Pertenezco a un partido, la Unión Cívica Radical, que hace tiempo padece de prácticas endogámicas que lo han alejado de la consideración de la ciudadanía. Ello se agravaría aún más de privilegiarse una confrontación interna en lugar de hacerse el esfuerzo por llegar a un consenso para la elección de las autoridades partidarias en la provincia de Buenos Aires . La merma en la participación de sus afiliados y simpatizantes como de resultados electorales satisfactorios resultan emergentes de su aislamiento y falta de lectura de la realidad.
Debemos realizar una autocrítica serena determinando la causas que han llevado a la situación actual.
Falta actualización, recambio generacional, así como propuestas concretas para una ciudadanía que asiste a un creciente estancamiento de la actividad económica, con inflación, sumado a discursos cargados de autoritarismo que empobrecen el debate democrático que no comprenden que las diferencias nutren el pensamiento.
¿Qué propuestas sobre Educación, Salud, Seguridad, Energía o Transporte, por caso, tiene la UCR?. Incluso, muchos legisladores radicales las ignoran por falta de debate interno ni qué decir los ciudadanos independientes. Se rompió el diálogo entre los propios radicales así como con la sociedad al punto tal de estar en riesgo la supervivencia del único Partido opositor con representación en todo el país . El radicalismo forma parte de la cultura social y política de nuestro país. Si desea seguir teniendo gravitación debe resolver sus diferencias internas a través del diálogo para luego convocar a la conformación de un amplio abanico de sectores en base a acuerdos de contenido programático que ofrezcan a la sociedad una alternativa válida al oficialismo actual.
La vida de la gente va por un lado y los partidos políticos van por otro. Esperamos que esta actitud suicida de interminable confrontación se detenga, y destinar las energías necesarias a reestablecer el vínculo con la sociedad. De seguir así se dejará huérfana a la sociedad de la posibilidad de la alternancia y a la democracia de opciones que la sustenten.
Debemos realizar una autocrítica serena determinando la causas que han llevado a la situación actual.
Falta actualización, recambio generacional, así como propuestas concretas para una ciudadanía que asiste a un creciente estancamiento de la actividad económica, con inflación, sumado a discursos cargados de autoritarismo que empobrecen el debate democrático que no comprenden que las diferencias nutren el pensamiento.
¿Qué propuestas sobre Educación, Salud, Seguridad, Energía o Transporte, por caso, tiene la UCR?. Incluso, muchos legisladores radicales las ignoran por falta de debate interno ni qué decir los ciudadanos independientes. Se rompió el diálogo entre los propios radicales así como con la sociedad al punto tal de estar en riesgo la supervivencia del único Partido opositor con representación en todo el país . El radicalismo forma parte de la cultura social y política de nuestro país. Si desea seguir teniendo gravitación debe resolver sus diferencias internas a través del diálogo para luego convocar a la conformación de un amplio abanico de sectores en base a acuerdos de contenido programático que ofrezcan a la sociedad una alternativa válida al oficialismo actual.
La vida de la gente va por un lado y los partidos políticos van por otro. Esperamos que esta actitud suicida de interminable confrontación se detenga, y destinar las energías necesarias a reestablecer el vínculo con la sociedad. De seguir así se dejará huérfana a la sociedad de la posibilidad de la alternancia y a la democracia de opciones que la sustenten.