Ustedes van a tener que vender por convicción o por instrucción”, fue la advertencia que recibieron los seis cónsules argentinos que asistieron a la reunión organizada en la embajada argentina en Washington el fin de semana pasado, para promover las exportaciones de productos argentinos al mercado estadounidense . “Yo me pregunté si en algún momento iban a sacar el revolver”, bromeó después una de las dos fuentes consultadas por esta corresponsal.
La reunión fue organizada por el embajador Argentino en Washington Jorge Argüello y fue presidida por la secretaria de Comercio Exterior del Ministerio de Economía, Beatriz Paglieri; la secretaria de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería, Cecilia Nahón y la directora del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, Ana María Edwin.
A sólo dos días de que Barack Obama expulsara a la Argentina del Sistema General de Preferencias y seis días antes de que hiciese una dura denuncia contra nuestro país en el Organización Mundial del Comercio por la medidas proteccionistas (ver páginas 8 y 9) que adoptó el gobierno kirchnerista, el timing de la reunión evidentemente no fue el mejor.
Pero durante las discusiones se puso el acento sobre la necesidad de exportar. Los peligros fueron minimizados por las funcionarias durante la charla, con sugerencias a que los problemas que está padeciendo Argentina en Washington se deben fundamentalmente al accionar de los fondos buitres, en represalia por la deuda argentina en default.
Las tres funcionarias argentinas llegaron a Washington muy preparadas, con un esquema armado en Power Point y una serie de estadísticas sobre el comercio bilateral, que actualmente tiene un superavit de casi 4.000 millones de dólares favorable a Estados Unidos .
Con ellas también trajeron una lista de registro de exportaciones, diciendo que era la primera vez que se había confeccionado un trabajo de este tipo en la Argentina. Uno de los cónsules presentes recordó, sin embargo, que si buscaban en el archivo de la Cancillería sin duda encontraban otra. “Lo peor es que todos los folletos que no dejaron para promover las exportaciones estan escritos en español”, informó una de las fuentes, ya en un tono resignado.
“Lo más increíble de todo es que después de la reunión las tres se fueron de compras. ‘Arrasamos’, dijeron, cuando volvieron del shopping”, confió a esta corresponsal la otra fuente consultada. “Adoptan medidas para proteger a lo nacional, pero vienen acá y se compran de todo”.
La reunión fue organizada por el embajador Argentino en Washington Jorge Argüello y fue presidida por la secretaria de Comercio Exterior del Ministerio de Economía, Beatriz Paglieri; la secretaria de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería, Cecilia Nahón y la directora del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, Ana María Edwin.
A sólo dos días de que Barack Obama expulsara a la Argentina del Sistema General de Preferencias y seis días antes de que hiciese una dura denuncia contra nuestro país en el Organización Mundial del Comercio por la medidas proteccionistas (ver páginas 8 y 9) que adoptó el gobierno kirchnerista, el timing de la reunión evidentemente no fue el mejor.
Pero durante las discusiones se puso el acento sobre la necesidad de exportar. Los peligros fueron minimizados por las funcionarias durante la charla, con sugerencias a que los problemas que está padeciendo Argentina en Washington se deben fundamentalmente al accionar de los fondos buitres, en represalia por la deuda argentina en default.
Las tres funcionarias argentinas llegaron a Washington muy preparadas, con un esquema armado en Power Point y una serie de estadísticas sobre el comercio bilateral, que actualmente tiene un superavit de casi 4.000 millones de dólares favorable a Estados Unidos .
Con ellas también trajeron una lista de registro de exportaciones, diciendo que era la primera vez que se había confeccionado un trabajo de este tipo en la Argentina. Uno de los cónsules presentes recordó, sin embargo, que si buscaban en el archivo de la Cancillería sin duda encontraban otra. “Lo peor es que todos los folletos que no dejaron para promover las exportaciones estan escritos en español”, informó una de las fuentes, ya en un tono resignado.
“Lo más increíble de todo es que después de la reunión las tres se fueron de compras. ‘Arrasamos’, dijeron, cuando volvieron del shopping”, confió a esta corresponsal la otra fuente consultada. “Adoptan medidas para proteger a lo nacional, pero vienen acá y se compran de todo”.