Polémica por la designación de un asesor en la agencia Télam

Luis Giménez. Sindicato trabajadores de prensa.
Si haber participado de la última dictadura militar es considerado pecado mortal para el kirchnerismo de paladar negro, algunos militantes del mundo K parecen dispuestos a hacer una excepción. El actual titular de la agencia estatal de noticias Télam, Martín García, nombró asesor personal a Osvaldo Orfila, militante peronista y auditor de Télam durante el último tramo del gobierno de Jorge Rafael Videla, tarea en la que continuó durante el primer año del gobierno constitucional de Raúl Alfonsín.
El nombramiento de Orfila en un alto cargo de la agencia oficial despertó la queja del sindicato de trabajadores de prensa (Sitrapren), que acusa a García -con quien mantienen una relación tirante- de contradecir «los lineamientos que iniciara Néstor Kirchner y continúa la Presidenta en defensa de los derechos humanos».
Ayer, García aseguró a LA NACION que Orfila era «sólo un empleado, un contador» en su primera etapa en Télam, y lo reivindicó como «militante peronista». Los sindicalistas pidieron por carta al jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, la rescisión del contrato del asesor de Télam. Para el propio Orfila, «se trata de una bajeza [la acusación], pero los peronistas estamos acostumbrados a sufrir, como lo hicieron Néstor y Perón».
La pulseada por la designación de Orfila tiene antecedentes. Hace 10 días, el gremio de prensa envió por carta a García un petitorio de siete puntos, que incluía reclamos por pago de sueldos demorados, la situación de colaboradores de Télam y, por supuesto, la situación del asesor, que conoce a García desde su trabajo en la renovación peronista que condujo Antonio Cafiero, a mediados de la década del 80. «Este personaje ingresó en la época de la dictadura, se fue con dinero y hoy usted lo contrata como si fuera un adalid en la lucha contra los militares golpistas», dice uno de los párrafos, firmado por el secretario general de Sitraprem, Luis Giménez. «Como no nos contestaron, nos vimos obligados a avisarles a distintos actores sociales sobre la situación», explicó Giménez a LA NACION. La carta llegó también al secretario de Comunicación y vocero presidencial, Alfredo Scoccimarro, y al titular de la CGT, Hugo Moyano, a quien responde políticamente el propio Giménez.
Con voz firme pero tranquila al otro lado del teléfono, García defendió a Orfila. «El era un contador, un empleado, no perteneció a ninguna etapa de la dictadura. Además, tengo una parva de gente que entró acá en esa época», afirmó García a LA NACION. Desde despachos cercanos al jefe de Télam confirmaron que los empleados actuales de la agencia oficial de noticias que ingresaron entre 1976 y fines de 1983 son 56, incluido Giménez. «Sí, es cierto. Pero yo entré como cadete, Orfila fue auditor», se defendió el sindicalista.
Orfila, de 63 años e integrante de la «cafieradora», contó su versión de los hechos. «Hicieron una selección en el Colegio de Graduados de Ciencias Económicas y me eligieron jefe de auditorías internas. Todos sabían de mi filiación peronista y yo no la oculté. Cuando terminó la dictadura seguí militando», recuerda el asesor de Télam.
¿Y no era contradictorio participar de una gestión que derrocó al peronismo?, preguntó LA NACION. «No trabajé para el gobierno militar sino para una sociedad anónima del Estado», interpretó Orfila. Un argumento sin dudas diferente del que otros dirigentes kirchneristas utilizan a la hora de cuestionar el pasado de opositores como el fiscal y militante radical Julio Strassera o la fundadora de ARI, Elisa Carrió, por dar sólo dos casos.
«Soy un firme defensor de los derechos humanos y peronista de la primera hora», continuó Orfila, integrante de la agrupación Julio Godio, denominada Nuevo Siglo hasta la muerte del reconocido sociólogo. «Igual todo esto no me afecta, he recibido tantos cascotazos… no me quiero comparar, ¿pero cuántas cosas le dijeron a Néstor, a Perón?», sostuvo el asesor de García.
«Podemos hacer la vista gorda ante el ingreso de 200 personas en poco tiempo, que se haya duplicado la masa salarial y que nos paguen los salarios el 4 o el 5. Pero no podemos permitir que entre este personaje, a quien echó la administración radical», atacó Giménez. De paso, apuntó a García por «su pasado al lado de los hermanos Rodríguez Saá», de quienes el presidente de Télam fue publicista y asesor durante muchos años.
La gestión de García, que comenzó en noviembre de 2010, estuvo asociada a la polémica casi desde sus inicios. García reivindicó, en una entrevista a LA NACION, «a los periodistas militantes que escriben la verdad al servicio del pueblo» y los distinguió de los periodistas profesionales, «que son como las putas: escriben para el que les paga». Su frase es aún aplaudida por el kirchnerismo. Habrá que ver si la designación de Orfila despierta las mismas y calurosas adhesiones.»Este personaje ingresó en la época de la dictadura, se fue con dinero y hoy lo contratan como si fuera un adalid en la lucha contra los militares golpistas»

Sindicato de trabajadores de prensa
«No trabajé para el gobierno militar sino para una sociedad anónima (…) Soy peronista y un firme defensor de los derechos humanos»

Asesor del presidente de Télam .

Acerca de Nicolás Tereschuk (Escriba)

"Escriba" es Nicolás Tereschuk. Politólogo (UBA), Maestría en Sociologìa Económica (IDAES-UNSAM). Me interesa la política y la forma en que la política moldea lo económico (¿o era al revés?).

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