La esmerilización de su poder al interior del mundo sindical aceleró la puesta en marcha de uno de los principales proyectos de Hugo Moyano: la reproducción del “modelo Lula”. El líder camionero observa que el contexto nacional y el apoyo que recibe de diferentes sectores opositores al gobierno kirchnerista pueden posicionarlo como una opción viable para un electorado que hasta hace poco lo veía con malos ojos. Para esto confía en el impacto de la crisis para sacar a relucir sus antecedentes de lucha en contra del desguace neoliberal.
“Con la ruptura de la CGT, Hugo se va a quedar sólo con 50 gremios y ya no existen chances de restablecer el diálogo con la Casa Rosada. Él piensa que el clima económico y social difícil que se viene puede impulsarlo como una figura con un peso específico, pero al mismo tiempo muchos de los que hoy lo acompañan ya adelantan que van a dar un paso al costado en caso de que avance en ese sentido”, le aseguró a Tiempo Argentino una fuente muy cercana al líder camionero.
Sin embargo, el camino a seguir por Moyano no está exento de dificultades. Con el Frente para la Victoria y el FAP ocupando buena parte del espectro progresista, no son muchos los espacios de identificación propios a los que puede apelar el actual secretario general de la CGT para enfrentarse al gobierno, a no ser que se considere como progresista a lo que queda del Peronismo Federal. Incluso, la movilización del miércoles pasado despertó elogios incómodos para el camionero, como los vertidos por el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, de Francisco de Narváez o sectores de la Mesa de Enlace.
“Por un lado, es cierto que hay muy pocos espacios que pueden movilizar la gente que escuchó a Moyano el miércoles en Plaza de Mayo; pero por otro, históricamente todos los sindicalistas de la CGT tuvieron inconvenientes para traducir el respaldo de los trabajadores en resultados políticos”, señaló el politólogo Nicolás Tereschuk. No obstante, el analista aseguró que Moyano no se va a ir de la arena política, “básicamente porque las organizaciones sindicales y sus líderes han demostrado tener capacidad de mantenerse en el tiempo en distintos contextos y están acostumbrados a resistir complicaciones ‘políticas’ o económicas para mantenerse al frente de organizaciones”.
En tanto, Federico Vázquez, del Observatorio Político Sur, destacó que el papel que ocupa en este momento Moyano es pasajero y habla más de las debilidades de la oposición que de la capacidad de construcción política del camionero. “La oposición mediática y política no puede reconstruirse después de la tragedia de octubre y recurre a la figura de Moyano en un intento de volver a tener un discurso representativo”, planteó.
“Moyano le discute al kirchnerismo dentro de sus términos, no es que adoptó el discurso de la derecha y pide la privatización de las empresas. Tuvieron que recurrir a un personaje que demonizaron durante años, la debilidad política del antikirchnerismo es notable”, afirmó Vázquez, y agregó que ese espacio hoy es circunstancialmente llenado por Moyano, pero más adelante puede migrar hacia otra figura.
Pichetto: “Tenía más poder antes de la Plaza”
El jefe del bloque de senadores del Frente para la Victoria, Miguel Ángel Pichetto, consideró ayer que el secretario general de la CGT, Hugo Moyano, “tenía más poder antes de ir a la Plaza que cuando terminó el acto”, del miércoles pasado.
“De la medida podemos decir que fue totalmente innecesaria. El paro tuvo un fuerte contenido político, atento a que los reclamos sectoriales ya habían sido satisfechos en la paritaria”, señaló Pichetto en diálogo con la agencia Télam.
En ese sentido, el senador que “desde el punto de vista de su conducción y del liderazgo gremial que detentaba, (Moyano) comenzó a debilitarse”.
Pichetto fue más allá y aventuró que en las próximas elecciones de la CGT surgirá un nuevo liderazgo desde el sector productivo. “La mayoría está en el sector productivo y metalmecánico, y no en servicios, veo un liderazgo emergente en el sector productivo”, consignó.
“El candidato de la CGT tiene que estar alineado al gobierno, este gobierno ha trabajado mucho por las condiciones de vida de los trabajadores”, concluyó el senador.
“Con la ruptura de la CGT, Hugo se va a quedar sólo con 50 gremios y ya no existen chances de restablecer el diálogo con la Casa Rosada. Él piensa que el clima económico y social difícil que se viene puede impulsarlo como una figura con un peso específico, pero al mismo tiempo muchos de los que hoy lo acompañan ya adelantan que van a dar un paso al costado en caso de que avance en ese sentido”, le aseguró a Tiempo Argentino una fuente muy cercana al líder camionero.
Sin embargo, el camino a seguir por Moyano no está exento de dificultades. Con el Frente para la Victoria y el FAP ocupando buena parte del espectro progresista, no son muchos los espacios de identificación propios a los que puede apelar el actual secretario general de la CGT para enfrentarse al gobierno, a no ser que se considere como progresista a lo que queda del Peronismo Federal. Incluso, la movilización del miércoles pasado despertó elogios incómodos para el camionero, como los vertidos por el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, de Francisco de Narváez o sectores de la Mesa de Enlace.
“Por un lado, es cierto que hay muy pocos espacios que pueden movilizar la gente que escuchó a Moyano el miércoles en Plaza de Mayo; pero por otro, históricamente todos los sindicalistas de la CGT tuvieron inconvenientes para traducir el respaldo de los trabajadores en resultados políticos”, señaló el politólogo Nicolás Tereschuk. No obstante, el analista aseguró que Moyano no se va a ir de la arena política, “básicamente porque las organizaciones sindicales y sus líderes han demostrado tener capacidad de mantenerse en el tiempo en distintos contextos y están acostumbrados a resistir complicaciones ‘políticas’ o económicas para mantenerse al frente de organizaciones”.
En tanto, Federico Vázquez, del Observatorio Político Sur, destacó que el papel que ocupa en este momento Moyano es pasajero y habla más de las debilidades de la oposición que de la capacidad de construcción política del camionero. “La oposición mediática y política no puede reconstruirse después de la tragedia de octubre y recurre a la figura de Moyano en un intento de volver a tener un discurso representativo”, planteó.
“Moyano le discute al kirchnerismo dentro de sus términos, no es que adoptó el discurso de la derecha y pide la privatización de las empresas. Tuvieron que recurrir a un personaje que demonizaron durante años, la debilidad política del antikirchnerismo es notable”, afirmó Vázquez, y agregó que ese espacio hoy es circunstancialmente llenado por Moyano, pero más adelante puede migrar hacia otra figura.
Pichetto: “Tenía más poder antes de la Plaza”
El jefe del bloque de senadores del Frente para la Victoria, Miguel Ángel Pichetto, consideró ayer que el secretario general de la CGT, Hugo Moyano, “tenía más poder antes de ir a la Plaza que cuando terminó el acto”, del miércoles pasado.
“De la medida podemos decir que fue totalmente innecesaria. El paro tuvo un fuerte contenido político, atento a que los reclamos sectoriales ya habían sido satisfechos en la paritaria”, señaló Pichetto en diálogo con la agencia Télam.
En ese sentido, el senador que “desde el punto de vista de su conducción y del liderazgo gremial que detentaba, (Moyano) comenzó a debilitarse”.
Pichetto fue más allá y aventuró que en las próximas elecciones de la CGT surgirá un nuevo liderazgo desde el sector productivo. “La mayoría está en el sector productivo y metalmecánico, y no en servicios, veo un liderazgo emergente en el sector productivo”, consignó.
“El candidato de la CGT tiene que estar alineado al gobierno, este gobierno ha trabajado mucho por las condiciones de vida de los trabajadores”, concluyó el senador.