Decenas de vecinos, cansados de la inseguridad, ingresaron en el Concejo Deliberante y les pidieron soluciones urgentes a sus concejales. Foto: Mauro V. Rizzi / Enviado especial
Más notas para entender este tema
Después de 15 robos, decidió tener un arma
La gente quiere ser escuchada
NECOCHEA.- Primero marcharon por las calles céntricas. Después, el lunes pasado, más de 5000 vecinos llenaron la plaza principal, en el centro cívico. Ayer, buena parte de ellos decidió copar el Concejo Deliberante de Necochea para llevar, con tono enérgico, en algunos casos con gritos y en otros hasta con lágrimas, el reclamo de seguridad que trasladan a las calles desde hace algunas semanas, hartos de la violencia y la impunidad de los delincuentes.
Los manifestantes se repartieron entre las dos plantas del recinto y los pasillos del Concejo Deliberante para exigir a sus representantes que recurran a todas las herramientas posibles para frenar la ola de robos que sufre el distrito. «O hacen algo o lo vamos a pagar con sangre», se oyó. Lo saben bien por experiencia propia: un conocido comerciante fue herido de bala hace unas semanas durante un asalto.
«La gente está cansada porque acá no se roba para comer, sino para comprar droga», dijo José María Rodríguez, uno de los voceros que llevaron el reclamo de los presentes a la banca abierta, una posibilidad que el cuerpo deliberativo reserva a ciudadanos y a organizaciones de la jurisdicción.
Allí no encontraron la respuesta esperada. Mientras los concejales del oficialismo aseguraban que el intendente Horacio Tellechea estaba en La Plata, reunido con el ministro de Seguridad de la provincia, Ricardo Casal, para solicitar refuerzos de personal y mayores recursos, los presentes ya anticipaban que la semana próxima volverán a manifestarse. Anoche definían entre dos mociones: una que pretendía llevar el reclamo hasta la sede del Ministerio Público Fiscal y otra, con la idea de hacer «escraches» en la casa de los jueces que viven en Necochea.
Las marchas habían comenzado hace 15 días, primero con un millar de manifestantes y el lunes último con más de 5000, que se concentraron en la plaza, escala para pasar luego por el municipio y la sede de la Jefatura Departamental de Policía. En el primero no tuvieron suerte en su intento de hablar con funcionarios. Sí, en cambio, los atendió el comisario César Pardo, titular de la fuerza de seguridad. A él le dejaron un petitorio.
«Queremos más policías en las calles, que los móviles policiales salgan a patrullar y que se acabe esto de excarcelar tan fácil a los delincuentes», dijo a LA NACION Evangelina Almada, una de las vecinas.
Uno de los principales reclamos pasa por 14 nuevos patrulleros que están desde hace meses están en Necochea, en la sede de la Patrulla Rural, pero aún no entraron en servicio. Es que aún lucen blancos por completo, porque está demorado el «ploteado» de la carrocería con los colores de la policía bonaerense.
Además enumeraron: casos de robos a mano armada que se repiten a diario; a los «patachorros», como bautizaron a delincuentes que patean las puertas e ingresan a robar en casas aún cuando la gente está adentro. En primera fila estaban los familiares de Cristian «Yayo» Renterías, de 23 años. El 3 de abril pasado lo mataron en una plaza. Por el hecho hay un detenido.
El otro caso, rodeado de enigmas, es el de Norberto Baio. La investigación da por probado el crimen. Pero el cadáver sigue sin aparecer. Se especula que fue arrojado a un chiquero y los cerdos lo devoraron.
Los vecinos solicitaron a los concejales que hagan todo lo que está a su alcance; que se reponga la Guardia Urbana, un cuerpo que tenía móviles equipados con cámaras y que fue desarticulado meses atrás; que se amplíe el sistema de monitoreo de accesos y principales puntos de la ciudad. Y, sobre todo, que haya más policías en las calles.
«Vendrán mañana [por hoy] 50 efectivos más como refuerzos», anticipó el concejal Ricardo Calcabrini, presidente del bloque del Frente para la Victoria.
Respuesta a un petitorio
El petitorio también incluyó el cumplimiento de una ordenanza municipal sancionada el año pasado y en la que se establece que los padres deben responder ante hechos ilícitos o excesos cometidos por sus hijos menores de edad. También se consultó cómo se aplica el dinero que el municipio recauda, a razón de tres pesos por medidor de luz, como suma adicional para atender cuestiones de seguridad.
A los ediles les quedó claro que a la gente se le acabó la paciencia. Lo dijo el vecino José María Rodríguez, al cerrar su exposición desde la banca abierta: «Cuidado, que cuando el pueblo se levanta, no lo para ni la Guardia de Infantería», advirtió.
Últimas marchas
9 de julio de 2012
Movilización en Moreno El detonante fue el crimen de Nicolás Castillo, de 18 años, asaltado y acuchillado por una patota de adolescentes cuando esperaba un colectivo para ir a visitar a un amigo, en pleno centro de Moreno.
5 de julio de 2012
Protesta en Monte Grande Luis Sánchez, un empresario de 60 años, fue asesinado a balazos, y su hijo baleado, por ladrones que intentaron robar en su vivienda. Ese mismo día, a la noche, 500 vecinos se autoconvocaron para exigir seguridad.
2 de julio de 2012
Pueblada en Cañuelas Tras el doble crimen de los hermanos Leonardo y Marcelo Massa, los vecinos coparon la municipalidad y exigieron la renuncia de la intendenta Marina Fassi. Luego marcharon otros dos días para pedir justicia..
Más notas para entender este tema
Después de 15 robos, decidió tener un arma
La gente quiere ser escuchada
NECOCHEA.- Primero marcharon por las calles céntricas. Después, el lunes pasado, más de 5000 vecinos llenaron la plaza principal, en el centro cívico. Ayer, buena parte de ellos decidió copar el Concejo Deliberante de Necochea para llevar, con tono enérgico, en algunos casos con gritos y en otros hasta con lágrimas, el reclamo de seguridad que trasladan a las calles desde hace algunas semanas, hartos de la violencia y la impunidad de los delincuentes.
Los manifestantes se repartieron entre las dos plantas del recinto y los pasillos del Concejo Deliberante para exigir a sus representantes que recurran a todas las herramientas posibles para frenar la ola de robos que sufre el distrito. «O hacen algo o lo vamos a pagar con sangre», se oyó. Lo saben bien por experiencia propia: un conocido comerciante fue herido de bala hace unas semanas durante un asalto.
«La gente está cansada porque acá no se roba para comer, sino para comprar droga», dijo José María Rodríguez, uno de los voceros que llevaron el reclamo de los presentes a la banca abierta, una posibilidad que el cuerpo deliberativo reserva a ciudadanos y a organizaciones de la jurisdicción.
Allí no encontraron la respuesta esperada. Mientras los concejales del oficialismo aseguraban que el intendente Horacio Tellechea estaba en La Plata, reunido con el ministro de Seguridad de la provincia, Ricardo Casal, para solicitar refuerzos de personal y mayores recursos, los presentes ya anticipaban que la semana próxima volverán a manifestarse. Anoche definían entre dos mociones: una que pretendía llevar el reclamo hasta la sede del Ministerio Público Fiscal y otra, con la idea de hacer «escraches» en la casa de los jueces que viven en Necochea.
Las marchas habían comenzado hace 15 días, primero con un millar de manifestantes y el lunes último con más de 5000, que se concentraron en la plaza, escala para pasar luego por el municipio y la sede de la Jefatura Departamental de Policía. En el primero no tuvieron suerte en su intento de hablar con funcionarios. Sí, en cambio, los atendió el comisario César Pardo, titular de la fuerza de seguridad. A él le dejaron un petitorio.
«Queremos más policías en las calles, que los móviles policiales salgan a patrullar y que se acabe esto de excarcelar tan fácil a los delincuentes», dijo a LA NACION Evangelina Almada, una de las vecinas.
Uno de los principales reclamos pasa por 14 nuevos patrulleros que están desde hace meses están en Necochea, en la sede de la Patrulla Rural, pero aún no entraron en servicio. Es que aún lucen blancos por completo, porque está demorado el «ploteado» de la carrocería con los colores de la policía bonaerense.
Además enumeraron: casos de robos a mano armada que se repiten a diario; a los «patachorros», como bautizaron a delincuentes que patean las puertas e ingresan a robar en casas aún cuando la gente está adentro. En primera fila estaban los familiares de Cristian «Yayo» Renterías, de 23 años. El 3 de abril pasado lo mataron en una plaza. Por el hecho hay un detenido.
El otro caso, rodeado de enigmas, es el de Norberto Baio. La investigación da por probado el crimen. Pero el cadáver sigue sin aparecer. Se especula que fue arrojado a un chiquero y los cerdos lo devoraron.
Los vecinos solicitaron a los concejales que hagan todo lo que está a su alcance; que se reponga la Guardia Urbana, un cuerpo que tenía móviles equipados con cámaras y que fue desarticulado meses atrás; que se amplíe el sistema de monitoreo de accesos y principales puntos de la ciudad. Y, sobre todo, que haya más policías en las calles.
«Vendrán mañana [por hoy] 50 efectivos más como refuerzos», anticipó el concejal Ricardo Calcabrini, presidente del bloque del Frente para la Victoria.
Respuesta a un petitorio
El petitorio también incluyó el cumplimiento de una ordenanza municipal sancionada el año pasado y en la que se establece que los padres deben responder ante hechos ilícitos o excesos cometidos por sus hijos menores de edad. También se consultó cómo se aplica el dinero que el municipio recauda, a razón de tres pesos por medidor de luz, como suma adicional para atender cuestiones de seguridad.
A los ediles les quedó claro que a la gente se le acabó la paciencia. Lo dijo el vecino José María Rodríguez, al cerrar su exposición desde la banca abierta: «Cuidado, que cuando el pueblo se levanta, no lo para ni la Guardia de Infantería», advirtió.
Últimas marchas
9 de julio de 2012
Movilización en Moreno El detonante fue el crimen de Nicolás Castillo, de 18 años, asaltado y acuchillado por una patota de adolescentes cuando esperaba un colectivo para ir a visitar a un amigo, en pleno centro de Moreno.
5 de julio de 2012
Protesta en Monte Grande Luis Sánchez, un empresario de 60 años, fue asesinado a balazos, y su hijo baleado, por ladrones que intentaron robar en su vivienda. Ese mismo día, a la noche, 500 vecinos se autoconvocaron para exigir seguridad.
2 de julio de 2012
Pueblada en Cañuelas Tras el doble crimen de los hermanos Leonardo y Marcelo Massa, los vecinos coparon la municipalidad y exigieron la renuncia de la intendenta Marina Fassi. Luego marcharon otros dos días para pedir justicia..