Después de la tragedia de Once empezaron a circular versiones en espacios kirchneristas sobre la salida del secretario de Transporte. En esa lógica, el nombre que se instaló con fuerza para ocupar su lugar es el de Agustín Rossi, jefe de la bancada oficialista.
Pasada la consternación inicial por la tragedia de Once, en el kirchnerismo empezó a asomar un debate sobre cómo dar respuesta a la demanda social de un sistema de transporte eficiente. En paralelo, y de manera casi inevitable luego de un accidente de tal gravedad, comenzaron a circular nombres para un eventual reemplazo del secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi, sobre todo tras sus problemas de salud. La presidenta Cristina Kirchner hasta el momento no dio indicios de que piense desplazarlo e incluso anteayer en la Asamblea Legislativa mencionó que el funcionario no estaba allí porque se encontraba convaleciente. Sin embargo, en los pasillos del Congreso se decía con insistencia antes y después de la sesión que la gestión de Schiavi en Transporte tiene fecha de vencimiento cercana y quien suena más fuerte para ocupar su lugar es el actual jefe de la bancada oficialista en Diputados, Agustín Rossi.
El nombre puede sorprender porque Rossi es una figura consolidada en la conducción del bloque tras dos años de minoría del kirchnerismo en la Cámara baja. Pero algunos especulan que sería una buena opción para agarrar otra vez una papa caliente, como lo es la Secretaría de Transporte en este momento. En el oficialismo parlamentario y en despachos del Poder Ejecutivo no pasó inadvertido un artículo de opinión que escribió Rossi el último domingo en este diario. Se tituló Reflexiones sobre la tragedia. Allí planteó lo siguiente: Somos conscientes de que tenemos que seguir trabajando para solucionar muchos problemas que todavía existen. Para eso nos eligió el pueblo argentino, para seguir gobernando y transformando, no para ser meros administradores de situaciones preexistentes.
También sugirió no prestar atención a especulaciones varias, incluida la posibilidad de un pedido de renuncia al actual secretario de Transporte. Pero lo que más llamó la atención del artículo fue la firma. Decía: Agustín Rossi. Ingeniero. Diputado nacional. Presidente de bloque FPV-PJ. De sus notas de opinión de los últimos cinco años, en éste y otros medios, es la primera vez que hace notar su título de ingeniero. En efecto, Rossi estudió esa carrera entre fines de los 70 y principios de los 80 en la Facultad de Ingeniería y Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de Rosario. Se recibió como ingeniero civil.
Al día siguiente de esa nota, en el acto por el Bicentenario de la Bandera en Rosario, empezó a cobrar fuerza la versión de que Rossi podría desembarcar en Transporte. Y no faltó un santafesino que recordara que en su paso parlamentario por la provincia, entre 1987 y 1991, impulsó varios proyectos ligados al transporte, como el medio boleto de colectivo para estudiantes. Anteayer, en el Congreso, entre legisladores de peso del oficialismo estaba muy instalada la idea de que Schiavi saldrá de la Secretaría y que Rossi es hoy el principal candidato para sucederlo. De todos modos, fuentes de ese espacio también dijeron a este diario que no hay que descartar rencillas internas en el bloque K, a partir de las cuales se esté buscando instalar a Rossi para el cargo y alejarlo así del manejo de la bancada, a la que aspirarían otros.
Otro nombre que sonó en el Congreso es el de Martín Sabbatella, una figura del progresismo y aliado del Gobierno. Los problemas de salud de Schiavi, quien tuvo que someterse a una operación y colocarse un stent, abonan las especulaciones. Más allá de la cuestión de quién detente el cargo, una decisión que como siempre terminará quedando muy concentrada en la Presidenta, en el kirchnerismo existe preocupación por el desgaste político que les provoca la crisis del transporte y la tragedia de Once. Una cosa era pelearse con el patrón de estancia y otra es estar siendo interpelados por nuestros propios votantes, que nos exigen respuestas a la altura de las que ha dado este espacio todos estos años, reflexionó un dirigente oficialista, comparando la pelea por la Resolución 125 y el actual problema que enfrenta el Gobierno.
En ambos casos, las crisis se produjeron apenas iniciados los mandatos de CFK. Aquella experiencia demostró que es importante tener buenos interlocutores para defender la posición del Gobierno y Rossi tiene experiencia en esa tarea, agregó otra fuente. Más allá de eso, la clave será la capacidad que demuestre el Gobierno para revertir una situación complicada en materia de servicio ferroviario.