El intendente de Almirante Brown Darío Giustozzi, criticó la metolodogía del piquete y corte de calles como forma de protesta ante la falta de energía eléctrica, ya que los cortes son una «evidente consecuencia de un temporal que cualquiera entiende extraordinario».
Giustozzi afirmó que «hoy un piquete es una provocación social. Se tornaron insoportables e ineficaces, ya que generan un marco de violencia desmedida que torna inviable la resolución de los conflictos por vía de una negociación pacífica y adecuada al problema por el que se protesta».
En el distrito de Almirante Brown se dispuso de un equipo de más de doscientas personas durante las 24 horas que sucedieron al temporal, para recoger árboles y postes caídos. El jefe comunal sostuvo que «además del intenso trabajo para evitar los riesgos de la población, la remoción de casi 200 árboles de techos, calles y veredas y la entrega de agua a miles de vecinos por la falta de luz, tuvimos que lidiar con el permanente abuso de aquellos que diciendo defender los derechos de los damnificados, se robaban los cables, cobraban peaje a los autos para pasar el piquete y apedreaban a cualquiera que se cruzara, sean autos o personas, incluso a aquellos que se acercaban a ayudarlos».
Y agregó que «esto ocurre no sólo en Brown, es extensivo al resto del país, en donde esta práctica a veces parece ser la única alternativa de reclamo».
Indignado por esa situación, Giustozzi sostuvo que «el Estado actual no es el de los noventa, por eso irrita tanto que con todas las conquistas y avances obtenidos en estos años, todavía haya sectores que sostengan el piquete como metodología sin entender que esas prácticas van en desmedro de todo lo conseguido».
Y acotó: «Estos sectores piensan que fomentando permanentemente el malestar de la población pueden sacar alguna ventaja, y de esta manera son funcionales a grupos delictivos y mafiosos que se aprovechan de situaciones a veces dramáticas de nuestra sociedad causando más penurias».
Giustozzi afirmó que «hoy un piquete es una provocación social. Se tornaron insoportables e ineficaces, ya que generan un marco de violencia desmedida que torna inviable la resolución de los conflictos por vía de una negociación pacífica y adecuada al problema por el que se protesta».
En el distrito de Almirante Brown se dispuso de un equipo de más de doscientas personas durante las 24 horas que sucedieron al temporal, para recoger árboles y postes caídos. El jefe comunal sostuvo que «además del intenso trabajo para evitar los riesgos de la población, la remoción de casi 200 árboles de techos, calles y veredas y la entrega de agua a miles de vecinos por la falta de luz, tuvimos que lidiar con el permanente abuso de aquellos que diciendo defender los derechos de los damnificados, se robaban los cables, cobraban peaje a los autos para pasar el piquete y apedreaban a cualquiera que se cruzara, sean autos o personas, incluso a aquellos que se acercaban a ayudarlos».
Y agregó que «esto ocurre no sólo en Brown, es extensivo al resto del país, en donde esta práctica a veces parece ser la única alternativa de reclamo».
Indignado por esa situación, Giustozzi sostuvo que «el Estado actual no es el de los noventa, por eso irrita tanto que con todas las conquistas y avances obtenidos en estos años, todavía haya sectores que sostengan el piquete como metodología sin entender que esas prácticas van en desmedro de todo lo conseguido».
Y acotó: «Estos sectores piensan que fomentando permanentemente el malestar de la población pueden sacar alguna ventaja, y de esta manera son funcionales a grupos delictivos y mafiosos que se aprovechan de situaciones a veces dramáticas de nuestra sociedad causando más penurias».