Desolador panorama por la sequía en el norte argentino

La soja también se vio afectada por la seca. Foto: Fotos de AACREA
Cultivos abandonados y sin cosechar, otros a punto de correr esa misma suerte y fuertes pérdidas en los lotes que sí comenzaron a recolectarse es el dramático saldo que dejó la sequía en el norte argentino. Y ya asoma otro trasfondo: la cadena de pagos se corta, caen las ventas de insumos y se multiplican las dificultades financieras de los productores.
Ese es el panorama que hoy se vive en amplias zonas de Chaco, Santiago del Estero, Tucumán, Salta y Jujuy. Esas provincias representan en un año normal 6,7 millones de toneladas de soja, el 13% de la producción del país y 3 millones de maíz (11 por ciento). Allí las lluvias fueron esquivas cuando el cultivo más lo necesitó: faltaron más de 400 milímetros.
Un dato: en Tucumán, una provincia de caña de azúcar por excelencia, además de los problemas con la soja ya se estima una reducción de entre el 20 y el 25% en las toneladas que se cosecharán en unos 30 días.
«Entre Chaco [el sudoeste] y Santiago del Estero [el este provincial] tenemos un radio de unos 250 kilómetros cuadrados donde entre el 80 y el 85 por ciento de la soja no se va a poder cosechar. Y va a quedar en el lote porque sale más caro pagar la máquina para cosecharla», expresó a LA NACION Juan Monin, director de la Sociedad Rural Argentina (SRA) en la región.
En su informe del jueves pasado, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires advirtió que en Chaco las pérdidas del área ya superan a las que se produjeron con la sequía del ciclo 2008/2009.
En tanto, en la pampa húmeda los lotes cosechados de soja también rinden poco. Quizá por este cuadro, ya hay varias proyecciones sobre 43 a 44 millones de toneladas para la cosecha total del país, contra 49,5 millones del ciclo pasado y 52 a 55 millones que se aguardaban antes de la sequía.
Paradojas del clima, en Chaco hasta mediados de enero hubo algunas lluvias y los cultivos no venían tan mal. Pero desde el 1° de febrero hasta el viernes pasado, no se registraron precipitaciones y eso condicionó su suerte. Lo que llovió el viernes último, en algunos lugares con 30-40 hasta 100 milímetros, llegó tarde para la biología de las plantas.
En Charata, que en Chaco es la ciudad insignia del desarrollo de la agricultura en la última década, en especial con la soja, hay muchos lotes con cero rinde. Y los que pueden rendir 200 a 400 kilos, contra niveles de más de 2000/2500 kilos en un año con buenas lluvias, no sirven para pagar costos como la cosechadora, el gasoil y otros gastos de recolección.
Sobre el maíz, en la región del Chaco hablan de pérdidas en el rinde que rozan también el 70 por ciento. «Acá ya están mal el productor y el que vende repuestos y máquinas, está mal la cadena de pagos y hay despidos de empleados en los campos», graficó el dirigente ruralista Monin.
«Hay que darle una ayuda económica al pequeño productor que se quedó sin nada y otorgar facilidades de créditos y liberar de impuestos al productor mediano. Estas cosas se tienen que hacer lo antes posible», agregó Enrique Santos, presidente de la Sociedad Rural del Chaco.
En Santiago del Estero, hay zonas también muy críticas. «En Aerolito y Sacháyoj se abandonó el 60% de los cultivos de soja por falta de agua», indicó Pablo Miretti, productor del Consorcio Regional de Experimentación Agrícola (CREA) Quimilí.
Con suerte, los cultivos de soja que se implantaron más tarde o que fueron bendecidos con algunas lluvias puntuales podrían aspirar a un máximo de rendimiento de 1500/1800 kilos. En un campo alquilado, igual eso no alcanza para pagar los gastos, ya que se deberían obtener por lo menos unos 2000 kilos para cubrir todos los costos de producción.
En maíz, en la zona se apunta a los 3000 kilos por hectárea, un nivel muy por debajo de los 5600/5800 kilos históricos.
El drama del Norte no se agota en estas regiones. Hugo Lázaro, otro integrante de un grupo CREA que abarca el este de Tucumán y el oeste de Santiago del Estero, trazó un duro panorama de esta zona.
Respecto de las precipitaciones históricas de 800 milímetros, en el último ciclo ese nivel cayó un 50 por ciento. Y las consecuencias para la soja están a la vista. «En el 30 por ciento de los lotes, hay pérdidas totales; en otro 30 por ciento, se esperan de 400 a 500 kilos, y en el resto, el rendimiento se puede acercar a 1800 kilos. No recuerdo una campaña tan crítica como ésta», subrayó Lázaro.
Problemas generalizados
Al maíz no le fue mejor. Ya se perdió un 25% de los lotes, otro 25% podría apuntar a rindes de 2000 a 4000 kilos y el 50% restante alcanzar los 5000 a 6000 kilos por hectárea.
Ni siquiera en el sur de Tucumán y parte del este de Catamarca es posible escuchar buenas noticias sobre la cosecha de soja. El productor Ramón Puchulu contó: «En los lotes tempranos, que conforman el 50% de la superficie sembrada, se están midiendo pérdidas del 80% del rendimiento en la región. Se cosechan rindes de 0 a 500 kilos».
En Tucumán hay otros cultivos pasándola mal. Uno es la caña de azúcar, que sufriría una reducción promedio del 20-25% de las toneladas de caña que se van a recolectar. El otro afectado por la falta de lluvias es el limón, cuya fruta además está registrando problemas de ingreso en la Unión Europea por las trabas que la Argentina aplica a productos de ese bloque. «La sequía fue la tercera más grave de la historia en la provincia», destacó Manuel Ponce, asesor del Consorcio Regional de Experimentación Agrícola Cañaverales. Llovieron unos 450 milímetros, contra los registros de años normales de 1000 milímetros.
Impacto también en la pampa húmeda
En la pampa húmeda tampoco hay buenas noticias sobre los rindes de soja que se están cosechando en este momento, a pesar de que la situación es mucho menos dramática que en el norte del país. A modo de ejemplo del impacto provocado por la sequía en la región, Guillermo Alonso, técnico de la firma multinacional Nidera, sostuvo: «En el este de Córdoba, en Monte Buey, Corral de Bustos y Justiniano Posse, localidades que históricamente suelen tener altos rindes, el promedio inicialmente se sitúa entre 2300 y 2500 kilos, contra los 3800 a 4500 kilos que se venían obteniendo en las últimas campañas»..

Acerca de Nicolás Tereschuk (Escriba)

"Escriba" es Nicolás Tereschuk. Politólogo (UBA), Maestría en Sociologìa Económica (IDAES-UNSAM). Me interesa la política y la forma en que la política moldea lo económico (¿o era al revés?).

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