El jueves 24 de noviembre de 2011, 1:00
«Llegamos al momento en el que hay que cambiar las reglas de juego y la forma en la que se está llevando la economía», advirtió José María Fanelli. Este economista miembro del Centro de Estudios de Estado y Sociedad y del Conicet, expuso ayer en el marco de los almuerzos que organiza la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa. Allí, se refirió al escenario que enfrentará el país en 2012 y los cambios que el Gobierno deberá instrumentar para combatir la fuga de capitales, la inflación y la situación fiscal. Tras la charla, en entrevista con Ámbito Financiero, Fanelli se refirió al tema de los subsidios y explicó que si bien impactarán en el nivel de inflación «es una locura que representen un 4% del PBI».
Periodista: En medio de esta incertidumbre, ¿cómo piensa que será 2012?
José María Fanelli: Hay señales muy confusas. Un día la Presidente se muestra pro empresario y después dice que va a intervenir más. Déficit fiscal y dolarización son los primeros puntos para atacar la expectativa de inflación. Necesitamos coordinar la inflación con los sindicatos para que esté a niveles inferiores del 25% o nos vamos a ver obligados a devaluar mucho.
P.: Nombró la inflación, ¿cuánto impactará la eliminación de los subidos?
J.M.F.: Hay cuatro puntos del PBI que van para subsidios. Es una locura. La Asignación Universal por Hijo -que realmente es para el sector más carenciado- es de apenas un 0,5%. Va a haber un ajuste tarifario importante y afectará la inflación. Subirá 3 o 4 puntos anuales los tres primeros meses, pero después ya no será un problema. No hay forma de seguir sin ajustes en las tarifas.
P.: ¿Qué pasa si continúa el esquema actual de alta inflación y dólar bajo?
J.M.F.: Esta situación no va a durar mucho. El saldo comercial y las reservas ya empezaron a caer. Esto es de libro de texto. Hasta las elecciones mantuvieron las tarifas bajas y el gasto alto. El Banco Central estuvo emitiendo al 40%. Hubo fiesta del consumo y no inversión. Hubo nivel de actividad para todos. Esta combinación dio como resultado un 54% de votos, pero ahora habrá que repensar.
P.: ¿La fuga de capitales es uno de los problemas más urgentes para este Gobierno?
J.M.F.: Ninguna economía puede tener una fuga de u$s 3.000 millones al mes. Se pueden poner parches y hasta prohibir que compren, pero no va a alcanzar. Desde afuera dicen para qué voy a invertir si los argentinos no lo hacen. El argentino por su parte, no deja la plata en el país porque ve que las multinacionales tampoco lo hacen. Cada dólar que se fuga es una persona que se queda sin trabajo calificado. Eso tenemos que metérnoslo en la cabeza.
P.: En este contexto, ¿cuál es el mejor nombre para el Ministerio de Economía?
J.M.F.: Nombres no tengo. No me llamen a mí (se ríe). Llamen a alguien que sea creíble. Tendrá un rol parecido al de Sarmiento. Estuvimos mucho tiempo sin invertir. Tenemos la plata en una cajita y no la usamos para hacer caminos, construir puertos… El perfil que me gustaría es el de un ministro ordenado en lo fiscal y en lo monetario, pero con carácter productivista, porque la Argentina tiene la oportunidad de crecer sólidamente con los recursos que ya tiene.
P.: ¿Otro de los requisitos será que sepa convivir con Guillermo Moreno?
J.M.F.: En economía hay dicotomía entre discrecionalidad y reglas. Sin exagerar el punto, me parece que el funcionario es sólo discrecionalidad y eso le da libertad para hacer lo que el Gobierno quiere, y la desventaja de que los privados no saben para dónde va el Gobierno.
P.: ¿2012 será un año en el que el Gobierno se acercará más a las empresas?
J.M.F.: Creo que veremos un Gobierno más tirado al sector empresario que en el período anterior. Veo un escenario donde se va a tener que pelear un poquito (con los sindicatos) o cambiar las relaciones. Antes negociaban aumentos salariales al 30% y nadie se escandalizaba. Con una devaluación al 7% eso no va a ser posible. De cualquier manera, lo importante es que este Gobierno se alejó de la buena macroeconomía.
Entrevista de Ignacio Ros
«Llegamos al momento en el que hay que cambiar las reglas de juego y la forma en la que se está llevando la economía», advirtió José María Fanelli. Este economista miembro del Centro de Estudios de Estado y Sociedad y del Conicet, expuso ayer en el marco de los almuerzos que organiza la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa. Allí, se refirió al escenario que enfrentará el país en 2012 y los cambios que el Gobierno deberá instrumentar para combatir la fuga de capitales, la inflación y la situación fiscal. Tras la charla, en entrevista con Ámbito Financiero, Fanelli se refirió al tema de los subsidios y explicó que si bien impactarán en el nivel de inflación «es una locura que representen un 4% del PBI».
Periodista: En medio de esta incertidumbre, ¿cómo piensa que será 2012?
José María Fanelli: Hay señales muy confusas. Un día la Presidente se muestra pro empresario y después dice que va a intervenir más. Déficit fiscal y dolarización son los primeros puntos para atacar la expectativa de inflación. Necesitamos coordinar la inflación con los sindicatos para que esté a niveles inferiores del 25% o nos vamos a ver obligados a devaluar mucho.
P.: Nombró la inflación, ¿cuánto impactará la eliminación de los subidos?
J.M.F.: Hay cuatro puntos del PBI que van para subsidios. Es una locura. La Asignación Universal por Hijo -que realmente es para el sector más carenciado- es de apenas un 0,5%. Va a haber un ajuste tarifario importante y afectará la inflación. Subirá 3 o 4 puntos anuales los tres primeros meses, pero después ya no será un problema. No hay forma de seguir sin ajustes en las tarifas.
P.: ¿Qué pasa si continúa el esquema actual de alta inflación y dólar bajo?
J.M.F.: Esta situación no va a durar mucho. El saldo comercial y las reservas ya empezaron a caer. Esto es de libro de texto. Hasta las elecciones mantuvieron las tarifas bajas y el gasto alto. El Banco Central estuvo emitiendo al 40%. Hubo fiesta del consumo y no inversión. Hubo nivel de actividad para todos. Esta combinación dio como resultado un 54% de votos, pero ahora habrá que repensar.
P.: ¿La fuga de capitales es uno de los problemas más urgentes para este Gobierno?
J.M.F.: Ninguna economía puede tener una fuga de u$s 3.000 millones al mes. Se pueden poner parches y hasta prohibir que compren, pero no va a alcanzar. Desde afuera dicen para qué voy a invertir si los argentinos no lo hacen. El argentino por su parte, no deja la plata en el país porque ve que las multinacionales tampoco lo hacen. Cada dólar que se fuga es una persona que se queda sin trabajo calificado. Eso tenemos que metérnoslo en la cabeza.
P.: En este contexto, ¿cuál es el mejor nombre para el Ministerio de Economía?
J.M.F.: Nombres no tengo. No me llamen a mí (se ríe). Llamen a alguien que sea creíble. Tendrá un rol parecido al de Sarmiento. Estuvimos mucho tiempo sin invertir. Tenemos la plata en una cajita y no la usamos para hacer caminos, construir puertos… El perfil que me gustaría es el de un ministro ordenado en lo fiscal y en lo monetario, pero con carácter productivista, porque la Argentina tiene la oportunidad de crecer sólidamente con los recursos que ya tiene.
P.: ¿Otro de los requisitos será que sepa convivir con Guillermo Moreno?
J.M.F.: En economía hay dicotomía entre discrecionalidad y reglas. Sin exagerar el punto, me parece que el funcionario es sólo discrecionalidad y eso le da libertad para hacer lo que el Gobierno quiere, y la desventaja de que los privados no saben para dónde va el Gobierno.
P.: ¿2012 será un año en el que el Gobierno se acercará más a las empresas?
J.M.F.: Creo que veremos un Gobierno más tirado al sector empresario que en el período anterior. Veo un escenario donde se va a tener que pelear un poquito (con los sindicatos) o cambiar las relaciones. Antes negociaban aumentos salariales al 30% y nadie se escandalizaba. Con una devaluación al 7% eso no va a ser posible. De cualquier manera, lo importante es que este Gobierno se alejó de la buena macroeconomía.
Entrevista de Ignacio Ros