Familiares de las 51 víctimas mortales de la tragedia de Once volvieron hoy a criticar a funcionarios, a la empresa TBA y al maquinista de la formación que protagonizó el accidente, al asegurar que las pericias oficiales demostraron «fallas en todos los estamentos».
«Ustedes creyeron que eran inmunes a una tragedia; no, ni inmunes ni impunes», advirtieron en un documento al referirse a los funcionarios a cargo del área de Transporte.
El texto sobre el análisis de las pericias fue leído hoy en la estación de Once, en nombre de los familiares, por los padres de Lucas Menghini Rey, una de las víctimas mortales de la tragedia del 22 de febrero pasado.
Al cuestionar a la empresa Trenes de Buenos Aires, dijeron que a esa concesionaria del servicio le era «más redituable invertir en el exterior», porque «allá se ganan dólares mientras acá se pierden vidas».
Advirtieron, además, que los peritajes revelaron «errores gravísimos» por parte del maquinista de la formación 3772 de la línea Sarmiento, Marcos Córdoba, único imputado por el accidente.
María Luján Rey aseguró que «ninguno de los heridos podrá olvidar lo vivido» e insistió en que «no fue un accidente, sino la consecuencia de años de abandono y desidia».
En tanto, Paolo Menghini subrayó que «está claro que a los señores Cirigliano les haya sido más redituable invertir en el exterior», porque «allá se ganan dólares mientras acá se pierden vidas».
La mujer aclaró que «no queremos un chivo expiatorio», pero reveló que las pericias oficiales «marcan errores gravísimos» en el accionar del conductor del tren.
Menghini coincidió en que además del error humano «hay cosas que van más allá» como la antigüedad de los trenes, «vagones con mantenimiento diferido» o realizado «de manera absolutamente irregular».
«Están prácticamente sin parantes las cabezas de los vagones», precisó.
El hombre estimó que si el mantenimiento y la seguridad hubiesen sido los adecuados, el accidente no hubiera provocado 51 víctimas mortales y 703 heridos.
«A todas esas carencias deberán dar respuesta todos los que fueron llamados por el juez a indagatoria», expresó.
Tras aclarar que los familiares «no culpamos absolutamente a nadie», reiteró que la pericia oficial «marca fallas en todos los estamentos».
«Ahora la justicia empezó a actuar, estamos muy atentos y confiamos en el juez (Claudio) Bonadio», dijo.
Por otra parte, el abogado Gregorio Dalbón, quien representa a un grupo de víctimas del accidente ferroviario de Once, rechazó este domingo la posibilidad de que se unan todos los querellantes como planteó Bonadío.
El letrado se opuso al llamado del juez de la causa para que se reúnan los abogados para coordinar la unificación de planteos en la querella.
«Si esto va a ser una coacción de Bonadio para que las cosas se hagan como él dice o no se hagan, no vamos a unificarnos con ninguno», advirtió Dalbón. (DyN)
«Ustedes creyeron que eran inmunes a una tragedia; no, ni inmunes ni impunes», advirtieron en un documento al referirse a los funcionarios a cargo del área de Transporte.
El texto sobre el análisis de las pericias fue leído hoy en la estación de Once, en nombre de los familiares, por los padres de Lucas Menghini Rey, una de las víctimas mortales de la tragedia del 22 de febrero pasado.
Al cuestionar a la empresa Trenes de Buenos Aires, dijeron que a esa concesionaria del servicio le era «más redituable invertir en el exterior», porque «allá se ganan dólares mientras acá se pierden vidas».
Advirtieron, además, que los peritajes revelaron «errores gravísimos» por parte del maquinista de la formación 3772 de la línea Sarmiento, Marcos Córdoba, único imputado por el accidente.
María Luján Rey aseguró que «ninguno de los heridos podrá olvidar lo vivido» e insistió en que «no fue un accidente, sino la consecuencia de años de abandono y desidia».
En tanto, Paolo Menghini subrayó que «está claro que a los señores Cirigliano les haya sido más redituable invertir en el exterior», porque «allá se ganan dólares mientras acá se pierden vidas».
La mujer aclaró que «no queremos un chivo expiatorio», pero reveló que las pericias oficiales «marcan errores gravísimos» en el accionar del conductor del tren.
Menghini coincidió en que además del error humano «hay cosas que van más allá» como la antigüedad de los trenes, «vagones con mantenimiento diferido» o realizado «de manera absolutamente irregular».
«Están prácticamente sin parantes las cabezas de los vagones», precisó.
El hombre estimó que si el mantenimiento y la seguridad hubiesen sido los adecuados, el accidente no hubiera provocado 51 víctimas mortales y 703 heridos.
«A todas esas carencias deberán dar respuesta todos los que fueron llamados por el juez a indagatoria», expresó.
Tras aclarar que los familiares «no culpamos absolutamente a nadie», reiteró que la pericia oficial «marca fallas en todos los estamentos».
«Ahora la justicia empezó a actuar, estamos muy atentos y confiamos en el juez (Claudio) Bonadio», dijo.
Por otra parte, el abogado Gregorio Dalbón, quien representa a un grupo de víctimas del accidente ferroviario de Once, rechazó este domingo la posibilidad de que se unan todos los querellantes como planteó Bonadío.
El letrado se opuso al llamado del juez de la causa para que se reúnan los abogados para coordinar la unificación de planteos en la querella.
«Si esto va a ser una coacción de Bonadio para que las cosas se hagan como él dice o no se hagan, no vamos a unificarnos con ninguno», advirtió Dalbón. (DyN)