Banquero eterno y de perfil bajo. Sigue, aún hoy, fiel a esos mismos silencios que lo ayudaron a transitar veinte años en uno de los sistemas financieros más turbulentos del mundo. Conocedor como pocos de los vericuetos del sector bancario en estas dos décadas, Enrique Cristofani sabe eludir cualquier confrontación. El hombre que se desempeña desde principios de los años 90 como presidente del Banco Santander Río mantuvo ayer un encuentro con periodistas en esta ciudad, en el marco del seminario que organizó su entidad, y respondió a las preguntas de El Cronista.
¿Cómo ve la economía? ¿Percibe riesgos hacia adelante?
Estoy convencido de que Argentina tiene una oportunidad histórica de crecimiento que es abarcativa de todas las regiones y todos los sectores económicos del país: el agro, los servicios y la industria, originado por razones externas e internas conocidas por todos. Eso es lo que nos ha llevado a invertir fuerte, a crecer. El sistema financiero es muy sólido, no tiene descalce de monedas. Los activos en el balance son buenos. El potencial de crecimiento es muy importante. Y una de las fortalezas del sistema se ha puesto a prueba con la salida de depósitos en dólares, que empezó en noviembre y a partir de lo cual el sistema pasó de tener u$s 15.000 millones a u$s 9000 millones.
¿Cómo fue el caso de ustedes?
En nuestro caso, somos el banco con mayor depósitos en dólares y pasamos de tener u$s 2.000 millones a u$s 1.000 millones. Se nos cayó la mitad de los depósitos. Un 30% en noviembre y un 20% en los últimos dos meses. La logística no fue fácil, pero ha demostrado que funcionó muy bien. Lógicamente, si te caen los depósitos, te caen los préstamos que estaban aplicados a prefinanciaciones. A nivel sistema cayeron en torno a u$s 1.000 millones; en nuestro caso, unos u$s 200 ó u$s 250 millones. La salida se desaceleró bastante. En nuestro caso caen a medio por ciento por día. Inicialmente el sistema fue más afectado, pero ahora se está igualando. Ahora el sistema debe estar perdiendo alrededor de u$s 50 millones por día.
¿Esperan una flexbilización del cepo cambiario?
Es una pregunta para el Gobierno, los responsables de la política económica. Nosotros somos tomadores de políticas, no decimos cómo deberían ser las políticas. Nosotros somos un banco comercial.
El Santander buscó dejar en claro en estas jornadas que no tienen intenciones de vender sus filiales en la región. Y en la Argentina, en los últimos meses, hubo rumores en el mercado sobre posibles ventas de bancos extranjeros. ¿Cuáles son los argumentos, para ustedes, que permitirían desacreditar esas versiones?
A ver… ¿la rentabilidad te parece un buen argumento? Somos el banco privado más rentable de Argentina ¿Por qué vamos a vender? Si miramos el tema más estratégico, cuando hubo una oportunidad de compra interesante, como la sucursal del BNP en el 2008, la compramos. La historia del Santander en Argentina claramente es una historia de crecimiento y la idea es seguir en esa misma línea. Para el grupo Argentina es un país importante. Tenemos al mejor banco del país.
¿Cómo ve la economía? ¿Percibe riesgos hacia adelante?
Estoy convencido de que Argentina tiene una oportunidad histórica de crecimiento que es abarcativa de todas las regiones y todos los sectores económicos del país: el agro, los servicios y la industria, originado por razones externas e internas conocidas por todos. Eso es lo que nos ha llevado a invertir fuerte, a crecer. El sistema financiero es muy sólido, no tiene descalce de monedas. Los activos en el balance son buenos. El potencial de crecimiento es muy importante. Y una de las fortalezas del sistema se ha puesto a prueba con la salida de depósitos en dólares, que empezó en noviembre y a partir de lo cual el sistema pasó de tener u$s 15.000 millones a u$s 9000 millones.
¿Cómo fue el caso de ustedes?
En nuestro caso, somos el banco con mayor depósitos en dólares y pasamos de tener u$s 2.000 millones a u$s 1.000 millones. Se nos cayó la mitad de los depósitos. Un 30% en noviembre y un 20% en los últimos dos meses. La logística no fue fácil, pero ha demostrado que funcionó muy bien. Lógicamente, si te caen los depósitos, te caen los préstamos que estaban aplicados a prefinanciaciones. A nivel sistema cayeron en torno a u$s 1.000 millones; en nuestro caso, unos u$s 200 ó u$s 250 millones. La salida se desaceleró bastante. En nuestro caso caen a medio por ciento por día. Inicialmente el sistema fue más afectado, pero ahora se está igualando. Ahora el sistema debe estar perdiendo alrededor de u$s 50 millones por día.
¿Esperan una flexbilización del cepo cambiario?
Es una pregunta para el Gobierno, los responsables de la política económica. Nosotros somos tomadores de políticas, no decimos cómo deberían ser las políticas. Nosotros somos un banco comercial.
El Santander buscó dejar en claro en estas jornadas que no tienen intenciones de vender sus filiales en la región. Y en la Argentina, en los últimos meses, hubo rumores en el mercado sobre posibles ventas de bancos extranjeros. ¿Cuáles son los argumentos, para ustedes, que permitirían desacreditar esas versiones?
A ver… ¿la rentabilidad te parece un buen argumento? Somos el banco privado más rentable de Argentina ¿Por qué vamos a vender? Si miramos el tema más estratégico, cuando hubo una oportunidad de compra interesante, como la sucursal del BNP en el 2008, la compramos. La historia del Santander en Argentina claramente es una historia de crecimiento y la idea es seguir en esa misma línea. Para el grupo Argentina es un país importante. Tenemos al mejor banco del país.
