pero hay entusiasmo en lograr una cifra final de 2.000 o 3.000 millones de pesos extras.
Recaudación. El Gobierno comenzó a ser más austero en cuanto al sobrecálculo de los ingresos para 2012. La meta de crecimiento se mantendrá en un 5%, cifra que en general es superada en los años de kirchnerismo, pero que en el marco general puede resultar bastante racional. Por esto, la mayoría de las iniciativas en los próximos meses, al menos hasta que comience 2012 y haya un panorama general de cómo evolucionará el año, todas las medidas serán enfocadas en el gasto.
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Por Carlos Burgueño.-
Transporte y rentabilidad de empresas, los próximos pasos
Según el Gobierno, la meta final para 2012 es ahorrar unos $ 30.000 M
Por: Carlos Burgueño
Según los cálculos de Economía, para diciembre de 2012, el ahorro fiscal vía recorte de subsidios a los servicios públicos debería llegar a los $ 30.000 millones. Los aproximadamente $ 4.000 millones anunciados ayer por Amado Boudou y Julio De Vido, serían entonces sólo uno de los primeros pasos de un programa más amplio para lograr reducir a casi la mitad, los $ 78.000 millones destinados a ese fin. Lo que busca el Gobierno con este plan, es dar una señal a los mercados, sobre el regreso de la política de consolidación de los superávit gemelos, luego de unos años (2009-2011), donde la situación fiscal del país se deterioró.
La próxima etapa en este programa será triple. Por un lado, continuarán anunciándose reducciones en los subsidios al sector privado. Además habrá un avance en cuanto al recálculo de los u$s 7.000 millones que el Gobierno había proyectado debía destinar a la importación de combustibles. Finalmente, Economía y el Ministerio de Planificación comenzarán a trabajar rápidamente en el más complejo de todo el capítulo subsidios: el transporte público. En el medio de todos estos avances, se multiplicarán las reuniones con las empresas proveedoras, que deberán mostrar sus números finales luego de las reducción de los subsidios. La intención es verificar si la rentabilidad que muestran luego de las medidas anunciadas en estas semanas, es «razonable» a los ojos del Gobierno.
Los principales avances de la política fiscal que encara el Gobierno por estos días son los siguientes:
Ahorro Total. El objetivo es bajar en $ 30.000 millones los $ 78.000 millones presupuestados para atender los subsidios para los servicios públicos. De acuerdo con el proyecto de Presupuesto enviado a la Cámara de Diputados, la pauta de gastos e ingresos establece subsidios por 75.273 millones de pesos (a los que hay que sumar las estimaciones para aumentos salariales, lo que completaría los $ 78.000 millones), unos $ 12.135 millones más que lo autorizado para 2011. Se comenzará a trabajar ahora en una reducción de los subsidios a la electricidad, el gas y el agua en otros sectores empresarios, fundamentalmente exportadores cerealeros y grandes importadores. El nuevo anuncio se hará en una semana.
Transporte. Cuando terminen de nombrarse los integrantes del próximo gabinete comenzará a estudiarse la reducción de los subsidios al transporte. Sabe el Gobierno que es el capítulo más polémico de todo el panorama de subsidios, ya que apunta directamente al ingreso de los sectores de menores ingresos. La idea primaria es trabajar sobre la demanda y no la oferta. Esto es, ver la forma de mantener el subsidio directamente a las familias; elevando las tarifas de colectivos, trenes y subtes. Para poder aplicar esta política sectorial, se piensa trabajar directamente en la generalización de la tarjeta SUBE, viendo la posibilidad de personificarla y subsidiar directamente este instrumento según las necesidades puntuales.
Ahorro en transporte. Se trata de un ítem donde el Estado destina unos $ 20.000 millones anuales. Las primeras novedades comenzarían a llegar luego de las vacaciones. El primer turno para la reducción de estos subsidios, se aplicaría en los colectivos con recorridos en Capital Federal y el Gran Buenos Aires. Una comisión mixta del Ministerio de Economía y la Secretaría de Transporte está estudiando los tipos de recortes que se implementarán.
Empresas. De a una, y cuando la política de reducción de subsidios esté ya en marcha, serán citadas a mostrar sus números empresas como Edenor, Edesur, Metrogas, Gas Natural, Pampa Energía, TGS, TGN, Transener y Sudamericana de Aguas. La intención oficial es verificar la rentabilidad que obtengan, para luego comenzar a trabajar sobre eventuales subas de tarifas. La intención es mantenerlas congeladas la mayor cantidad de tiempo posible. El dinero que se ahorre con estas medidas, deberá ir el 100% a las arcas públicas. Quizá por esto, los anuncios no tuvieron ningún efecto positivo en las cotizaciones de estas empresas en la Bolsa de Comercio.
Consumo y ahorro. Según los cálculos oficiales, habrá una necesaria desaceleración en el consumo de los sectores medios y altos luego de este ajuste. Esto redundará en una baja en la capacidad de ahorro y una necesaria racionalización del uso de energía eléctrica y gas. Indirectamente, este sector tendrá además menos dinero para demandar dólares. La intención oficial es que esta tendencia no llegue a los sectores bajos, para que los ingresos de estos grupos no se alteren.
Importación de energía. El Gobierno presupuestó para 2012 unos u$s 7.000 millones. Si finalmente se da una racionalización en el ritmo de gasto en energía, debería haber también una menor demanda, tanto de empresas como de familias, lo que podría reducir el dinero necesario para estas importaciones. No hay cálculos sobre el monto de este efecto, pero hay entusiasmo en lograr una cifra final de 2.000 o 3.000 millones de pesos extras.
Recaudación. El Gobierno comenzó a ser más austero en cuanto al sobrecálculo de los ingresos para 2012. La meta de crecimiento se mantendrá en un 5%, cifra que en general es superada en los años de kirchnerismo, pero que en el marco general puede resultar bastante racional. Por esto, la mayoría de las iniciativas en los próximos meses, al menos hasta que comience 2012 y haya un panorama general de cómo evolucionará el año, todas las medidas serán enfocadas en el gasto.
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