Entrevista con el designado embajador argentino en Washington.
Argüello deja la embajada ante la ONU y se muda a Washington
Por Gabriela Granata
Hace una semana Jorge Argüello recibió el plácet como embajador argentino ante el gobierno de los Estados Unidos. Y todavía le resta otra semana hasta que se instale definitivamente en Washington como reemplazante de Alfredo Chiaradia, que se producirá antes de Navidad. “Voy a trabajar para optimizar la relación bilateral, para avanzar en un relanzamiento o ‘aggiornamiento’, dentro de un vínculo político normal”, define. En plena mudanza desde Nueva York, donde cumple sus últimos días como representante ante la Organización de las Naciones Unidas, se hizo una escapada de pocas horas a Buenos Aires para asistir a las actividades oficiales de inicio del segundo mandato de la presidenta Cristina Fernández.
Entre un destino y otro, el lunes el matutino porteño La Nación publicó una entrevista con el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, en el que plantea que la Argentina debe cancelar las deudas con organismos multilaterales, y plantea un escenario de cooperación. Con prudencia frente a esas declaraciones, ya que aún no está en funciones en Washington, Argüello aceptó dialogar con BAE para analizar la relación entre los gobiernos de la Argentina y los Estados Unidos.
–¿Cuál es el vínculo que deben tener la Argentina y los Estados Unidos?
–La instrucción que tengo de la presidenta de la República es precisa: optimizar al máximo posible la relación bilateral con los Estados Unidos en todos los campos, tanto en la cooperación en cuestiones comerciales como en las cuestiones políticas
–¿Cómo define la relación política hoy, luego de varios episodios ríspidos que se produjeron entre ambas administraciones?
–Es una relación política normal que tiene cuestiones permanentes de intercambio y de cooperación y sobre la cual vamos a trabajar tal como fue encomendado por la Presidenta para optimizarla.
–Para la Argentina, ¿la relación con los Estados Unidos tiene el mismo nivel de relevancia que con cualquier otro país?
–Estados Unidos es la principal economía del planeta y es un país importante en el contexto internacional. Eso está claro y fuera de discusión. Lo que nosotros vamos a hacer es establecer la mejor modalidad de relación posible teniendo en cuenta –como decía Néstor Kirchner– nuestras verdades relativas.
–¿Cuál es la mejor relación posible?
–Sin duda, la que convenga a las dos partes.
–¿Qué significa eso en concreto? ¿Cuál es el interés, la conveniencia para la Argentina?
–Los dos gobiernos están deseosos de mejorar e implementar una mejora de la relación bilateral.
–¿Qué cambió en la relación entre ambos países luego de la reunión entre la presidenta Cristina Fernández y Obama en el marco de la cumbre del G-20 en Cannes?
–Luego de ese encuentro he advertido por parte de los dos gobiernos una expectativa cierta, concreta, en lo que se refiere al relanzamiento de la relación bilateral, que existe, que es vieja, que está plagada de intereses compartidos pero me parece que no es exagerado hablar de un relanzamiento, de la necesidad de un “aggiornamiento” ante las nuevas circunstancias mundiales.
–¿Esa impresión es concordante con la postura de los Estados Unidos?
–La reunión entre Obama y Cristina generó expectativas ciertas de los dos lados. Lo pude comprobar en el diálogo con la ministra de Trabajo, Hilda Solís –enviada a la asunción de la Presidenta– y con Dan Restrepo (asistente especial de Obama y director para Asuntos del Hemisferio Occidental en el Consejo de Seguridad nacional). Los dos expresaron las expectativas de que se había abierto un diálogo franco.
–¿Cuál es la instrucción que tiene para su destino en Washington?
–Tenemos en este momento una balanza comercial desfavorable que tendremos que revisar. Ya estoy trabajando con el nuevo ministro de Economía (Hernán Lorenzino) y con Débora Giorgi (ministra de Industria), analizando todos y cada uno de los aspectos de intercambio comercial bilateral a los efectos de ir detectando cuáles son las cuestiones sobre las que debemos trabajar. Mi función va a ser, entre otras, equilibrar esta balanza comercial que está deteriorada en contra de la Argentina, en unos u$s4.500 millones al año.
LAS DECLARACIONES DE OBAMA A LA NACIÓN
«Tanto la presidenta Cristina Fernández como yo estamos comprometidos a superar cualquier diferencia reciente y a fortalecer la relación entre ambos países.”
«En Cannes conversamos sobre la importancia de que la Argentina normalice su relación con la comunidad internacional financiera y de inversiones.”
«Acordamos tratar los desafíos de la relación bilateral abiertamente, con respeto y en forma responsable, para que cualquier tipo de desacuerdo sea resuelto.”
«Es mutuamente beneficioso que Argentina honre sus antiguos compromisos con sus acreedores. Debería poder atraer más capital e inversión del extranjero.”
Argüello deja la embajada ante la ONU y se muda a Washington
Por Gabriela Granata
Hace una semana Jorge Argüello recibió el plácet como embajador argentino ante el gobierno de los Estados Unidos. Y todavía le resta otra semana hasta que se instale definitivamente en Washington como reemplazante de Alfredo Chiaradia, que se producirá antes de Navidad. “Voy a trabajar para optimizar la relación bilateral, para avanzar en un relanzamiento o ‘aggiornamiento’, dentro de un vínculo político normal”, define. En plena mudanza desde Nueva York, donde cumple sus últimos días como representante ante la Organización de las Naciones Unidas, se hizo una escapada de pocas horas a Buenos Aires para asistir a las actividades oficiales de inicio del segundo mandato de la presidenta Cristina Fernández.
Entre un destino y otro, el lunes el matutino porteño La Nación publicó una entrevista con el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, en el que plantea que la Argentina debe cancelar las deudas con organismos multilaterales, y plantea un escenario de cooperación. Con prudencia frente a esas declaraciones, ya que aún no está en funciones en Washington, Argüello aceptó dialogar con BAE para analizar la relación entre los gobiernos de la Argentina y los Estados Unidos.
–¿Cuál es el vínculo que deben tener la Argentina y los Estados Unidos?
–La instrucción que tengo de la presidenta de la República es precisa: optimizar al máximo posible la relación bilateral con los Estados Unidos en todos los campos, tanto en la cooperación en cuestiones comerciales como en las cuestiones políticas
–¿Cómo define la relación política hoy, luego de varios episodios ríspidos que se produjeron entre ambas administraciones?
–Es una relación política normal que tiene cuestiones permanentes de intercambio y de cooperación y sobre la cual vamos a trabajar tal como fue encomendado por la Presidenta para optimizarla.
–Para la Argentina, ¿la relación con los Estados Unidos tiene el mismo nivel de relevancia que con cualquier otro país?
–Estados Unidos es la principal economía del planeta y es un país importante en el contexto internacional. Eso está claro y fuera de discusión. Lo que nosotros vamos a hacer es establecer la mejor modalidad de relación posible teniendo en cuenta –como decía Néstor Kirchner– nuestras verdades relativas.
–¿Cuál es la mejor relación posible?
–Sin duda, la que convenga a las dos partes.
–¿Qué significa eso en concreto? ¿Cuál es el interés, la conveniencia para la Argentina?
–Los dos gobiernos están deseosos de mejorar e implementar una mejora de la relación bilateral.
–¿Qué cambió en la relación entre ambos países luego de la reunión entre la presidenta Cristina Fernández y Obama en el marco de la cumbre del G-20 en Cannes?
–Luego de ese encuentro he advertido por parte de los dos gobiernos una expectativa cierta, concreta, en lo que se refiere al relanzamiento de la relación bilateral, que existe, que es vieja, que está plagada de intereses compartidos pero me parece que no es exagerado hablar de un relanzamiento, de la necesidad de un “aggiornamiento” ante las nuevas circunstancias mundiales.
–¿Esa impresión es concordante con la postura de los Estados Unidos?
–La reunión entre Obama y Cristina generó expectativas ciertas de los dos lados. Lo pude comprobar en el diálogo con la ministra de Trabajo, Hilda Solís –enviada a la asunción de la Presidenta– y con Dan Restrepo (asistente especial de Obama y director para Asuntos del Hemisferio Occidental en el Consejo de Seguridad nacional). Los dos expresaron las expectativas de que se había abierto un diálogo franco.
–¿Cuál es la instrucción que tiene para su destino en Washington?
–Tenemos en este momento una balanza comercial desfavorable que tendremos que revisar. Ya estoy trabajando con el nuevo ministro de Economía (Hernán Lorenzino) y con Débora Giorgi (ministra de Industria), analizando todos y cada uno de los aspectos de intercambio comercial bilateral a los efectos de ir detectando cuáles son las cuestiones sobre las que debemos trabajar. Mi función va a ser, entre otras, equilibrar esta balanza comercial que está deteriorada en contra de la Argentina, en unos u$s4.500 millones al año.
LAS DECLARACIONES DE OBAMA A LA NACIÓN
«Tanto la presidenta Cristina Fernández como yo estamos comprometidos a superar cualquier diferencia reciente y a fortalecer la relación entre ambos países.”
«En Cannes conversamos sobre la importancia de que la Argentina normalice su relación con la comunidad internacional financiera y de inversiones.”
«Acordamos tratar los desafíos de la relación bilateral abiertamente, con respeto y en forma responsable, para que cualquier tipo de desacuerdo sea resuelto.”
«Es mutuamente beneficioso que Argentina honre sus antiguos compromisos con sus acreedores. Debería poder atraer más capital e inversión del extranjero.”
