En una referencia tácita al accidente de trenes en la estación de Once, que el 22 de febrero dejó un saldo de 51 muertos y cientos de heridos, el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, llamó ayer a “evitar que las tragedias ocurran” , y a trabajar desde la Justicia para que esas desgracias no se transformen después en “tragedias judiciales”.
“Los prestadores de servicios públicos deben cuidar la vida y la salud de los habitantes”, señaló, y recordó un fallo firmado por la Corte en 2008 donde el tribunal destacó que los usuarios de esos servicios confían en que los prestadores “se van a ocupar de su seguridad”. (Ver “Un fallo que…” ).
En el discurso de inauguración del año judicial 2012, el presidente de la Corte destacó también que “los fuertes no necesitan protección, el Derecho está para los débiles”, y destacó que “no puede ser que la Justicia se mire a sí misma, primero hay que mirar a la sociedad. La gente pide una sentencia en un tiempo razonable” , dijo.
En esa misma línea, aseguró que “hay tragedias colectivas que luego corren el riesgo de transformarse en tragedias judiciales. Si aplicamos los principios tradicionales del Derecho como nos los enseñaron en la facultad, hay juicios que durarían más de diez años”.
“Quien ha sufrido una tragedia necesita una respuesta rápida y mucho más oportuna en el tiempo”, señaló. Además, consideró que muchas veces los problemas más importantes del país “no se solucionan, se trasladan”, por lo que “hay que hacer cambios profundos y estructurales y no meras declaraciones de coyuntura”.
Ante la presencia de numerosos jueces, Lorenzetti hizo un llamado a construir una Justicia “más cerca de los intereses de los ciudadanos, que no se demore por causas injustificadas y que juzgue a quien tiene enfrente con imparcialidad, cualquiera sea el poder económico, político o de otra naturaleza”.
Al final de su discurso, que duró casi una hora, Lorenzetti llamó a “escuchar a todos” los sectores. “Hagamos este esfuerzo porque vale la pena”, concluyó.
“Los prestadores de servicios públicos deben cuidar la vida y la salud de los habitantes”, señaló, y recordó un fallo firmado por la Corte en 2008 donde el tribunal destacó que los usuarios de esos servicios confían en que los prestadores “se van a ocupar de su seguridad”. (Ver “Un fallo que…” ).
En el discurso de inauguración del año judicial 2012, el presidente de la Corte destacó también que “los fuertes no necesitan protección, el Derecho está para los débiles”, y destacó que “no puede ser que la Justicia se mire a sí misma, primero hay que mirar a la sociedad. La gente pide una sentencia en un tiempo razonable” , dijo.
En esa misma línea, aseguró que “hay tragedias colectivas que luego corren el riesgo de transformarse en tragedias judiciales. Si aplicamos los principios tradicionales del Derecho como nos los enseñaron en la facultad, hay juicios que durarían más de diez años”.
“Quien ha sufrido una tragedia necesita una respuesta rápida y mucho más oportuna en el tiempo”, señaló. Además, consideró que muchas veces los problemas más importantes del país “no se solucionan, se trasladan”, por lo que “hay que hacer cambios profundos y estructurales y no meras declaraciones de coyuntura”.
Ante la presencia de numerosos jueces, Lorenzetti hizo un llamado a construir una Justicia “más cerca de los intereses de los ciudadanos, que no se demore por causas injustificadas y que juzgue a quien tiene enfrente con imparcialidad, cualquiera sea el poder económico, político o de otra naturaleza”.
Al final de su discurso, que duró casi una hora, Lorenzetti llamó a “escuchar a todos” los sectores. “Hagamos este esfuerzo porque vale la pena”, concluyó.