Después de la estatización, Repsol canceló la entrega de barcos de gas

A 11 días de que el Gobierno anunciara la expropiación del 51% de las acciones de YFP, la petrolera española Repsol decidió cancelar la entrega de gas por barcos (GNL) a la Argentina que se había acordado a fines del año pasado.
La medida de Repsol – que promete afectar significativamente el suministro interno de gas desde mediados de mayo – ya fue comunicada oficialmente a ENARSA, que ahora se apresta a lanzar una compra contrarreloj para tratar de adquirir el gas faltante.
En las últimas semanas de 2011, el Gobierno – por medio de ENARSA – había contratado con Repsol la provisión de 10 de los 81 cargamentos de gas natural licuado (GNL) que se iban a importar este año para poder paliar el déficit de la producción local y morigerar los cortes de suministro a las industrias en el período invernal de mayor consumo.
El primero de esos barcos destinado a la terminal regasificadora de Bahía Blanca tenía fecha de entrega el 14 de mayo , pero ayer la compañía ibérica avisó que dio por caída la operación.
Esgrimió como argumento que los funcionarios locales no habían implementado a tiempo la “carta de crédito” que figura en el contrato de venta.
Si bien rechazaron esa excusa alegando que todavía no vencieron los plazos contractuales, las autoridades de ENARSA y del ministerio de Planificación consideran que se trata de una reacción directa de Repsol por la estatización de YPF que dispuso la Casa Rosada.
Pese a que Repsol no dijo aún que hará con los 9 barcos de GNL restantes que tiene adjudicados, en el Gobierno ya dan como un hecho que no cumplirá con las entregas y que irá comunicando las cancelaciones a medida que se acerquen las fechas pactadas.
Según el cronograma en juego, Repsol debería despachar dos barcos de GNL mensuales en junio, julio y agosto y tres más para los meses de octubre, noviembre y diciembre.
El cargamento de GNL que canceló Repsol para Bahía Blanca había sido adjudicado a un precio de 13,50 US$ por millón de BTU e implicaba para el Gobierno un desembolso total de casi US$ 41 millones.
Esa carga le iba permitir a la regasificadora bahiense inyectar, durante un período de 10 días, un promedio de 10 millones de metros cúbicos diarios que equivalen a casi el 8% de la demanda total del sistema gasífero.
Por más que salga a contratar de urgencia el combustible faltante, ahora el Gobierno enfrenta dos problemas significativos.
Por un lado, los precios de GNL que en los últimos meses subieron entre un 25% y 30% por las mayores demandas de Brasil y Japón. Las últimas compras realizadas por Petrobras para las regasificadoras de Río y Fortaleza se cerraron a US$ 17 por millón de BTU. Además, hace dos semanas la propia ENARSA adjudicó una carga invernal para Bahía Blanca que tenía pendiente a la única oferta de US$ 17,80 que había presentado la empresa estadounidense Excelerate.
Y por otro lado, la escasez de oferentes dada tanto por la falta de GNL disponible, como por los mayores riesgos y costos que deben afrontar los proveedores que acepten venderle combustible a un país que ha quedado en la mira en materia de seguridad jurídica por haber expropiado la principal petrolera local.

Acerca de Nicolás Tereschuk (Escriba)

"Escriba" es Nicolás Tereschuk. Politólogo (UBA), Maestría en Sociologìa Económica (IDAES-UNSAM). Me interesa la política y la forma en que la política moldea lo económico (¿o era al revés?).

Ver todas las entradas de Nicolás Tereschuk (Escriba) →

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *