El Gobierno desestimó ayer de plano que se vayan a reducir o suspender las retenciones como medida para auxiliar a los productores afectados por la sequía, a la vez que abrió un compás de espera de 10 días para realizar una evaluación pormenorizada de los daños por falta de lluvias.
Esos fueron los resultados del encuentro inaugural de la Comisión Nacional de Emergencia Agropecuaria, que preside Haroldo Lebed, y que contó ayer con la presencia del ministro de Agricultura, Norberto Yauhar, y dirigentes de las cuatro gremiales que conforman la mesa de enlace agropecuaria.
Yauhar adelantó que está disponible un fondo de $ 500 millones (el estipulado en la Ley de Emergencia Agropecuaria) y que de ser necesario se buscarán más recursos para atender los problemas derivados por las inclemencias climáticas. Además, el funcionario se comprometió a frenar por 60 días el envío de cualquier intimación de la AFIP o del Banco Nación a productores en problemas, algo que también estipula la normativa.
Para avanzar en la declaración de emergencia y/o desastre agropecuario, la comisión tendrá continuidad permanente y ya tiene cita para el próximo martes una nueva reunión entre funcionarios de la cartera de Yauhar y de las provincias afectadas por la falta de lluvias, que deberán llevar sus respectivas declaraciones de emergencia para obtener el auxilio financiero.
Pero lo que quedó claro es que no habrá reducción de alícuota de retenciones ni medidas generalizadas, sino puntuales y sobre la base de una evaluación final de las consecuencias de la sequía que el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) tendrá listo en 10 días.
Así las autoridades nacionales pusieron paños fríos a los reclamos de los dirigentes rurales, que ya hablaban de una sequía más perjudicial para el sector que la registrada en 2008/09.
Los referentes de la mesa de enlace presentes en el encuentro (Rubén Ferrero, presidente de CRA; Julio Currás y Guillermo Giannasi, vices de FAA; Alejandro Delfino y Luis Etchevehere, de SRA, y Daniel Asseff de Coninagro) insistieron en solicitar una suspensión por 180 días de las retenciones y con la creación de un fondo extraordinario para evitar quebrantos.
Si bien la respuesta oficial quedó comprometida para un próximo encuentro, con posterioridad a la reunión se supo que no habrá luz verde para ese tipo de pedido, que implicaría una baja en los ingresos al Tesoro del orden de u$s 7.000 a u$s 8.000 millones anuales.
Vemos la situación con mucha desesperación. El pequeño productor no tiene financiamiento, remarcó Currás, quien dijo que el ministro se comprometió a que dentro de los 45 días habría soluciones para los pequeños y medianos productores.
Esos fueron los resultados del encuentro inaugural de la Comisión Nacional de Emergencia Agropecuaria, que preside Haroldo Lebed, y que contó ayer con la presencia del ministro de Agricultura, Norberto Yauhar, y dirigentes de las cuatro gremiales que conforman la mesa de enlace agropecuaria.
Yauhar adelantó que está disponible un fondo de $ 500 millones (el estipulado en la Ley de Emergencia Agropecuaria) y que de ser necesario se buscarán más recursos para atender los problemas derivados por las inclemencias climáticas. Además, el funcionario se comprometió a frenar por 60 días el envío de cualquier intimación de la AFIP o del Banco Nación a productores en problemas, algo que también estipula la normativa.
Para avanzar en la declaración de emergencia y/o desastre agropecuario, la comisión tendrá continuidad permanente y ya tiene cita para el próximo martes una nueva reunión entre funcionarios de la cartera de Yauhar y de las provincias afectadas por la falta de lluvias, que deberán llevar sus respectivas declaraciones de emergencia para obtener el auxilio financiero.
Pero lo que quedó claro es que no habrá reducción de alícuota de retenciones ni medidas generalizadas, sino puntuales y sobre la base de una evaluación final de las consecuencias de la sequía que el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) tendrá listo en 10 días.
Así las autoridades nacionales pusieron paños fríos a los reclamos de los dirigentes rurales, que ya hablaban de una sequía más perjudicial para el sector que la registrada en 2008/09.
Los referentes de la mesa de enlace presentes en el encuentro (Rubén Ferrero, presidente de CRA; Julio Currás y Guillermo Giannasi, vices de FAA; Alejandro Delfino y Luis Etchevehere, de SRA, y Daniel Asseff de Coninagro) insistieron en solicitar una suspensión por 180 días de las retenciones y con la creación de un fondo extraordinario para evitar quebrantos.
Si bien la respuesta oficial quedó comprometida para un próximo encuentro, con posterioridad a la reunión se supo que no habrá luz verde para ese tipo de pedido, que implicaría una baja en los ingresos al Tesoro del orden de u$s 7.000 a u$s 8.000 millones anuales.
Vemos la situación con mucha desesperación. El pequeño productor no tiene financiamiento, remarcó Currás, quien dijo que el ministro se comprometió a que dentro de los 45 días habría soluciones para los pequeños y medianos productores.