Nueva versión de la calidad institucional

Cada día suenan más remotas aquellas palabras de la recién elegida Presidenta Fernández de Kirchner quien, – en algo que algunos pretendieron podía ser un primer gesto de diferenciación con la gestión de su cónyuge-, prometía mejorar la calidad institucional. También la guerra de descalificativos a la deslealtad vicepresidencial frente a un inofensivo Cobos queda hoy limitado a un nebuloso recuerdo de una gestión – mucho más tranquila que la actual, por cierto- que solo terminó hace menos de cuatro meses.
La nueva versión de funcionarios que defienden con firmeza una calidad institucional solo entendida para preservar espacios propios o alentar el escalamiento en los esquemas sucesorios , pone en evidencia el escaso lugar que “los ciudadanos de a pie” cuentan en las estrategias del poder oficialista.
El Vicegobernador bonaerense hace alarde de diferenciación con el Gobernador con el que hace apenas unos días aceptó integrar la fórmula de gobierno mayoritariamente votada – así, juntita.
No debe haber registros históricos que puedan mostrar semejante serruchazo. El acoso y el intento de debilitamiento del gobierno que se integra , o las balas lanzadas desde las propias filas, no lo toleran ningún sistema institucional, ni el campo de batalla. Resultan impúdicos, sobre todo, porque, mal que le pese, Mariotto es Scioli.
No menos graves han sido las palabras del Vicepresidente de la Nación en un intento de colgarse de las polleras de la señora, -única poseedora y depositaria de los votos de la elección pasada- para intentar salvar sus propias ropas (y algunas otras pertenencias, claro está), de la investigación judicial por haberse “interesado” en un expediente que corría por la órbita de su dependencia, lo que constituye para nuestro Código Penal uno de los delitos contra la administración pública .
Hemos aprendido antes de ahora que la intolerancia es la demostración de la propia inseguridad . Esa fue la imagen del Licenciado Boudou, disparando acusaciones a diestra y siniestra contra quienes han osado poner en duda su gestión como ministro de Economía, mientras la ex Ciccone quedaba en manos de sus amigos y accedía a contrataciones millonarias del Estado, nada menos que para fabricar billetes.
Pero el salto al poder del funcionario – tan lejano en historia y modos para el sentimiento y la liturgia peronista-, no tuvo otra razón que la de la mismísima Sra. Presidenta, a la sazón hoy la más afectada por su coequipier en la gestión del Gobierno Nacional. No es la causa judicial la que la afecta. Al contrario, tal vez no se esté dando cuenta que hacer frente a la realidad podría darle la misma fortaleza que por razones parecidas fue haciendo de Dilma Rousseff una mujer respetada y poderosa.
Es la pseudo defensa con ataques y otras yerbas de su Vicepresidente lo que más debilita hoy a Cristina. El error de haberlo designado (algo que ya nadie duda) tendrá efectos mucho menos devastadores que el error de sostenerlo .
El daño se lo hace él. Porque Boudou es Kirchner.
La tendencia suicida de algunos -en muestra de su desesperación- parece llevarlos a dinamitar la propia cueva donde se esconden. Mientras tanto, dejan al descubierto las peores miserias del poder: la insensibilidad social y la falta de honestidad.

Acerca de Nicolás Tereschuk (Escriba)

"Escriba" es Nicolás Tereschuk. Politólogo (UBA), Maestría en Sociologìa Económica (IDAES-UNSAM). Me interesa la política y la forma en que la política moldea lo económico (¿o era al revés?).

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