Mientras la disputa retórica por la soberanía de las Islas Malvinas continúa, Gran Bretaña envió al archipiélago una segunda plataforma petrolera, destinada a perforar dos pozos al sur y al sudeste del archipiélago, muy cerca del límite de la plataforma continental argentina; y la firma estadounidense Anadarko se mostró interesada en pagar u$s 1.500 millones para sumarse al negocio.
La segunda plataforma que llegará a las islas tiene bandera de Bahamas y fue contratada por dos compañías inglesas: Borders & Southern Plc y Falkland Oil and Gas Ltd. La decisión de enviarla se concretó en el contexto de la intensificación de las acusaciones británicas para detener el consenso internacional obtenido por la Argentina para iniciar el diálogo sobre la soberanía en el archipiélago. El gobierno de Cristina Fernández de Kirchner advirtió que los pozos exploratorios que se perforaron para Borders & Southern Plc están muy cerca del límite de 200 millas de la plataforma continental exterior.
En forma paralela, la estadounidense Anadarko, que operaría con el aval de los más altos niveles políticos de Washington, busca sumarse a la exploración de hidrocarburos en la plataforma submarina de las Islas Malvinas. Así lo consignaron los periódicos británicos The Sun y Sunday Times. El primero de ellos especuló con que si el acuerdo se concreta la participación estadounidense podría ser un golpe de martillo a la Argentina, un gran logro para (el primer ministro) David Cameron y un cambio en las vidas de 3.000 isleños.
El matutino precisó que cuatro ejecutivos de Anadarko con sede en Houston, Texas volaron la semana pasada a Puerto Argentino para reunirse con representantes de la firma Rockhopper, un explorador del Reino Unido que dijo haber descubierto un pozo con un volumen estimado en los 700 millones de barriles de crudo. Tras la noticia, las acciones de Rockhopper Exploration subieron ayer más de 5% en la Bolsa de Londres.
La compañía de servicios financieros Merchant Securities estimó que los activos de Rockhopper son de la misma familia geológica que los activos de Anadarko en la Costa Este de África. Y agregó: No nos sorprende que Anadarko esté mirando seriamente a Rockhopper. La financiera recomendó comprar acciones de la compañía británica, al subrayar que la participación de Anadarko en el proyecto representaría un interés estadounidense en los activos que podría disipar riesgos políticos.
Escalada verbal
Mientras tanto, el gobierno británico elevó la lista de imputaciones a la Argentina, a la que acusó de obstruir la labor de las empresas que operan en aguas de las islas, dificultar el trayecto a Uruguay de barcos isleños y amenazar con cortar el único vínculo aéreo entre las islas y América del Sur. Estas acusaciones fueron formuladas por el embajador del Reino Unido en Chile, Jon Benjamin, en una columna publicada el viernes último en el diario La Segunda de la capital trasandina, durante un debate con el representante argentino en el país vecino, Ginés González García. El ex ministro de Salud replicó que el argumento inglés a favor de la autodeterminación de los malvinenses no puede aplicarse en las islas, porque significaría vulnerar el principio de integridad territorial del país.
Entre tanto, el senador oficialista y ex jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, calificó a Cameron de enorme ignorante y de haber dicho un despropósito cuando acusó a los argentinos de colonialistas.
La segunda plataforma que llegará a las islas tiene bandera de Bahamas y fue contratada por dos compañías inglesas: Borders & Southern Plc y Falkland Oil and Gas Ltd. La decisión de enviarla se concretó en el contexto de la intensificación de las acusaciones británicas para detener el consenso internacional obtenido por la Argentina para iniciar el diálogo sobre la soberanía en el archipiélago. El gobierno de Cristina Fernández de Kirchner advirtió que los pozos exploratorios que se perforaron para Borders & Southern Plc están muy cerca del límite de 200 millas de la plataforma continental exterior.
En forma paralela, la estadounidense Anadarko, que operaría con el aval de los más altos niveles políticos de Washington, busca sumarse a la exploración de hidrocarburos en la plataforma submarina de las Islas Malvinas. Así lo consignaron los periódicos británicos The Sun y Sunday Times. El primero de ellos especuló con que si el acuerdo se concreta la participación estadounidense podría ser un golpe de martillo a la Argentina, un gran logro para (el primer ministro) David Cameron y un cambio en las vidas de 3.000 isleños.
El matutino precisó que cuatro ejecutivos de Anadarko con sede en Houston, Texas volaron la semana pasada a Puerto Argentino para reunirse con representantes de la firma Rockhopper, un explorador del Reino Unido que dijo haber descubierto un pozo con un volumen estimado en los 700 millones de barriles de crudo. Tras la noticia, las acciones de Rockhopper Exploration subieron ayer más de 5% en la Bolsa de Londres.
La compañía de servicios financieros Merchant Securities estimó que los activos de Rockhopper son de la misma familia geológica que los activos de Anadarko en la Costa Este de África. Y agregó: No nos sorprende que Anadarko esté mirando seriamente a Rockhopper. La financiera recomendó comprar acciones de la compañía británica, al subrayar que la participación de Anadarko en el proyecto representaría un interés estadounidense en los activos que podría disipar riesgos políticos.
Escalada verbal
Mientras tanto, el gobierno británico elevó la lista de imputaciones a la Argentina, a la que acusó de obstruir la labor de las empresas que operan en aguas de las islas, dificultar el trayecto a Uruguay de barcos isleños y amenazar con cortar el único vínculo aéreo entre las islas y América del Sur. Estas acusaciones fueron formuladas por el embajador del Reino Unido en Chile, Jon Benjamin, en una columna publicada el viernes último en el diario La Segunda de la capital trasandina, durante un debate con el representante argentino en el país vecino, Ginés González García. El ex ministro de Salud replicó que el argumento inglés a favor de la autodeterminación de los malvinenses no puede aplicarse en las islas, porque significaría vulnerar el principio de integridad territorial del país.
Entre tanto, el senador oficialista y ex jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, calificó a Cameron de enorme ignorante y de haber dicho un despropósito cuando acusó a los argentinos de colonialistas.