Giro de utilidades cayó el 87% en primer trimestre

Uno de los efectos más notorios de las restricciones para acceder al mercado cambiario es el freno al giro de utilidades y dividendos al exterior que sufrieron las empresas. Aunque ya se conocía que la negativa del Banco Central a venderles divisas a las compañías que procuran enviar sus ganancias a las casas matrices, se divulgó el primer dato oficial que lo confirma: en los tres primeros meses del año, la disminución llegó a un 87% en relación con lo girado en el primer trimestre de 2011.
Se trata de uno de los datos más interesantes del balance cambiario que divulgó el BCRA. Mientras el año pasado las empresas habían girado dividendos al exterior por u$s 354 millones en el primer trimestre, la cifra en 2012 bajó a apenas u$s 46 millones. Es indudablemente uno de los rubros que más sintió la barrera impuesta por el Gobierno para acceder a las divisas.
Se estima que a lo largo de los meses este efecto continuará de la misma manera. El año pasado, el giro de divisas afuera en concepto de pago de utilidades había sido récord, totalizando los u$s 4.354 millones. Esta cifra resultó parte de la fuga de capitales, o «formación de activos externos neto», que se registró el año pasado por u$s 21.500 millones.
La estrategia oficial para impedirles a empresas extranjeras el giro de utilidades tiene tres ejes:
El Central impidió de hecho a los bancos extranjeros que envíen las ganancias de 2011, al elevar los requisitos de capital mínimo para operar. Se estima que por lo menos durante dos años, los ratios no les alcanzarán para disponer libremente de fondos, por lo que esas utilidades deben ser capitalizadas en la entidad local.
En el mismo sentido, los directores de ANSES en empresas cotizantes votaron en contra del reparto de dividendos. En algunos casos directamente impidieron cualquier giro al exterior (como en YPF), mientras en otros se autorizaron sumas menores en relación con lo que había sucedido un año atrás (como el caso de Telecom, que tiene socios italianos).
Pero tan relevante como estas dos posturas públicas es la norma «no escrita» que aplica el BCRA, por la cual impidió que cualquier empresa compre divisas en el mercado si el objetivo es girar utilidades al exterior. Esta barrera va en contra de lo que dicta la propia normativa cambiaria vigente, según la cual todas las empresas e individuos tienen la posibilidad de comprar y disponer libremente de u$s 2 millones mensuales. Sin embargo, cuando cualquier empresa realiza el trámite para comprar sumas menores para girar, incluso u$s 100.000, en la autoridad monetaria nunca les dan respuesta al trámite. Y ante la consulta insistente de algún gerente financiero, se lo invita a consultarle a la Secretaría de Comercio Interior, a cargo de Guillermo Moreno, que teóricamente no tiene ninguna vinculación con el funcionamiento del Central.
El contraste con lo sucedido el año pasado en materia de envío de utilidades al exterior sería todavía más notorio en este segundo trimestre, que es históricamente el más activo. Esto se debe a que coincide con las asambleas de accionistas (se realizan en abril), en las que se resuelve cómo disponer de las ganancias del año anterior. En 2011 habían salido en este concepto u$s 1.655 millones. Esta vez la cifra no superaría los u$s 300 millones. Y el proyectado para todo el año seguramente dará menos de u$s 1.000 millones girados al exterior, menos de la quinta parte que en 2011.

Acerca de Nicolás Tereschuk (Escriba)

"Escriba" es Nicolás Tereschuk. Politólogo (UBA), Maestría en Sociologìa Económica (IDAES-UNSAM). Me interesa la política y la forma en que la política moldea lo económico (¿o era al revés?).

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