El cepo total que aplicó la AFIP a la compra de divisas tuvo el efecto deseado para el Gobierno. En mayo, la dolarización de carteras (también conocida como fuga de capitales) se redujo a la mitad en comparación con abril. Se estima en el mercado financiero que ascendió a u$s 550 millones contra los u$s 1.100 millones de abril. Esto fue producto de las restricciones que aplicó con mayor fuerza la AFIP después de la primera semana de mayo cuando virtualmente impidió toda compra de dólares por parte de los ahorristas.
Abril había terminado con una dolarización alta en comparación a meses pasados (en torno a u$s 550 millones en promedio) porque el Gobierno había liberado un poco más el cepo cambiario. El resultado hizo que redoblaran las restricciones a tal punto que se magnificó la brecha entre el dólar oficial y el denominado blue.
Así las cosas, el Gobierno está logrando (a la fuerza) que la dolarización por el carril formal tienda a ser cero o por lo menos se le acerque a ese guarismo. El monto de pesos que se cambian por dólares (o sea la dolarización) pasó de u$s 800 millones en enero, u$s 300 millones en febrero, u$s 500 millones en marzo, a u$s 1.100 millones en abril y a u$s 550 millones en mayo. La dolarización está en baja y es claro que las medidas apuntan a que las divisas no se vayan del sistema y queden en manos del Banco Central, algo que reasegura la capacidad financiera del país, admitió una fuente del Gobierno con cierto ánimo exitista.
Claramente, la buena noticia, no es tan positiva cuando se observa que parte de la demanda insatisfecha de dólares se vuelca al carril informal. Los datos oficiales, obviamente, no contemplan esta dolarización que no queda registrada en el mercado blue. Otra vez, la idea del Gobierno es que este mercado es insignificante y que no incide en la economía, por lo que hablan de que la compra de dólares en esta plaza no altera la tendencia a la baja en el mercado formal.
Tampoco es tan buena noticia que las reservas del BCRA hayan caído en torno a u$s 700 millones en mayo a pesar de que la autoridad monetario terminó con un saldo comprador de más de u$s 1.000 millones en el mes. Es más, con datos al 18 de mayo (último oficial), el BCRA compró todos los dólares que liquidaron los exportadores. La fuga, que se te había acelerado en abril, la cortaste de prepo cuando cerraste el grifo en los primeros días de mayo y casi prohibiste la venta a minoristas. El problema es, además del salto que generaste en la brecha cambiaria, la salida de los depósitos en dólares. Esto más que compensó el impacto positivo sobre las reservas que tuvo el cierre al grifo, explicó Marina Dal Poggetto, directoria de Estudio Bein.
Sucede que lo que gana el Gobierno restringiendo la demanda de dólares en el mercado formal, lo pierde en parte por la salida de depósitos en dólares. Si bien el movimiento de las reservas es una combinación de fuga, movimiento de depósitos, pagos de deuda, compras y ventas del BCRA, variación de cotización del euro y el oro, el hecho de que el Central no haya podido aprovechar totalmente el cepo cambiario fue la salida de divisas de los bancos. Los bancos tienen depositados los encajes (unos u$s 7.000 millones) en el BCRA, y por lo tanto cuando devuelven depósitos, le piden los dólares al Central para entregárselos a sus clientes y bajan las reservas. La percepción del Gobierno es que junio mostrará un monto similar o menor de dolarización al de mayo. No prevén abrir el grifo.
Abril había terminado con una dolarización alta en comparación a meses pasados (en torno a u$s 550 millones en promedio) porque el Gobierno había liberado un poco más el cepo cambiario. El resultado hizo que redoblaran las restricciones a tal punto que se magnificó la brecha entre el dólar oficial y el denominado blue.
Así las cosas, el Gobierno está logrando (a la fuerza) que la dolarización por el carril formal tienda a ser cero o por lo menos se le acerque a ese guarismo. El monto de pesos que se cambian por dólares (o sea la dolarización) pasó de u$s 800 millones en enero, u$s 300 millones en febrero, u$s 500 millones en marzo, a u$s 1.100 millones en abril y a u$s 550 millones en mayo. La dolarización está en baja y es claro que las medidas apuntan a que las divisas no se vayan del sistema y queden en manos del Banco Central, algo que reasegura la capacidad financiera del país, admitió una fuente del Gobierno con cierto ánimo exitista.
Claramente, la buena noticia, no es tan positiva cuando se observa que parte de la demanda insatisfecha de dólares se vuelca al carril informal. Los datos oficiales, obviamente, no contemplan esta dolarización que no queda registrada en el mercado blue. Otra vez, la idea del Gobierno es que este mercado es insignificante y que no incide en la economía, por lo que hablan de que la compra de dólares en esta plaza no altera la tendencia a la baja en el mercado formal.
Tampoco es tan buena noticia que las reservas del BCRA hayan caído en torno a u$s 700 millones en mayo a pesar de que la autoridad monetario terminó con un saldo comprador de más de u$s 1.000 millones en el mes. Es más, con datos al 18 de mayo (último oficial), el BCRA compró todos los dólares que liquidaron los exportadores. La fuga, que se te había acelerado en abril, la cortaste de prepo cuando cerraste el grifo en los primeros días de mayo y casi prohibiste la venta a minoristas. El problema es, además del salto que generaste en la brecha cambiaria, la salida de los depósitos en dólares. Esto más que compensó el impacto positivo sobre las reservas que tuvo el cierre al grifo, explicó Marina Dal Poggetto, directoria de Estudio Bein.
Sucede que lo que gana el Gobierno restringiendo la demanda de dólares en el mercado formal, lo pierde en parte por la salida de depósitos en dólares. Si bien el movimiento de las reservas es una combinación de fuga, movimiento de depósitos, pagos de deuda, compras y ventas del BCRA, variación de cotización del euro y el oro, el hecho de que el Central no haya podido aprovechar totalmente el cepo cambiario fue la salida de divisas de los bancos. Los bancos tienen depositados los encajes (unos u$s 7.000 millones) en el BCRA, y por lo tanto cuando devuelven depósitos, le piden los dólares al Central para entregárselos a sus clientes y bajan las reservas. La percepción del Gobierno es que junio mostrará un monto similar o menor de dolarización al de mayo. No prevén abrir el grifo.
Así es , el cepo cambiario o control de cambios sólo genera pérdidas para el país y por consiguiente da poco valor a la moneda argentina , por lo que es irónico pensar que existe este tipo de controles sólo en dos países del mundo