Para un visitante que regresa a la Argentina tras una ausencia de diez meses, es asombrosa la rapidez con la que han cambiado las cosas: la mayor bonanza económica de la historia reciente de este país se ha convertido en una desaceleración aguda y el optimismo ha dejado lugar a un estado de ansiedad generalizado. La fiesta argentina de los últimos ocho años ha terminado.
Pese a los apasionados discursos de la Presidenta, en los que afirma que su difunto esposo y ex presidente Néstor Kirchner produjo récords de crecimiento del 8% anual durante gran parte de la última década -un crecimiento que casi todos los economistas atribuyen a factores externos-, por todos lados se ven signos del final del boom.
El índice de popularidad de Fernández ha caído del 63%, tras ganar su reelección en octubre, hasta el 39%actual, según una nueva encuesta de Management & Fit. Aunque la reciente estatización de la empresa petrolera YPF le consiguió un breve repunte en las encuestas, ya hay cacerolazos de protesta en los barrios más pudientes de esta capital.
Lo que es más amenazante para el Gobierno, la mayor unión sindical del país ha iniciado paros esporádicos en reclamo de un aumento salarial del 30%, y las organizaciones de productores agrícolas amenazan con huelgas contra los impuestos que el Gobierno impone a las exportadores de granos.
El tema del día en Buenos Aires es dónde comprar dólares en el mercado negro y a qué precio. La inflación, oficialmente del 9%, se estima mayor al 25%. La economía pasará de un crecimiento del 9% el año pasado a un 2,2 este año, según estimaciones del Banco Mundial. Muchos economistas independientes dicen que el país podría terminar el año con crecimiento cero. «Creemos que tarde o temprano esta historia termina en una gran devaluación», decía un reciente informe del economista Javier Kulesz, del banco UBS, y añadía que la devaluación se daría junto con un gran aumento del precio de los servicios, mayor tensión social y crecimiento bajo o incluso negativo.
¿Por qué se cayo la economía argentina? A juzgar por las docenas de entrevistas que hice aquí la semana pasada, hay una sola razón de la actual declinación: el populismo. El Gobierno ha regalado dinero, sin pensar mucho más allá de la próxima elección. El aumento de los subsidios funcionó mientras las exportaciones no dejaban de subir, pero dejaron al país al borde de la quiebra cuando los precios mundiales de las materias primas pararon de aumentar.
El Gobierno malgastó la mayor bonanza económica del país en casi cien años en subsidios para millones de personas -muchas de las cuales han dejado de trabajar, porque viven mejor de las dádivas que si tuvieran un empleo- así como para el transporte y la energía.
Roberto Lavagna, el ex ministro de economía durante el gobierno de Néstor Kirchner, estima que los subsidios al transporte y la energía aumentaron de 1200 millones de dólares, a fines de 2005, a 19.000 millones el año pasado.
Aunque el sentido común sugiere que se debería empezar a reducir el gasto público, Fernández de Kirchner parece estar redoblando su apuesta. La semana pasada anunció un gigantesco plan para dar 400.000 préstamos hipotecarios de bajo interés y construir 400.000 viviendas en el curso de los próximos cuatro años. ¿De dónde saldrá el dinero? De fondos del sistema de seguridad social. El Gobierno dice que el plan creará 100.000 empleos y contribuirá a reactivar la economía. Los escépticos dicen que el dinero desaparecerá en manos de funcionarios corruptos, y los futuros jubilados no verán ni un centavo de sus jubilaciones. Lo más preocupante es que un gran número de argentinos no se oponen a un mayor rol del Estado en la economía, dijo Lavagna.
Mi opinión: todo indica que Fernández de Kirchner culpará al mundo exterior de la caída provocada por su propia fiesta económica de los últimos años. Emitirá cada vez más dinero para comprar los votos que le permitan ganar las elecciones legislativas de octubre de 2013 y rezará por una nueva suba de los precios internacionales de las materias primas -que muy pocos consideran probable- para equilibrar las cuentas del país.
Mientras tanto, habrá malgastado la mejor oportunidad que ha tenido Argentina en un siglo de usar su bonanza económica para mejorar los estándares educativos, atraer inversiones para crear nuevas industrias y crear empleos productivos para sacar de la pobreza de manera permanente a millones de personas.
Espero estar equivocado, y que Fernández de Kirchner, durante los tres años y medio que le quedan de gobierno, piense en el futuro del país con una visión menos cortoplacista y menos ideológica. Salvo una drástica corrección de rumbo, Fernández de Kirchner llevará a la Argentina a su próxima gran devaluación, que será totalmente autoinfligida.
© La Nacion.
Pese a los apasionados discursos de la Presidenta, en los que afirma que su difunto esposo y ex presidente Néstor Kirchner produjo récords de crecimiento del 8% anual durante gran parte de la última década -un crecimiento que casi todos los economistas atribuyen a factores externos-, por todos lados se ven signos del final del boom.
El índice de popularidad de Fernández ha caído del 63%, tras ganar su reelección en octubre, hasta el 39%actual, según una nueva encuesta de Management & Fit. Aunque la reciente estatización de la empresa petrolera YPF le consiguió un breve repunte en las encuestas, ya hay cacerolazos de protesta en los barrios más pudientes de esta capital.
Lo que es más amenazante para el Gobierno, la mayor unión sindical del país ha iniciado paros esporádicos en reclamo de un aumento salarial del 30%, y las organizaciones de productores agrícolas amenazan con huelgas contra los impuestos que el Gobierno impone a las exportadores de granos.
El tema del día en Buenos Aires es dónde comprar dólares en el mercado negro y a qué precio. La inflación, oficialmente del 9%, se estima mayor al 25%. La economía pasará de un crecimiento del 9% el año pasado a un 2,2 este año, según estimaciones del Banco Mundial. Muchos economistas independientes dicen que el país podría terminar el año con crecimiento cero. «Creemos que tarde o temprano esta historia termina en una gran devaluación», decía un reciente informe del economista Javier Kulesz, del banco UBS, y añadía que la devaluación se daría junto con un gran aumento del precio de los servicios, mayor tensión social y crecimiento bajo o incluso negativo.
¿Por qué se cayo la economía argentina? A juzgar por las docenas de entrevistas que hice aquí la semana pasada, hay una sola razón de la actual declinación: el populismo. El Gobierno ha regalado dinero, sin pensar mucho más allá de la próxima elección. El aumento de los subsidios funcionó mientras las exportaciones no dejaban de subir, pero dejaron al país al borde de la quiebra cuando los precios mundiales de las materias primas pararon de aumentar.
El Gobierno malgastó la mayor bonanza económica del país en casi cien años en subsidios para millones de personas -muchas de las cuales han dejado de trabajar, porque viven mejor de las dádivas que si tuvieran un empleo- así como para el transporte y la energía.
Roberto Lavagna, el ex ministro de economía durante el gobierno de Néstor Kirchner, estima que los subsidios al transporte y la energía aumentaron de 1200 millones de dólares, a fines de 2005, a 19.000 millones el año pasado.
Aunque el sentido común sugiere que se debería empezar a reducir el gasto público, Fernández de Kirchner parece estar redoblando su apuesta. La semana pasada anunció un gigantesco plan para dar 400.000 préstamos hipotecarios de bajo interés y construir 400.000 viviendas en el curso de los próximos cuatro años. ¿De dónde saldrá el dinero? De fondos del sistema de seguridad social. El Gobierno dice que el plan creará 100.000 empleos y contribuirá a reactivar la economía. Los escépticos dicen que el dinero desaparecerá en manos de funcionarios corruptos, y los futuros jubilados no verán ni un centavo de sus jubilaciones. Lo más preocupante es que un gran número de argentinos no se oponen a un mayor rol del Estado en la economía, dijo Lavagna.
Mi opinión: todo indica que Fernández de Kirchner culpará al mundo exterior de la caída provocada por su propia fiesta económica de los últimos años. Emitirá cada vez más dinero para comprar los votos que le permitan ganar las elecciones legislativas de octubre de 2013 y rezará por una nueva suba de los precios internacionales de las materias primas -que muy pocos consideran probable- para equilibrar las cuentas del país.
Mientras tanto, habrá malgastado la mejor oportunidad que ha tenido Argentina en un siglo de usar su bonanza económica para mejorar los estándares educativos, atraer inversiones para crear nuevas industrias y crear empleos productivos para sacar de la pobreza de manera permanente a millones de personas.
Espero estar equivocado, y que Fernández de Kirchner, durante los tres años y medio que le quedan de gobierno, piense en el futuro del país con una visión menos cortoplacista y menos ideológica. Salvo una drástica corrección de rumbo, Fernández de Kirchner llevará a la Argentina a su próxima gran devaluación, que será totalmente autoinfligida.
© La Nacion.
Para La Nación stuvimos viviendo años negros, trágicos… Y ahora resulta que fue una fiesta.
En realidad, no es que La Nación y Clarín mientan.
Lo que pasa es que no hay que apurarse: hay que leerlos unos años después de los sucesos para que a uno le cuenten la verdad.
Cuando estaba la dictadura, era maravillosa. Después del ochenta y tantos se dieron cuenta que había sido siniestra.
El gobierno de Néstor y el primero de Cristina fueron la catástrofe, el hundimiento del país. Ahora sí se ve que fueron bastante buenos.
Los grandes diarios, a los conceptos y las interpretaciones de las noticias los dejan ‘añejar’. Y como los vinos buenos, a la larga mejoran. Hay que tenerles paciencia.
Raúl:
Interesante la observación sobre la contradicción que señalás, pero ¿cuál es tu opinión sobre el fondo de la nota? Si el estado de nuestro economía hoy fuera tan sólido, ¿se animaría el autor de la nota a ser tan terminante y pronosticar que este ciclo termina como tantos otros en nuestro país?
Saludos, M
¿Y por qué no se animaría? ¿Que se anime es una pruebe de qué? ¿Basta con afirmar algo taxativamente para que sea verdadero?
En el 2003 se animaron a afirmar taxativamente que el gobierno duraba un año.
En el 2009 afirmaron terminantemente que el gobierno duraba dos meses.
Afirmaron, también terminantemente, que las jubilaciones iban a bajar.
Dijeron terminantemente que el dóar iba a costar entre 7 y 10 pesos.
Afirmaron sin lugar a dudas que en 2009 el país dejaba de crecer.
Y puedo seguir la lista (es interminable, en serio).
Claro que se animan; ¿Qué pierden? Algún día van a acertar una y no va a faltar el salame que diga «lo dijeron».
Manuel: «¿se animaría el autor de la nota a ser tan terminante y pronosticar que este ciclo termina como tantos otros en nuestro país?»
Honestamente, le creo más a las predicciones horóscopo que a las de Oppenheimer. En 1992 (mil nueve noventa y dos, veinte años nada menos) escribió este librejo(1) titulado «La Hora Final de Fidel Castro».
Nada de «Las últimas décadas…» ni cosa por el estilo. No. «La Hora final…»
Cuando uno sanatea a este nivel, debería retirarse de la tribuna disimuladamente y abrir un parripoyo, mínimo. Pero no, confían en el «indulto de la memoria» de muchos. Que por suerte aún conservo para su escarnio público.
(1) http://articulo.mercadolibre.com.ar/MLA-424380064-la-hora-final-de-fidel-castro-andres-oppenheimer-_JM
Bien ahí! Sabía de la cercanía de Opennheimer con el anticastrismo en Miami, pero no conocía este despiste que tuvo. Que feo la pifió!
Mi pregunta, de todos modos, apuntaba a que no se asuma el silencio de Raúl como una ausencia de argumentos en contra del pronóstico nefasto que Oppenheimer hace acerca de la economía.
Lamentablemente, creo que la falta de reacción del gobierno en algunos aspectos económicos les da demasiada letra a estos agoreros del desastre. Y sería muy peligroso creer que vamos bien y que no hay nada que cambiar solamente porque nos critican. Creo que la crítica es mala leche y exagerada, pero tiene algo de verdad. Y eso me preocupa.
Mi opinión sobre algunas afirmaciones de la nota:
1.
‘Un crecimiento que casi todos los economistas atribuyen a factores externos’.
AO pertenece a un circuito mediático compuesto por varios medios nacionales y extranjeros.
Es un circuito en el que La Nación publica una columna, El País o el WSJ o el FT la reproducen en parte, y luego La Nación titula ‘En España / en EE. UU. / en Gran Bretaña dicen tal cosa’… cosa que es lo que antes dijo La Nación. Viejo truco.
Los ‘casi todos’ economistas a que se refiere AO son los del circuito.
Montones de otros economistas, tanto nacionales como extranjeros (incluidos un par de PREMIOS NOBEL) no opinan así.
La escasa influencia del ‘viento de cola’ respecto al crecimiento de la Argentina se ha analizado varias veces en Artepolítica, con datos de la CEPAL.
Para resumir: en 2003-2010 Argentina creció más que los demás países latinoamericanos, con menor ‘viento de cola’ (relación favorable de términos del intercambio). Brasil tuvo más viento de cola que Argentina y creció menos. Chile tuvo muchísimo más viento de cola que Argentina (por los espectaculares aumentos del precio del cobre) y creció menos. Sin embargo, en el ‘circuito’ se dice que ambos países tienen una economía virtuosa, y Argentina sólo tuvo suerte.
La sola revisión de los números desmiente eso, y desmiente a AO.
2.
El índice de popularidad de Cristina cayó: eso lo dice sólo una consultora, opositora y poco seria.
3.
‘Ya hay cacerolazos’. Pero no omite decir que ocurren ‘en los barrios más pudientes’. Él mismo se comenta, no hace falta que lo haga yo.
4.
‘Economistas independientes’ vaticinan crecimiento cero, más inflación, problemas sociales… Me remito al punto 1 respecto a esos economistas. También podríamos revisar las profecías ‘del circuito’ de 2003 a esta parte. Y cuántas se cumplieron.
5.
‘Una sola razón de la actual declinación: el populismo’. Aparte de la ideologicidad extrema de la afirmación, es gracioso pensar que fueron estos gobiernos populistas los que cuidaron las arcas de la Nación como NUNCA NADIE. Con superávit y aumento de reservas durante más de 8 años.
6.
‘Millones de personas, muchas de las cuales han dejado de trabajar’. Cualquiera que salga a la calle de 6 a 8 de la mañana y tome colectivos, trenes y subtes, viajará apretujado entre una muchedumbre de holgazanes que salieron a pasear (y a cobrar ‘planes’). Mientras que en 2001/2002 esos medios de transporte iban semivacíos.
Los famosos ‘planes’ de la época de Duhalde se redujeron -en cantidad de beneficiarios- a la mínima expresión. Lo que aumentó es la OCUPACIÓN.
La AUH no es ‘dádiva’ ni ‘plan’. Es SALARIO FAMILIAR para desocupados y también para trabajadores en negro (que lo son gracias a la pujante y honesta ‘clase empleadora’ argentina).
7.
Sobre el plan de viviendas, usa la inexactitud (que se usará la ‘plata de la Seguridad Social’) y la profecía (se lo van a afanar todo y los jubilados no verán un solo centavo).
Lo de que ‘se van a afanar todo’ es profecía, no tengo nada que opinar.
Lo de que ‘los jubilados no verán un solo centavo’ demuestra un desconocimiento tan absoluto y radical sobre cómo funciona el sistema argentino de la seguridad social, que no merece perder el tiempo en una respuesta.
8.
‘Lo más preocupante es que un gran número de argentinos no se oponen a un mayor rol del Estado en la economía’.
Pura ideología. Religión de mercado.
Ni trata de analizar por qué, después de haber vivido desde 1976 hasta 2001 bajo el leit motiv de ‘achicar el Estado’, la mayoría piensa otra cosa.
9.
Cristina culpará al mundo, emitirá más dinero para ganar las elecciones de 2013 y rezará para que suba más el precio de la soja. Profecía, profecía, profecía. Fake, fake, fake (como le decía Elaine a Seinfeld).
10.
Resumiendo: AO plantea las cosas de una manera ideológica (religión de mercado), que da como lo más avanzado el Consenso de Washington (dado por muerto por el BM y el FMI), comparte las profecías de su circuito, y niega los datos duros respecto a la Argentina de los últimos años. Además de esquivar hechos como nuestra crisis de 2001, la de EE. UU. de 2008 y la actual de Europa, para los que su ideología no puede dar una explicación coherente.
El autor ‘se anima a ser tan terminante’: los economistas y columnistas del circuito ‘se animaron a ser así de terminantes’ desde 2003. Por lo tanto, su asertividad para mí no significa nada.
10.
Mi opinión personal sobre la actualidad es que hay que corregir cosas en lo económico.
Por ejemplo, seguir bajando subsidios (gradual y selectivamente), reducir las importaciones de combustibles mediante la política de YPF y la orientación hacia las otras petroleras, cuidar las divisas en lo estrictamente necesario para no volver a endeudarse, y afrontar el problema de la inflación sin el ‘remedio’ de la recesión inducida.
Como resultante, se puede seguir creciendo, digamos al 3 o al 4%, valorizando el trabajo y la producción y tratando de paliar las injusticias sociales que subsisten.
Dicho sea de paso: para el ‘circuito’, cuando se crecía al 8/9% era algo ‘enfermo’, y lo ‘sano’ era el 3/4% como en los países limítroes. En cambio, el menor crecimiento que se espera ahora resulta una ‘catástrofe’. Una contradicción más del pensamiento ideologizado.
Al fin de cuentas, con este esquema ‘populista irresponsable’ mejoró la calidad de vida de casi toda la población a lo largo de 8 años.
Si la economía no sirve para eso, no sirve para nada.
Muchas gracias, Raúl. Me alegro de haber hecho el planteo. Un abrazo!
Bueno, Raúl, estas cosas suelen suceder.
No solo a los diarios, también a los políticos:
¿Te acordás cuando la pareja presidencial no hablaba de DDHH cuando era peligroso?
¿O de la privatización de YPF, que tanto apoyaron los K durante el menemato?
Lo cierto es que (casi) nadie resiste el archivo.
Andresito tampoco, como te (la) puse más arriba :)
Ya sé que muchos querrían que los Kirchner hubieran sido, nomás, montoneros, y que los hubieran matado los milicos.
Lamentablemente no fue así.
No eran montoneros. Trataron de sobrevivir durante la dictadura, como tantos de nosotros.
NO ENTIENDO POR QUÉ ESO LOS TRANSFORMA EN CULPABLES DE ALGO. Ni creo que desde la derecha me lo puedan explicar. Si lo dijera algún guerrillero que se la jugó (no un dirigente), todavía…
Cuando volvió a ser permitida la política, se dedicaron a la política.
Y *cuando tuvieron poder para hacerlo*, encararon la reparación de los crímenes de lesa humanidad. A fondo. Ese es uno de los puntos por los pasarán a la historia, sin dudas.
Es claro que a muchos se les revuelve el sistema digestivo porque se hace justicia con los asesinos seriales, aunque sea tarde. Qué le va a hacer.
Repetiré una vez más una breve historia: el Che era un cheto que jugaba al rugby en San Isidro antes de pasar a hacer lo que hizo. ¿Y? ¿Entonces no hizo nada ‘verdadero’? (Sin evaluar lo bueno o malo de su acción).
Sobre la privatización de YPF, que los K. apoyaron: ERA LA PRIMERA PARTE, ERA PARCIAL, CON ‘ACCIÓN DE ORO’ DEL ESTADO. Y la apoyaron por estricto interés provincial.
Es parecido a que Binner como gobernador de Santa Fe esté a favor de eliminar las retenciones a la soja. No pienso que seguiría con ese entusiasmo si fuera presidente.
Otra vez tenés razón: Claro que no eran montoneros. Y si lo hubiesen sido en la intimidad de sus almas, vale el viejo refrán: «Soldado que escapa, sirve para la próxima guerra».
No está nada mal: Vienen por la Justicia cuando el enemigo está en la lona.
¿Permitida la política? ¡Retruécanos! Cuando el PC estaba prohibido, había comunistas, claro que con miedo… También cuando vino la «contraofensiva» y miles volvieron al País para ser eliminados. Claro, en esos oscuros momentos nuestros justicieros esperaban su momento, y de paso hacían plata con la Patria Financiera… Seguro que pasarán a la Historia…
¿El Che? Un tipo que mataba fríamente, y lo reivindicaba. Y que hoy está en las remeras de millones de jóvenes. Un notorio éxito de marketing capitalista.
Binner… me suena ese muchacho…
Otrosí digo:
Los enemigos están en la lona gracias a los odiados ingleses. ¡Y encima nos peleamos con ellos soliviantando al noble Pueblo Argentino en sus nobles sentimientos!
Debiéramos regalarles algo, no sé, digamos que negocios para la British Ptroleum… ¡Ah!, ¿Ya los tienen? Oops…
David:
– No eran montoneros. Punto. ‘Y si lo hubieran sido…’, nada que decir. No eran.
Había militantes peronistas (la mayoría, incluso en la juventud) que estaban en contra del militarismo de Montoneros ante un gobierno elegido por el pueblo (encima, el mismo Perón), y no estaban de acuerdo con el intento de la ‘M’ de suplantar el liderazgo de Perón.
Por cosas así digo que usted opina desde la derecha: es como decir ‘JP, montoneros, eran todos lo mismo, todos subversivos’.
Y decir que los K. eran ‘montoneros cagones’, es como decir que cualquier persona con ideas de derecha es un ‘nazi cagón’.
– Muy diferente al caso de Elisa Carrió como fiscal del Chaco, con nombramiento DIRECTO del genocida de turno. Cosa que parece que no le sugiere ningún tipo de comentario. Como si fuera un hecho natural de la vida.
Además: embajadores radicales y socialistas, intendentes radicales, peronistas atraídos por Massera, etc.
– Yo prefiero a la gente que NO se dedicó a la política en ese momento, que a los que se ‘dedicaron’ de ese modo.
– ‘Vienen por la justicia cuando el enemigo está en la lona’. No. ‘Vinieron’ cuando tuvieron el poder de hacerlo. Si era tan fácil ¿por qué no se hizo en los noventas?
De nuevo: no sé qué hay de reprochable que se haya hecho en ese momento.
Salvo que LO REPROCHABLE SEAN LOS JUICIOS, cuando parecía que eso ‘ya se había olvidado’ y éramos felices de olvidarlo.
Hay gente que quiere olvidar los genocidios y dejar que sus perpetradores vivan libres. Otros no.
– Con lo de ‘permitida la política’ me refiero al período que comienza en la segunda mitad de 1983, con la campaña electoral. No antes. Allí usted repite una vez más lo de los montoneros cagones, que ya contesté más arriba. Sí, quizá era más meritorio ser funcionaria de un poder ejecutivo provincial militar.
– Sobre el Che dije que no juzgaba sus actos, sino que hice una analogía con su ‘pasado’.
Y específicamente sobre el artículo:
Efectivamente, malgastaron los recursos de la bonanza sojera con una fiesta de consumo mientras el costo argentino no para de subir gracias a la inflación en dólares. Eso significa quiebra para la industria nacional, especialmente las PYMES.
Lo mismo que Menem, solo que este bancó la fiesta con deuda, y nosotros con deuda y bonanza sojera. (Te recuerdo que la deuda está en los máximos históricos)
Lo que viene es la devaluación. Solo que no sé cómo harán para «relatarla».
«Te recuerdo que la deuda está en los máximos históricos»
Veo que le ha quedado fruta sin vender y viene acá a probar chance.
1. Toma el número final nominal como si los dólares del 2003 fueran los dólares del 2012.
2. El último bono de la deuda 2003 vencía en 2011 (Megarcanje), ahora en 2038.
3. La mitad de la deuda PUBLICA está en PESOS (no DÓLARES) y es INTRAESTADO, no le debemos un sope al FMI ni a ninguno de sus amigos (los suyos)
4. La deuda pasó a ser del 144% en 2003 al 35% del PBI.
Sí, el número NOMINAL es más grande. Omite decir a qué plazos, en qué moneda, a quién se le debe y qué porcentaje de la economía es.
Bueno, son detalles minúsculos ¿verdad? No le voy a andar meando el «relato» ¿no?
Vaya y vote a la Caceroluda Major que en una de ésas, quién le dice, se le cumple el deseo y nos vamos todos al joraca.
Estimado Eduardo:
1) La unidad de medida comparativa de todos los países es el dolar, al menos hasta que termine de caer el Imperio. Luego podrá ser el yuan, o quién te dice, el peso.
2) Ta buenísimo. Pero sucede que este año 2012 se va casi todo el superavit comercial en pagar el Boden 2012.
3) Muy interesante, pero lo que hay que pagar son, casualmente, dólares. Por eso el corralito green.
4) Falso, está en los niveles de aprox. 50% del PBI igual que en 1998. Solo hubo un «pozo» en la famosa «quita más grande de la Historia», y que se recuperó rápidamente.
De todos modos, sé que habrá un excelente «relato» con aplaudidores entusiastas. No me lo pienso perder, cuando lo anuncie como una bendición para las PYMES. (Es más, yo le podría hacer el libreto a la devaluta).
1) Sí, la unidad de medida es el dólar, pero el «Dólar 2012» vale menos que el «Dolar 2003». A menos que allá tengan su Moreno, cosa que no me extrañaría para nada.
2) Y? ¿Qué tiene que ver el culo con el arco iris? Sin mencionar que este es el ULTIMO año que terminamos de levantar el muerto de corralitos, corralones, megarcajes, bradys y blindajes. Del 2013 pra frenchi, sólo los bonos de la reestructuración 2005/2010. 2.600 palos verdes menos por año.
3) Dólares y PESOS. La suma si querés la podés computar en Dracmas o Hectopascuales, pero fueron emitidas en Dólares y PESOS.
4) Bueno, entonces pasó de 144 a 50. ¿Yo estoy en pedo o eso es bueno?
Déle, si está al pedo vaya a pasear a los nietos, deje de dar vergüenza aquí, un lugar tan serio…
Bue, ya dejé a los nietos en su casa, pero hacer docencia contigo es un sacerdocio… que no sé si tengo muchas ganas, pero…
1) Es el dolar que toman todos los países. ¿Querés restar la inflación de EEUU? Bueno, ¿en qué cambia conceptualmente? ¿Somos más relevantes en PBI que otros países con los que nos comparábamos? Ni te cuento cómo va a cambiar el PBI con la devaluación.
2) Falso. La genial «quita» se «desquitó». La deuda seguirá creciendo, en dólares y pesos, pero como los pesos son de los jubilados y los contribuyentes, esa no se va a pagar. Se va a privilegiar, como ocurre desde los milicos hasta los K, la de los verdes. Lo que no hizo el gobierno nac & pop fue lo único que hubiese sido realmente progresista: denunciar la deuda por fraudulenta, ilegítima y trucha.
3)¿Y?
4) Si, estás en pedo. La relación deuda/PBI es la misma que en 1998. El cuento del 144 fue durante el corto período de la devaluación, luego volvió a sus niveles «normales». No te quejes: Grecia está peor.
2)
Con los gobiernos K.:
– La deuda no creció como proporción del PBI.
– No se tomó deuda nueva en divisas. En 2005 se refinanció, y se paga, deuda anterior.
– Durante 8 años el nivel de vida de la mayoría de los argentinos mejoró. Repito: sin tomar deuda nueva en divisas.
– Por favor: recuérdenos la lista de gobiernos que hayan logrado esas mejoras durante 8 años para la mayoría y no se hayan endeudado. Ya sé que la lista debe ser laaaaarga, pero con dos o tres ejemplos será suficiente. Los espero.
– La chicana de que fue por el precio de la soja, por favor: no la repita más. Ya fue contestada.
– Es un error pensar sólo en el valor nominal: se debe ponderar la importante ampliación de plazos y la gran proporción de la deuda intra-Estado y la que está en pesos.
– La deuda intra-Estado es normal en todos lados. Y no le quita el sueño a los expertos en finanzas públicas, por lo poco que pude leer. Por ejemplo, dicen que en USA el excedente de los fondos para jubilaciones… se presta al Estado. (Si me equivoco, avisen).
– ¿Nunca la va a terminar con lo de ‘los jubilados’, que reciben desde hace 4 años aumentos MAYORES que la inflación, y son muchos más que antes? ¿Hay que decirlo otra vez?
– Si se hubiera hecho la denuncia de la deuda trucha, una acción puramente declamatoria (para la mirada exterior), estallaría el coro de ‘nos peleamos con el mundo’. Y no sé si usted no lo integraría. Una vez más: suena gracioso exigir progresismo desde la derecha.
– La renegociación con quita y/o ampliación de plazos FUE EQUIVALENTE a ‘limpiar’ la parte trucha de la deuda. Así que la declamación se sustituyó por una medida racional y práctica. Que tuvo un resultado concreto.
Le recuerdo que una buena parte de la deuda a 2001, si no la mayor, había sido contraída por gobiernos legales (Menem y De la Rúa), y no había forma de dejar de reconocerla.
– No sé cómo supone que la deuda en dólares va a ‘seguir creciendo’ si no se la toma ni se refinancia la anterior. Precisamente las medidas comerciales y cambiarias actuales son para que eso NO OCURRA.
Gracias Raúl por tu paciencia.
La etapa de socialista utópico se me pasó hace un cuarto de siglo. Si querés llamame de derecha, aunque no lo soy. Derecha es esta combinación autoritaria y populista que nos gobierna. Claro, la terminología es siempre opinable…
En realidad vamos a decirlo de otro modo: soy contreras de (casi) todos los gobiernos. Detesto el autoritarismo y la ineficiencia (el orden es indistinto). Detesto también la corrupción, pero eso ya es endémico.
De todos modos, una buena denuncia en foros internacionales sobre la ilegitimidad de la deuda contaría con mi ferviente apoyo, y sería un precedente de alto valor para un mundo manejado por los intereses financieros, al que todos nuestros gobiernos le rinden pleitesía.
No es cierto que la «quita» limpió la parte trucha. Interrumpió apenas la capitalización de la deuda de un par de años (ver más abajo). Por eso volvió a crecer al mismo nivel en 3 o 4 años.
No «supongo» que va a aumentar la deuda en dólares. Las tasas que estamos pagando las hace impagables, ya que su crecimiento es exponencial. Aún tomando una tasa modesta del 13% anual. En este caso, la deuda se cuadruplica cada 10 años. Interés compuesto, que le llaman.
«Aún tomando una tasa modesta del 13% anual.»
¿Y quién está pagando esa tasa? ¿Tomaste querosén y te cayó pesado?
Te recuerdo que desde hace seis años (2006) que no se toma un maravedí prestado, con excepción de créditos del BM al 2,3. Parece que a vos no te avisaron, y seguís pensando en términos de «si tomáramos» deuda del mercado nos empomarían con esa tasa.
Sucede que hace seis años que no pedimos ni un mango «del mercado». ¿No te avisaron?
Ojo: todas las estimaciones sobre pagos de intereses de la deuda las dan DECRECIENTES a partir del año que viene. Otra vez: si me equivoco, que me corrijan.
Eduardo:
No hace falta «tomar» créditos. Mi verbo «tomar» se refería a utilizar la tasa referida como cálculo.
La deuda funciona como un taxímetro. Está funcionando a tasas demenciales desde hace décadas. Los intereses son en promedio del 13%, aunque hay también títulos a tasas mayores y menores. Mientras termino de escribir estas líneas, la deuda ya aumentó algunos millones verdes (sin necesidad de tomar prestado siquiera un maravedí).
Sé que es duro, pero peor es vivir en nebulus pedus.
Raúl: Veamos el stock de deuda de aquí a un año, a esta misma hora, y comprobarás que aumentó aún con tasas decrecientes.
David ¿Y a mí qué carajos me importa lo que el taxi marque si yo no tomo taxi? ¿Es muy complicado para vos entender que hace seis años que no se toma deuda NUEVA? ¿Y que le deuda vieja fue REESTRUCTURADA en un 93$ una vez en el 2005 y otra en el 2010? ¿Y que las tasas LAS IMPUSIMOS NOSOTROS?
Por mí que el taxi («Riesgo País») marque el 5.000%, si hay una decisión política de no tomar taxi.
Por éso es importante mantener el superávit gemelo. Para no tener que saldar la diferencia «tomando taxi». Y por éso, cuando un año los números no cierran, antes de «tomar taxi» afuera, se recurre al «taxi local» (BCRA), que acepta deuda en pesos sin vulnerar el respaldo del circulante.
A ver si lo entendes, répetez avec muá: Deuda cara no tomamos desde hace seis años, Deuda cara no tomamos desde hace seis años, Deuda cara no tomamos desde hace seis años, Deuda cara no tomamos desde hace seis años…
¿Se entendió o te lo tengo que traducir?
Dentro de un año a la misma hora, hablamos.
Sin tomar deuda, vamos a deber más (dólares)
Sigo diciendo, por si no le alcanza lo que dice Eduardo:
– Si no se toma deuda nueva, la deuda no aumenta.
– Si los intereses se pagan en su totalidad en cada fecha de vencimiento, la deuda no aumenta. Hasta ahora no hubo intereses impagos que se capitalizaran.
– Tampoco es una deuda indexada, por lo que no aumenta tampoco por esa razón.
Ergo: si no hay deuda nueva, y la deuda vieja no se indexa ni capitaliza intereses:
LA DEUDA NO CRECE. NO CRECE. NO CRECE. NO CRECE.
Otra cosa es si
a) se tomara deuda nueva.
b) se refinanciaran intereses en lugar de pagarlos.
Que es lo que se hizo en la década del 90 y desembocó en 2001.
A partir de ese momento no se hizo más.
Y sin embargo siguió aumentando. Lo vemos en un año, aún sin tomar deuda. Es realmente un taxi. No quisiera amargarte el finde, pero así funciona. Avisale a Cris.
Bueno, yo de fenómenos paranormales no sé nada así que no opino. Posiblemente usted descubrió una nueva forma de energía.
Ja! Un fallido: Puse «nosotros» y quise decir «ahora»
¡Un psicoanalista ahí!
Soy un ávido lector de noticias y opiniones de variada calaña. Incluso me doy con algunos textos como este del operador gusano Andresito. La mayoría pegan fuerte y se te suben a la cabeza muy mal, pero del efecto tóxico se aprende y se adquieren defensas. No todos los días estoy dispuesto. Al veces sólo los fines de semana, porque necesito recuperarme.
Como todo oficio con pretensión de sacerdocio, ha requerido de cierta parafernalia profesionalista y la enunciación de «principios sagrados» que, justamente, sacralicen su accionar para separarlo del vulgo y darle aire de superioridad. Unas especies de sacerdotes modernos sin los cuales no se accede a dios, que como todo el mundo sabe es la ‘verdad’. Excepto porque dios no existe por sí, sino que es una construcción, como la verdad.
Hay que terminarla con la pretensión de que los periodistas son alguna especie de virtuosos sanos comunicadores si son profesionales.
No, el periodismo es el oficio de operar sobre la realidad en forma más o menos masiva con arreglo a determinados fines.
Aún la «pureza» de enumerar hechos noticiosos tiene un arreglo a determinados fines.
Esa es mi opinión, aún de los periodistas que respeto, que no es este el caso del ex-CNN.
Remite a los juglares y panfletarios varios, que recibían su paga bien por hacerlo en favor de algún señorío o bien por cautivar a sus ocasionales audiencias de pueblo en pueblo, con lo cual algún interesado podía pagarles para vender la fruta que quisiera. Hoy el principio se mantiene. O desde las originales «hojas de noticias» (news papers) hasta aquí ha variado la selección y forma de lo que se desea transmitir y a qué responde que se quiera transmitir eso mismo?.
Por lo tanto, mi posición es que TODOS los periodistas son operadores.
Siempre pretenden operar sobre la realidad con cierta intención.
Los profesionales lo hacen honestamente y con más recursos, de lenguaje, estilo, investigación, contactos fidedignos. Cual vendedor con buenas intenciones y argumentos.
Pero se considera buen vendedor a aquel que te logra vender un buzón por mucha guita y que encima te vayas contento.
Si un buen vendedor te vende un auto que a la vuelta de la esquina se cae a pedazos… es un trucho pero un gran vendedor. Lo mismo con un periodista. ¿O no es por eso que la propia comunidad de periodistas considera a Oppenheimer o a un De La Nata como grandes profesionales? Juglares que escondieron el bonete y taparon sus colores para que se piense que no se nota. Y se nota. Mucho.
¿Cómo zafan de eso? Bueno, ellos se amparan en que no son ELLOS mismos los inventores de la afirmación, sino que son meros «comunicadores» de otra cosa que les viene dada, son transmisores, de «la verdad» y lo pueden hacer porque los ampara la «libertad de expresión». Y encima consideran que esa transmisión es el ‘lubricante de la democracia’. ¡Cómo se han adaptado desde los tiempos de los señoríos feudales!
Es un artilugio ingenioso que una vez caído, como telón de obra clásica, deja ver todos los hilos y el decorado que ambientaba y le daba aura dionisíaca a la obra. Y uno se encuentra con que los dioses no eran tales sino el vecino de acá al lado actuando, haciendo ‘como que’.
Una última cosa: qué diferencia a la mayoría de los periodistas de la vecina parada sobre la escoba discurriendo de si la otra vecina salió o no? Qué los diferencia de cualquier discusión de café, sin datos y pura opinionería barata? Antes, cuando éramos chicos, pensábamos que ellos estaban mejor formados y tenían acceso a la información, así como mayor nivel cultural que la media de la población.
¿Cumplen mínimamente con eso los grandes referentes del sector? Pocos.
Asumamos que es un oficio de operadores y que se bajen de su pedestal. Para peor son operadores que en la mayoría de los casos lo que venden es su propio show cautivante de audiencias de la aldea. Como los juglares, ni más ni menos.
Esta perspectiva hace que me plantee seriamente dejar de fumar y leer diarios, así como otras drogas. Pero lo reconozco, es difícil. Empecemos: yo soy Ladislao y soy adicto; llevo una hora sin leer diarios.
Saludos
Ladislao Fokas
Fokas, con que deje el tabaco está bien.