En primer lugar quiero decir que estos párrafos son en repuesta a la nota de Sarlo publicada en el diario La Nación titulada “El imperio del yo”. En la misma, Betty esboza un análisis psicoanalítico sobre la presidenta, negando el mismo constantemente -aunque yo preferiría decir renunciando en vez de negando-. Esto podría interpretarse como un reconocimiento de su ignorancia sobre la materia o, incluso, como una advertencia al lector del desgaste inmenso y malicioso al que se enfrentó para forzar la teoría –que demostró desconocer- a su favor. Pero mi análisis sobre Sarlo no va en esa dirección –psicoanalítica-, sino que lo quiero hacer desde otra perspectiva denominada Psicología Genética creada por Jean Piaget, y para ello me valdré del mismo recurso que Sarlo, es decir, forzaré la teoría al igual que ella –aunque mucho menos-, pero con una gran diferencia: lo haré con humor en vez de malicia.
Beatriz Sarlo ha fusionado su deseo con la realidad. Haciendo gala de su curriculum por aquí y por allá, sentencia que sus “estudios” sobre el fenómeno del Kirchnerismo, son puramente científicos, sustentados en marcos antropológicos, sociológicos, filosóficos y hasta psicológicos. Sin embargo, para emprender su cruzada científica obvió elementos de la psicogénesis que ayudan a entender como los sujetos se apropian del conocimiento durante su desarrollo. Lo explicaré en cinco puntos:
1) Según este enfoque, poseemos sistemas cognitivos que nos permiten conocer el mundo que nos rodea a través de procesos mentales. En dichos procesos, el sujeto pone en juego sus esquemas, entendiéndolos como marcos asimiladores que permiten atribuirle significado a la realidad. En este acto de conocer, el sujeto incorpora “novedades”, es decir, aquello que desconoce. Esta novedad, en la que Sarlo se sumerge con fines académicos, como ya expliqué antes, es el kirchnerismo. Aquí aparece como dato revelador el énfasis que pone en la presidenta como una persona que esta allí no se sabe bien por qué, pero que sin duda forma parte del fenómeno a estudiar.
2) Lo que nos permite conocer según Piaget, es un tipo de organización cognitiva denominada esquemas que necesariamente implican la asimilación: los objetos externos son siempre asimilados a algo, a un esquema mental, a una estructura mental organizada. Esta asimilación de la que nos valemos los sujetos para incorporar lo desconocido es caracterizada como deformante puesto que se conoce con los esquemas que se posee, y por ello lo que se conoce es una deformación del objeto y no el objeto en sí. Aquí ya se puede inferir que los esquemas mentales de Sarlo no logran asimilar el objeto de estudio “kirchnerismo” y que sólo registra una deformación excesiva del objeto.
3) Por suerte para el resto de los mortales, a medida que el sujeto interacciona con el objeto, va descentrando la subjetividad hacia mayores grados de objetividad, es decir, el objeto existe pero sólo se lo puede conocer por aproximaciones sucesivas a través de las actividades del sujeto. La objetivación es parcial, imprecisa, errónea, puesto que hay grados de objetividad. En este punto encontramos el problema que posiblemente aqueja la psiquis de Sarlo: dado que ella no interacciona con el objeto “kirchnerismo”, no logra atravesar las sucesivas aproximaciones para ir descentrando la subjetividad hacia ciertos grados de objetividad. Esto hace que Betty no pueda reconocer la imprecisión y parcialidad con las que se aboca al objeto en cuestión.
4) En estos sistemas cognitivos existen relaciones capaces de construir y mantener un orden funcional y estructural denominado equilibrio. El equilibrio es momentáneo y el desequilibrio reaparece de manera constante. Pero en el proceso de equilibración hay un concepto de suma importancia: ¿qué ocurre cuando el equilibrio establecido se rompe? Se produce un conflicto cognitivo. Es decir, cada vez que los sujetos nos enfrentamos a un objeto de conocimiento desconocido, a una novedad, se produce un desequilibrio en nuestro sistema cognitivo, que preanuncia la asimilación y acomodación de lo novedoso y finalmente la reequilibracion. En el caso de Sarlo es notable que el desequilibrio producido por el kircherismo no necesita verificación psicológica, puesto que este objeto se le ha presentado como algo nuevo pero sobre todo como algo no asimilable.
5) El organismo, en tanto busca permanentemente el equilibrio busca respuestas, se plantea interrogantes, investiga, descubre, etc., hasta llegar al conocimiento que le hace volver de nuevo al equilibrio cognitivo. Para resolver el conflicto cognitivo existen tres conductas posibles: alfa, beta y gamma. Las respuestas de tipo alfa refieren a la negación del conflicto cognitivo; las repuestas de tipo beta implican que el nuevo acontecimiento es integrado como un caso particular de un esquema ya existente; las respuestas de tipo gamma ocurren cuando la perturbación que produce la asimilación del estímulo obliga a modificar un esquema pre-existente y a crear uno nuevo. Esta última respuesta conducirá a la reequilibracion y asimilación del objeto y acomodación de los esquemas al nuevo conocimiento. Aquí podemos notar por qué el problema de Sarlo se complejiza, a saber: frente al desequilibrio que le produce el kirchnerismo, los esquemas de conocimiento que tiene Betty no logran asimilar la información y por ende acomodarse a la nueva realidad o al menos llegar a una respuesta beta. Así es que permanece en un estado de conflicto cognitivo permanente, cuya respuesta única es alfa, es decir, que niega el desequilibrio que le representa la imposibilidad de comprender el fenómeno estudiado.
En definitiva, si apelamos a la psicología debemos comprender a nuestra buena amiga Betty, dado que no es su maldad, envidia o misoginia que le impide comprender al kirchnerismo, sino que existe un fundamento científico que se lo impide: NO LE DA LA CABEZA!
Desde ya. Pero no hay que desechar otro fenómeno, conocido como «Disonancia Cognitiva», en la que el individuo no ceja de insistir en su tesis aún cuando los hechos lo contradigan una y otra vez. En vez de reformular el esquema mental con el que pretende analizar el objeto (adaptación), lo que hace es emparchar su antiguo esquema con una explicación aún más inverosímil que la anterior.
La «Disonancia Cognitiva» ha sido muy estudiada en SECTAS(1), lo cual me hace pensar en la «Secta de Sicofantes» (Sarlo, Lulú, VDK, Leuco, y su nueva starlett Larrata) que dirige la Mentalista y que sostiene Mañeto.
(1) http://es.wikipedia.org/wiki/Disonancia_cognitiva
Sobre la disonancia cognitiva en sectas, mejor lo de Festinger(1).
(1) http://ponss.files.wordpress.com/2011/08/dysonci.pdf
No hay caso, el parche de estrogenos no te hace efecto. El Marcelo Polino de Artepolitica sigue en su permanente destilacion de odio y resentimiento de pibx con capacidades intelectuales disminuidas contra la Betty…y con wikipedia, y panfletos pseudocientificos. A los milimoguis K, Betty ya los desangelo, y los empomo en su propia cancha, y sin vaselina, pero vos estas enviciado. Quizas el rencor hacia Sarlo sea envidia de genero, que dice Wiki sobre eso, eh? Dedicate a la peluqueria, que es tu area de incumbencia y experiencia.
astroboy acaba de dejar la caras y la noticias y se sentó a escribir esto!
Bueno, bueno, ya era hora que apareciera Sandra a defender a Celeste. Infaltable. Las bataclanas K deberian largar la Cosmopolitan y leer algun librito tipo Sarlo-for-dummies antes de empezar con los grititos histericos frente a lo que no entienden.
recomienda a sarlo!
¿qué leíste vos de sarlo, además de los textitos de la nación?
Jajaja excelente nota!
Al margen, me acordé que en Filo no la pueden ni ver a Betty.
Así que Sarlo no puede acomodarse a «la nueva realidad», presumo entonces que los cristinistas han logrado conocer esa «nueva realidad» y se han «acomodado» en ella. ¿No suena eso un poco como leninismo de manual, sin necesidad de acudir a Piaget?, pensador que por otro lado entendía, si mal no recuerdo, que para conocer lo real había que liberarse del egocentrismo, que significa tanto falta de autoconciencia como ausencia de objetividad.
Padre Santo! calmate que hable de betty y no de vos. De todas maneras lo que decis sobre Piaget no es así. Pero recuerdo que si bien utilicé definiciones psicológicas literales en algunos casos, también utilicé el mismo mecanismo que Sarlo, es decir, forcé la teoría para que diga lo que me conviene. Y te aseguro que la teoria es infinita, aún no se han logrado traducir todos los textos sobre Psicologia Genetica al español. Por suerte igual, hay argentinos que estudiaron con Piaget y aún están vivos, y ellos no necesitan traducir la teoria porque paticiparon en el desarrollo o, en el peor de los casos, observaron el desarrollo de la misma en vivo y en directo. Fue con humor todo, si no te divierte, no tiene sentido que la analices. Saludos
Bueno si fue con humor es otra cosa, aunque yo creo que la construcción de lo real del cristinismo, escapa al humor y ya estaría entrando más dentro del «mal humor» social, todo ello dicho con buen humor.
jajaja Me haces acordar al rabino Bergman con tus juegos de palabra. Abrazo
Excelente texto. El cual explica colateralmente por qué muchas afirmaciones de Bety las encontramos a veces razonables y hasta apreciables y sin embargo no tienen nada que ver con el sentido que ella les otorga…
Aria: es cierto que en Filo la odian mayoritariamente, pero es por otros motivos que bien se los supo ganar.
Saludos
amén de lo que agrega el texto brillantemente y amén de su enquistado odio y envidia por CFK (que es sobre lo único que escribe últimamente), jamás entendí qué aporte a la cultura hizo esta mujer para que sea tomada como figura intelectual de relieve.
¿borges un escritor en la orillas?
más que odiarla habría que tenerle lástima!
Es muy gracioso su texto leonkonkistador, pero creo que con toda su petulancia BS sólo intenta racionalizar sus prejuicios gorilas.