«Los réditos políticos y los modestos beneficios económicos que el Gobierno capitalizará en el corto plazo -por la expropiación de YPF- tendrán por contrapartida elevados costos de largo plazo para el país», advirtió ayer en una declaración el Club Político Argentino, que reúne a intelectuales de distintas disciplinas.
Mientras en la Cámara de Diputadas avanzaba a mano alzada la sanción de la controvertida ley, la institución reclamó la elaboración de una estrategia de desarrollo en el campo energético, fundada en el respeto a las reglas de juego.
«Cuando la caja apremia, la lógica oficial no varía: con tal de no pagar los costos políticos que exigiría corregir las inconsistencias de la política en curso, se demoniza cualquier cambio de rumbo como sinónimo de ajuste neoliberal y se apela a la caja que está más a mano, sea pública, como las del Banco Central o la Anses, o privada, como las de las AFJP o YPF», advierte la entidad, constituida en junio de 2008 para contribuir al fortalecimiento del compromiso del país con la democracia y los valores cívicos.
Los intelectuales sostienen que «responsabilizar a Repsol YPF de la actual situación es encontrar un chivo expiatorio para no asumir las responsabilidades de la política energética y justificar la expropiación de la empresa».
«Se ha vuelto costumbre: el Gobierno, antes que dedicarse a la resolución de problemas concretos y promover el diálogo sobre cuestiones de importancia nacional, prefiere generar hechos de alto impacto político, decididos entre pocos, sin la suficiente reflexión acerca de las consecuencias que esos actos tendrán en el largo plazo, tanto en el país como en el exterior», indica la declaración del Club Político Argentino.
El documento, de siete carillas, fue elaborado por el sociólogo Antonio Camou, el investigador Eleodoro Gavea, el editor Alejandro Katz, el periodista Daniel Muchnik, el politólogo Vicente Palermo y el economista Guillermo Rozenwurcel.
Respaldaron el documento, con su firma, Graciela Fernández Meijide, Luis Alberto Romero, Victoria Itzcovich, Carlos Reboratti, Héctor Leis, Ernesto Gore y Henoch Aguiar, entre otros..
Mientras en la Cámara de Diputadas avanzaba a mano alzada la sanción de la controvertida ley, la institución reclamó la elaboración de una estrategia de desarrollo en el campo energético, fundada en el respeto a las reglas de juego.
«Cuando la caja apremia, la lógica oficial no varía: con tal de no pagar los costos políticos que exigiría corregir las inconsistencias de la política en curso, se demoniza cualquier cambio de rumbo como sinónimo de ajuste neoliberal y se apela a la caja que está más a mano, sea pública, como las del Banco Central o la Anses, o privada, como las de las AFJP o YPF», advierte la entidad, constituida en junio de 2008 para contribuir al fortalecimiento del compromiso del país con la democracia y los valores cívicos.
Los intelectuales sostienen que «responsabilizar a Repsol YPF de la actual situación es encontrar un chivo expiatorio para no asumir las responsabilidades de la política energética y justificar la expropiación de la empresa».
«Se ha vuelto costumbre: el Gobierno, antes que dedicarse a la resolución de problemas concretos y promover el diálogo sobre cuestiones de importancia nacional, prefiere generar hechos de alto impacto político, decididos entre pocos, sin la suficiente reflexión acerca de las consecuencias que esos actos tendrán en el largo plazo, tanto en el país como en el exterior», indica la declaración del Club Político Argentino.
El documento, de siete carillas, fue elaborado por el sociólogo Antonio Camou, el investigador Eleodoro Gavea, el editor Alejandro Katz, el periodista Daniel Muchnik, el politólogo Vicente Palermo y el economista Guillermo Rozenwurcel.
Respaldaron el documento, con su firma, Graciela Fernández Meijide, Luis Alberto Romero, Victoria Itzcovich, Carlos Reboratti, Héctor Leis, Ernesto Gore y Henoch Aguiar, entre otros..