Los cultivos, para que se frene el deterioro ocasionado por el estrés hídrico, requieren entre 100 y 150 milímetros. Foto: Archivo
Infografía: Precipitación acumulada
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Buzzi: «Nos interesa que Moyano venga a hablar con la Federación Agraria»
Pese a la llegada de las lluvias, en las zonas más afectadas por la sequía harán falta más precipitaciones en los próximos días, ya que sólo así se evitará que, frente a nuevas jornadas de intenso calor, continúe el deterioro de los cultivos.
Tras las precipitaciones de los últimos días, que en la zona núcleo de producción de soja y maíz (comprende el sudeste de Córdoba, el norte de Buenos Aires y el sur de Santa Fe) tuvieron un rango de 20 a 90 milímetros, entidades del sector, analistas y productores hicieron ayer un balance.
En un informe sobre la zona núcleo, la Bolsa de Comercio de Rosario advirtió que «sólo un 40% de la región se vio favorecida con lluvias superiores a los 40 milímetros». Y añadió: «Las necesidades de los cultivos para que se frene el deterioro ocasionado por el estrés hídrico se ubicaban entre 100 y 150 milímetros». Es decir, observando el rango promedio de precipitaciones y de requerimiento de los cultivos, llovió menos de lo que pedían la soja y el maíz.
«Todavía la situación para los cultivos sigue siendo preocupante. Las lluvias fueron mayores de lo que se esperaba, pero desparejas», indicó Eduardo Sierra, especialista en agroclimatología. Según Sierra, podría haber nuevas lluvias la próxima semana.
Por la variabilidad, Córdoba tuvo desde 10 milímetros en Río Cuarto hasta 48 milímetros en Corral de Bustos y 120 en Viamonte, según datos de la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (Aacrea).
Foto: Instituto del Agua y el Clima – INTA
En Santa Fe, los registros fueron de los 50 milímetros de Venado Tuerto a los 74 de los Los Molinos y un máximo de 175 en Casilda.
Para Buenos Aires, hubo registros de 20 a 50 milímetros en el centro sur provincial, pero en el Norte, donde la sequía aprieta, hubo muchos lugares con 10 o menos y muy pocos que superaron los 25 milímetros. En Pergamino hubo campos donde registraron 25 milímetros y sólo en Urquiza, a 15 kilómetros de allí, esa marca se extendió hasta 50 milímetros. «La lluvia nos da para aguantar siete días más con la soja», evaluó Jorge Bianciotto, asesor.
Pablo Mercuri, director del Instituto de Clima y Agua del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), dijo a La Nacion que tras las últimas lluvias es «altamente posible que comience a regularizarse el régimen hídrico».
De todos modos, afirmó que el trimestre enero/marzo tendrá lluvias normales o inferiores a lo normal y temperaturas normales o superiores a lo normal. En este contexto, expresó que «las áreas que no tuvieron lluvias significativas tendrán que esperar más eventos [precipitaciones]» para que cambie la situación en los cultivos.
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Tras las precipitaciones de los últimos días, que en la zona núcleo de producción de soja y maíz (comprende el sudeste de Córdoba, el norte de Buenos Aires y el sur de Santa Fe) tuvieron un rango de 20 a 90 milímetros, entidades del sector, analistas y productores hicieron ayer un balance.
En un informe sobre la zona núcleo, la Bolsa de Comercio de Rosario advirtió que «sólo un 40% de la región se vio favorecida con lluvias superiores a los 40 milímetros». Y añadió: «Las necesidades de los cultivos para que se frene el deterioro ocasionado por el estrés hídrico se ubicaban entre 100 y 150 milímetros». Es decir, observando el rango promedio de precipitaciones y de requerimiento de los cultivos, llovió menos de lo que pedían la soja y el maíz.
«Todavía la situación para los cultivos sigue siendo preocupante. Las lluvias fueron mayores de lo que se esperaba, pero desparejas», indicó Eduardo Sierra, especialista en agroclimatología. Según Sierra, podría haber nuevas lluvias la próxima semana.
Por la variabilidad, Córdoba tuvo desde 10 milímetros en Río Cuarto hasta 48 milímetros en Corral de Bustos y 120 en Viamonte, según datos de la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (Aacrea).
Foto: Instituto del Agua y el Clima – INTA
En Santa Fe, los registros fueron de los 50 milímetros de Venado Tuerto a los 74 de los Los Molinos y un máximo de 175 en Casilda.
Para Buenos Aires, hubo registros de 20 a 50 milímetros en el centro sur provincial, pero en el Norte, donde la sequía aprieta, hubo muchos lugares con 10 o menos y muy pocos que superaron los 25 milímetros. En Pergamino hubo campos donde registraron 25 milímetros y sólo en Urquiza, a 15 kilómetros de allí, esa marca se extendió hasta 50 milímetros. «La lluvia nos da para aguantar siete días más con la soja», evaluó Jorge Bianciotto, asesor.
Pablo Mercuri, director del Instituto de Clima y Agua del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), dijo a La Nacion que tras las últimas lluvias es «altamente posible que comience a regularizarse el régimen hídrico».
De todos modos, afirmó que el trimestre enero/marzo tendrá lluvias normales o inferiores a lo normal y temperaturas normales o superiores a lo normal. En este contexto, expresó que «las áreas que no tuvieron lluvias significativas tendrán que esperar más eventos [precipitaciones]» para que cambie la situación en los cultivos.