Argentina
El Ejecutivo busca que el Banco Central pueda emitir pesos sin el respaldo del dólar
La base monetaria ya no estará atada a las reservas internacionales. CFK le bajó el pulgar a la Ley de Entidades Financieras
Marcó del Pont: “Esto es una vuelta de página al régimen de convertibilidad”
Por María Eugenia Baliño
El Gobierno busca que el Banco Central de la República Argentina (BCRA) tenga un papel más protagónico en la economía nacional, especialmente a través de la regulación y orientación del crédito y el ejercicio de un mayor control sobre las distintas actividades vinculadas al sistema financiero. De esta forma, se intenta poner fin a un icono de los años ’90: la Ley de Convertibilidad.
Tal como adelantó la presidenta Cristina Fernández en su discurso de apertura del período ordinario de sesiones del Congreso, el Poder Ejecutivo nacional envió al Parlamento el proyecto oficial de reforma de la Carta Orgánica del Banco Central de la República Argentina (BCRA), que ingresó ayer por la tarde a la mesa de Entrada de la Cámara de Diputados mediante el mensaje del Ejecutivo 291
“El Banco Central debe estar en función de la economía real, no para hacer cualquier zafarrancho”, lanzó la Presidenta durante su discurso.
Así, la iniciativa propone incorporar al mandato único que tiene actualmente la entidad, que es el de preservar el valor de la moneda, dos nuevos objetivos: garantizar la estabilidad financiera y promover el desarrollo económico con equidad social.
Crédito. En este sentido, una de las modificaciones centrales que contempla el proyecto de ley es la de facultar al BCRA a regular y orientar el crédito a través de las instituciones del sistema financiero con el fin –principalmente– de promover la inversión productiva a largo plazo. De esta forma, la entidad podrá determinar las condiciones de crédito, fijar tasas de interés, plazos, comisiones, cargos e incluso establecer su destino mediante encajes diferenciales y otros recursos.
Según indicó a BAE la presidenta del BCRA, Mercedes Marcó del Pont, esta iniciativa le permitirá al BCRA “recuperar sus facultades para direccionar el crédito”, que le fueron quitadas en la reforma de la carta orgánica llevada a cabo en 1992 tras la instauración del régimen de convertibilidad. “Esto generará una mayor eficiencia en la orientación del crédito”, indicó Marcó del Pont, quien resaltó que el proyecto de ley implica “una vuelta de página al régimen de convertibilidad”.
Libre disponibilidad. En esa línea, uno de los puntos centrales de la iniciativa del Gobierno es la eliminación de la obligación de mantener una relación entre la base monetaria y la cantidad de reservas internacionales. Según establece la Ley de Convertibilidad creada por el ex ministro de Economía Domingo Cavallo, en 1991, “en todo momento, las reservas de libre disponibilidad del Banco Central de la República Argentina en oro y divisas extranjeras serán equivalentes a por lo menos el 100% de la base monetaria”.
De esta manera, al derogar la Ley de Convertibilidad –o lo que queda de ella– dejaría de regir la necesidad de que la base monetaria cuente con el respaldo “uno a uno” de las reservas del Central, como sucede ahora.
Reservas. “Dada la adopción de un régimen de tipo de cambio flexible aunque administrado, aquella relación también fluctúa y son otras consideraciones las que deben definir, por un lado, la política de acumulación de reservas internacionales y, por el otro, la expansión del crédito y del dinero”, indicaron desde el BCRA. A cambio, el proyecto de ley propone que el directorio del Banco Central sea el encargado de definir cuál debe ser el nivel de reservas adecuado para garantizar el normal funcionamiento del mercado cambiario de acuerdo a la evolución de las cuentas externas.“Este es un esquema más virtuoso a la hora de determinar el nivel de reservas necesario”, afirmó Marcó del Pont.
Desde el Congreso, Cristina le bajó el pulgar a la Ley de Entidades Financieras
Este jueves en el Congreso Cristina desestimó la posibilidad de reformar la Ley de Entidades Financieras que data de 1977 (plena dictadura militar) y que fue promovida en aquel momento por José Martínez de Hoz, quien se desempeñaba como ministro de Economía del gobierno de facto.
El principal impulsor de la modificación de la norma, con un proyecto de ley alternativa elaborado al respecto, era el presidente del banco Credicoop y diputado nacional por Nuevo Encuentro, Carlos Heller, quien integra una agrupación afín al Gobierno kirchnerista.
En su discurso ante la Asamblea Legislativa, se explayó sobre la función de los bancos y el papel del Central, al tiempo que les asestó un golpe a quienes proponían la misma reforma, al asegurar: “No creo que sea necesario modificar la Ley de Entidades Financieras”.
La Presidenta también aclaró que la autoridad monetaria mantendrá la “independencia” con respecto al Poder Ejecutivo y que su presidenta (Mercedes Marcó del Pont) deberá contar con acuerdo del Senado, como ocurre en la actualidad.
Cristina insistió en que la defensa de la moneda no puede ser la única función del Central y al respecto mencionó que en 1992 se suprimieron todas las funciones que tenía para la orientación del crédito.
“Se lo inmovilizó. Todo ese poder fue a parar a las entidades financieras. Por eso pasó lo que pasó en Argentina y en el mundo entero”, manifestó.
“La prevalencia de lo financiero sobre lo productivo es consecuencia del Consenso de Washington y hoy las consecuencias están a la vista”, agregó Cristina, quien garantizó también el cumplimiento de los pagos del BODEN 2012, el bono emitido para compensar a los ahorristas perjudicados por el corralito financiero.
El Ejecutivo busca que el Banco Central pueda emitir pesos sin el respaldo del dólar
La base monetaria ya no estará atada a las reservas internacionales. CFK le bajó el pulgar a la Ley de Entidades Financieras
Marcó del Pont: “Esto es una vuelta de página al régimen de convertibilidad”
Por María Eugenia Baliño
El Gobierno busca que el Banco Central de la República Argentina (BCRA) tenga un papel más protagónico en la economía nacional, especialmente a través de la regulación y orientación del crédito y el ejercicio de un mayor control sobre las distintas actividades vinculadas al sistema financiero. De esta forma, se intenta poner fin a un icono de los años ’90: la Ley de Convertibilidad.
Tal como adelantó la presidenta Cristina Fernández en su discurso de apertura del período ordinario de sesiones del Congreso, el Poder Ejecutivo nacional envió al Parlamento el proyecto oficial de reforma de la Carta Orgánica del Banco Central de la República Argentina (BCRA), que ingresó ayer por la tarde a la mesa de Entrada de la Cámara de Diputados mediante el mensaje del Ejecutivo 291
“El Banco Central debe estar en función de la economía real, no para hacer cualquier zafarrancho”, lanzó la Presidenta durante su discurso.
Así, la iniciativa propone incorporar al mandato único que tiene actualmente la entidad, que es el de preservar el valor de la moneda, dos nuevos objetivos: garantizar la estabilidad financiera y promover el desarrollo económico con equidad social.
Crédito. En este sentido, una de las modificaciones centrales que contempla el proyecto de ley es la de facultar al BCRA a regular y orientar el crédito a través de las instituciones del sistema financiero con el fin –principalmente– de promover la inversión productiva a largo plazo. De esta forma, la entidad podrá determinar las condiciones de crédito, fijar tasas de interés, plazos, comisiones, cargos e incluso establecer su destino mediante encajes diferenciales y otros recursos.
Según indicó a BAE la presidenta del BCRA, Mercedes Marcó del Pont, esta iniciativa le permitirá al BCRA “recuperar sus facultades para direccionar el crédito”, que le fueron quitadas en la reforma de la carta orgánica llevada a cabo en 1992 tras la instauración del régimen de convertibilidad. “Esto generará una mayor eficiencia en la orientación del crédito”, indicó Marcó del Pont, quien resaltó que el proyecto de ley implica “una vuelta de página al régimen de convertibilidad”.
Libre disponibilidad. En esa línea, uno de los puntos centrales de la iniciativa del Gobierno es la eliminación de la obligación de mantener una relación entre la base monetaria y la cantidad de reservas internacionales. Según establece la Ley de Convertibilidad creada por el ex ministro de Economía Domingo Cavallo, en 1991, “en todo momento, las reservas de libre disponibilidad del Banco Central de la República Argentina en oro y divisas extranjeras serán equivalentes a por lo menos el 100% de la base monetaria”.
De esta manera, al derogar la Ley de Convertibilidad –o lo que queda de ella– dejaría de regir la necesidad de que la base monetaria cuente con el respaldo “uno a uno” de las reservas del Central, como sucede ahora.
Reservas. “Dada la adopción de un régimen de tipo de cambio flexible aunque administrado, aquella relación también fluctúa y son otras consideraciones las que deben definir, por un lado, la política de acumulación de reservas internacionales y, por el otro, la expansión del crédito y del dinero”, indicaron desde el BCRA. A cambio, el proyecto de ley propone que el directorio del Banco Central sea el encargado de definir cuál debe ser el nivel de reservas adecuado para garantizar el normal funcionamiento del mercado cambiario de acuerdo a la evolución de las cuentas externas.“Este es un esquema más virtuoso a la hora de determinar el nivel de reservas necesario”, afirmó Marcó del Pont.
Desde el Congreso, Cristina le bajó el pulgar a la Ley de Entidades Financieras
Este jueves en el Congreso Cristina desestimó la posibilidad de reformar la Ley de Entidades Financieras que data de 1977 (plena dictadura militar) y que fue promovida en aquel momento por José Martínez de Hoz, quien se desempeñaba como ministro de Economía del gobierno de facto.
El principal impulsor de la modificación de la norma, con un proyecto de ley alternativa elaborado al respecto, era el presidente del banco Credicoop y diputado nacional por Nuevo Encuentro, Carlos Heller, quien integra una agrupación afín al Gobierno kirchnerista.
En su discurso ante la Asamblea Legislativa, se explayó sobre la función de los bancos y el papel del Central, al tiempo que les asestó un golpe a quienes proponían la misma reforma, al asegurar: “No creo que sea necesario modificar la Ley de Entidades Financieras”.
La Presidenta también aclaró que la autoridad monetaria mantendrá la “independencia” con respecto al Poder Ejecutivo y que su presidenta (Mercedes Marcó del Pont) deberá contar con acuerdo del Senado, como ocurre en la actualidad.
Cristina insistió en que la defensa de la moneda no puede ser la única función del Central y al respecto mencionó que en 1992 se suprimieron todas las funciones que tenía para la orientación del crédito.
“Se lo inmovilizó. Todo ese poder fue a parar a las entidades financieras. Por eso pasó lo que pasó en Argentina y en el mundo entero”, manifestó.
“La prevalencia de lo financiero sobre lo productivo es consecuencia del Consenso de Washington y hoy las consecuencias están a la vista”, agregó Cristina, quien garantizó también el cumplimiento de los pagos del BODEN 2012, el bono emitido para compensar a los ahorristas perjudicados por el corralito financiero.