A los 46 años, Emilio Monzó fue intendente de Carlos Tejedor, legislador y ministro provincial de Asuntos Agrarios desde su pertenencia al PJ. Y ahora es un bonaerense peronista en el gobierno porteño del Pro. Hace tres semanas asumió como ministro de Gobierno de la capital federal, donde en rigor hace 20 años que vive, aunque manteniendo la militancia en la Provincia. «El macrismo es un espacio muy abierto y que me hayan dado la responsabilidad del ministerio en tan poco tiempo habla de la apertura que tienen Macri y el Pro», dice. Pero además tiene una misión clave: construir el armado que sostenga una candidatura presidencial de Mauricio Macri para el 2015. Y de ese proyecto, que hará eje en el distrito bonaerense, y más concretamente en intendentes radicales y peronistas, Monzó habló a fondo con EL DIA.
Mauricio Macri ya se plantea como opción presidencial para 2015. ¿Qué tiene que ver el peronismo en ese objetivo?
«Las encuestas indican que Macri, después de Cristina, es la figura política más conocida en el país, un factor muy importante para quien pretenda alcanzar la presidencia de la Nación. Pero el Pro es un partido nuevo que está muy consolidado en la capital federal al que quizás le falte volumen para estar a la altura de lo que es la figura de Mauricio. Por eso tenemos que generar confianza en figuras con legitimación probada: intendentes y legisladores exitosos que puedan ser parte de un acuerdo político para darle a la sociedad una alternativa en serio y que la gente la vea como opción. Y ésa es una construcción que se debe hacer desde este momento y no generando acuerdos preelectorales como el de De Narváez y Alfonsín. La gente desconfía de ese tipo de acuerdos. La idea es hacer un frente muy amplio. Hay muchos intendentes radicales y justicialistas que comulgan con las ideas de Macri y comienzan a tener conversaciones y trabajo conjunto y a ganar una confianza que tiene que reflejarse en un frente previo a una elección. Es un trabajo que iniciamos hoy y queremos llevar adelante en un objetivo común con estos intendentes».
Sería una alianza donde nadie perdería la identidad…
«Exacto. Aunque más que identidad partidaria estas figuras tienen identidad distrital. Queremos trabajar con el que está cerca de la gente y no tan cerca de la superestructura partidaria, con el que tiene una identidad a partir de la gestión. El partido que más fidelidad tiene es el peronismo y no pasa de 11 puntos. La gente ha perdido el lazo tradicional con los partidos. Es que un partido político es el garante de un pensamiento, pero en la Argentina los partidos fluctúan para un lado o para otro según la conveniencia de la coyuntura. Por lo tanto la sociedad va buscando garantías en las personas».
¿Cómo se va a instalar el macrismo en la Provincia, que mostró ser el gran bastión del oficialismo?
«La Provincia es el 40% del electorado nacional y la instalación de Macri en ese territorio ya está dada. Lo que debemos lograr es tener referentes a nivel provincial; hoy empezamos con Jorge Macri pero tenemos que tener otros. En Buenos Aires hay tres provincias: la Primera Sección (norte y oeste del Conurbano), la Tercera (sur del Conurbano) y la interior. Son idiosincracias distintas, dirigencias distintas. Para nuestro proyecto la mayor dificultad está en la Tercera, donde los intendentes del PJ son muy exitosos y logran trasladar ese éxito a cualquier figura de instancia superior al municipio. Allí el voto es muy compacto, no hay corte de boleta. Tenemos que penetrar en esa Sección, que concentra más de un millón de votos. En la Primera Sección, en cambio, las capas tectónicas se mueven. Contra el Río ya estamos viendo la instalación de dirigentes jóvenes, como Jorge Macri, Andreotti, Sergio Massa. Pero también en los distritos de la línea del ferrocarril Sarmiento el electorado está buscando un cambio. Ahí los intendentes peronistas obtenían entre 50 y 60 puntos y ahora no llegaron a los 50. Y el interior es una idiosincracia distinta, es más Pro. Trabajando sobre estos factores, en 2013 Macri tiene que tener un armado en la Provincia que vislumbre la posibilidad de ser Presidente».
El Pro también carece de una figura provincial que pueda ser cabeza de lista en 2013 o candidato a gobernador en 2015. ¿Van a apostar a Gabriela Michetti?
«Gabriela es bonaerense y después de Mauricio es la figura más conocida a nivel nacional y con muy buena imagen. Es una tentación que encabece la lista de diputados (en 2013). Pero vamos a observar al peronismo, donde hay figuras que no voy a nombrar, pero las miramos con simpatía, porque el proceso hegemónico de estos ocho años va a provocar fracturas. En ese espacio hay dos cargos con fecha de vencimiento: los de la Presidenta y del Gobernador. Ninguno puede reelegir. Y quienes están cerca de esa posibilidad tienen que buscar instalarse en el 2013, pero para muchos no habrá lugar en el kirchnerismo, porque no es un espacio que vaya a darle lugar a un conquistador, sino que va a buscar un heredero. Por eso muchos conquistadores van a hacer ruido. Hay alguno institucionalmente muy importante, y los vamos a mirar».
¿El gobernador Scioli?
«Todos. Los posibles herederos son bien del riñón como Mariotto, Boudou. Pero el resto de los actores … Ya hay uno que puso límites: Jesús Cariglino; y otros intendentes van a hacer lo mismo. El cierre ideológico del kirchnerismo puede dejar afuera a muchos intendentes y figuras que quieran aspirar a ser gobernador o presidente. El peronismo es un partido que se caracteriza por sangre, conquista, gesta, huevos y eso va a volver a surgir, no van a quedarse de brazos caídos esperando que la Presidenta nombre a alguien. La única escuela de gobierno que ha tenido el país ha sido en los últimos 20 años, por gestión, el peronismo, que tiene dirigentes admirables en la Provincia. Me gustaría compartir con ellos el 2015».
Mauricio Macri ya se plantea como opción presidencial para 2015. ¿Qué tiene que ver el peronismo en ese objetivo?
«Las encuestas indican que Macri, después de Cristina, es la figura política más conocida en el país, un factor muy importante para quien pretenda alcanzar la presidencia de la Nación. Pero el Pro es un partido nuevo que está muy consolidado en la capital federal al que quizás le falte volumen para estar a la altura de lo que es la figura de Mauricio. Por eso tenemos que generar confianza en figuras con legitimación probada: intendentes y legisladores exitosos que puedan ser parte de un acuerdo político para darle a la sociedad una alternativa en serio y que la gente la vea como opción. Y ésa es una construcción que se debe hacer desde este momento y no generando acuerdos preelectorales como el de De Narváez y Alfonsín. La gente desconfía de ese tipo de acuerdos. La idea es hacer un frente muy amplio. Hay muchos intendentes radicales y justicialistas que comulgan con las ideas de Macri y comienzan a tener conversaciones y trabajo conjunto y a ganar una confianza que tiene que reflejarse en un frente previo a una elección. Es un trabajo que iniciamos hoy y queremos llevar adelante en un objetivo común con estos intendentes».
Sería una alianza donde nadie perdería la identidad…
«Exacto. Aunque más que identidad partidaria estas figuras tienen identidad distrital. Queremos trabajar con el que está cerca de la gente y no tan cerca de la superestructura partidaria, con el que tiene una identidad a partir de la gestión. El partido que más fidelidad tiene es el peronismo y no pasa de 11 puntos. La gente ha perdido el lazo tradicional con los partidos. Es que un partido político es el garante de un pensamiento, pero en la Argentina los partidos fluctúan para un lado o para otro según la conveniencia de la coyuntura. Por lo tanto la sociedad va buscando garantías en las personas».
¿Cómo se va a instalar el macrismo en la Provincia, que mostró ser el gran bastión del oficialismo?
«La Provincia es el 40% del electorado nacional y la instalación de Macri en ese territorio ya está dada. Lo que debemos lograr es tener referentes a nivel provincial; hoy empezamos con Jorge Macri pero tenemos que tener otros. En Buenos Aires hay tres provincias: la Primera Sección (norte y oeste del Conurbano), la Tercera (sur del Conurbano) y la interior. Son idiosincracias distintas, dirigencias distintas. Para nuestro proyecto la mayor dificultad está en la Tercera, donde los intendentes del PJ son muy exitosos y logran trasladar ese éxito a cualquier figura de instancia superior al municipio. Allí el voto es muy compacto, no hay corte de boleta. Tenemos que penetrar en esa Sección, que concentra más de un millón de votos. En la Primera Sección, en cambio, las capas tectónicas se mueven. Contra el Río ya estamos viendo la instalación de dirigentes jóvenes, como Jorge Macri, Andreotti, Sergio Massa. Pero también en los distritos de la línea del ferrocarril Sarmiento el electorado está buscando un cambio. Ahí los intendentes peronistas obtenían entre 50 y 60 puntos y ahora no llegaron a los 50. Y el interior es una idiosincracia distinta, es más Pro. Trabajando sobre estos factores, en 2013 Macri tiene que tener un armado en la Provincia que vislumbre la posibilidad de ser Presidente».
El Pro también carece de una figura provincial que pueda ser cabeza de lista en 2013 o candidato a gobernador en 2015. ¿Van a apostar a Gabriela Michetti?
«Gabriela es bonaerense y después de Mauricio es la figura más conocida a nivel nacional y con muy buena imagen. Es una tentación que encabece la lista de diputados (en 2013). Pero vamos a observar al peronismo, donde hay figuras que no voy a nombrar, pero las miramos con simpatía, porque el proceso hegemónico de estos ocho años va a provocar fracturas. En ese espacio hay dos cargos con fecha de vencimiento: los de la Presidenta y del Gobernador. Ninguno puede reelegir. Y quienes están cerca de esa posibilidad tienen que buscar instalarse en el 2013, pero para muchos no habrá lugar en el kirchnerismo, porque no es un espacio que vaya a darle lugar a un conquistador, sino que va a buscar un heredero. Por eso muchos conquistadores van a hacer ruido. Hay alguno institucionalmente muy importante, y los vamos a mirar».
¿El gobernador Scioli?
«Todos. Los posibles herederos son bien del riñón como Mariotto, Boudou. Pero el resto de los actores … Ya hay uno que puso límites: Jesús Cariglino; y otros intendentes van a hacer lo mismo. El cierre ideológico del kirchnerismo puede dejar afuera a muchos intendentes y figuras que quieran aspirar a ser gobernador o presidente. El peronismo es un partido que se caracteriza por sangre, conquista, gesta, huevos y eso va a volver a surgir, no van a quedarse de brazos caídos esperando que la Presidenta nombre a alguien. La única escuela de gobierno que ha tenido el país ha sido en los últimos 20 años, por gestión, el peronismo, que tiene dirigentes admirables en la Provincia. Me gustaría compartir con ellos el 2015».