El camionero y una jugada riesgosa con la que puede sumar o quedarse aislado

En el momento de mayor debilidad desde que llegó a la jefatura de la CGT, Hugo Moyano lanzó ayer una jugada riesgosa con la que puede recuperar parte del poder perdido o, también, quedarse aislado. Al mejor estilo de Néstor Kirchner, la apuesta del camionero es a todo o nada.
Rechazado por el Gobierno, con un frente judicial que amenaza complicarse y sin demasiado consenso para seguir al frente de la central sindical el año que viene, Moyano jugó una de las últimas fichas que le quedaban para tratar de evitarse, al menos, males mayores.
Los gremialistas enfrentados con la Casa Rosada -parte de los perdedores de las últimas elecciones presidenciales- celebraron cada una de las palabras del camionero y se ilusionaron con la conformación de una central sindical combativa. “Fue la música que yo esperaba”, dijo el gastronómico Luis Barrionuevo, que ya busca reunirse con Moyano la semana que viene. Gerónimo “Momo” Venegas lo tomó como un premio consuelo en medio de la avanzada del Gobierno contra el gremio de los peones rurales. Hasta el estatal Pablo Micheli, de la CTA opositora y siempre crítico de Moyano, elogió su discurso en Huracán.
Los demás dirigentes sindicales de peso mantuvieron silencio, y no fue porque no compartan muchos de los reclamos que enunció el camionero sino porque no tienen ninguna intención de enfrentarse a una Presidenta que acaba de asumir su segundo mandato luego de ganar las elecciones con el 54%.
Los metalúrgicos, los mecánicos y los obreros de la construcción, sólo por citar a tres de los gremios más poderosos, están hoy más cerca de Cristina que de Moyano . El sector de los llamados “gordos” -Comercio, Sanidad, Luz y Fuerza, Alimentación- no cuenta con la llegada al poder de la que disfrutó durante el menemismo, pero tiene una tirria personal con el camionero.
Los incondicionales que acompañaron ayer a Moyano en el palco no son muchos y algunos, como el taxista Omar Viviani, no estarían dispuestos a romper con el Gobierno. Aún así, y volvió a quedar claro en Huracán, el poder de fuego de Camioneros es demasiado grande. Desde la recolección de basura hasta el clearing bancario, todo pasa por las manos de Moyano. Ya no tiene a su lado a los colectiveros ni a parte de los ferroviarios, pero sí a los técnicos aeronáuticos y a los pilotos.
Así está el universo sindical hoy: partido en dos, entre los que se paran al lado de Moyano porque no tienen otra alternativa y los que eligen seguir cerca del Gobierno porque les conviene. Sólo podrían unirse todos si Cristina decidiera meter mano a fondo en la caja de las obras sociales. En ese caso, la jugada riesgosa la haría el Gobierno.

Acerca de Nicolás Tereschuk (Escriba)

"Escriba" es Nicolás Tereschuk. Politólogo (UBA), Maestría en Sociologìa Económica (IDAES-UNSAM). Me interesa la política y la forma en que la política moldea lo económico (¿o era al revés?).

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