La autoridad monetaria aprobó un régimen de penalidades a las entidades que cobren tasas de interés por arriba de lo que autoriza la ley del sector. Algunas llegan a cobrar casi el 60 por ciento anual a sus clientes, superando el máximo.
El Banco Central comenzó a hacer uso de las nuevas atribuciones que le otorgó la reforma de la Carta Orgánica para limitar los abusos en las relaciones entre el sistema financiero y los usuarios. El directorio del BCRA aprobó ayer un régimen de sanciones para las entidades financieras que superen los límites establecidos para las tasas de interés cobradas por las tarjetas de crédito. Las tasas compensatorias por financiamiento de saldos impagos entre la fecha de vencimiento y la de pago y las tasas punitorias serán supervisadas por el organismo que conduce Mercedes Marcó del Pont. El objetivo será sancionar a las empresas que excedan los límites vigentes. Esos parámetros rondan hoy alrededor de 43 por ciento anual y algunas entidades llegan a cobrar tasas de hasta 60 por ciento.
Además de la reciente creación de una gerencia específica en el Banco Central encargada de la defensa de los usuarios de servicios financieros, los cambios en la Carta Orgánica del organismo lo habilitan para regular las tasas de interés, las comisiones y cargos que cobran las distintas entidades del sector. En ese contexto se enmarcan los cambios impulsados ayer por el directorio del BCRA a través de la comunicación A 5323.
La Ley de Tarjetas de Crédito aprobada a fines de 1998 establece límites a las tasas de interés que cobran las empresas emisoras. Cuando el plástico fue emitido por un banco, las tasas de interés por financiamiento de saldos no pueden superar en más de 25 por ciento al promedio de todas las tasas de interés que la entidad haya aplicado el mes anterior en sus distintos préstamos. Así, si el promedio fuera de 10 por ciento, el máximo permitido sería de 12,5 por ciento (un 25 por ciento adicional). Cuanto mayores son las tasas que cobran por sus préstamos, más elevadas son las tasas de interés compensatorias por saldos. En algunos casos llegan hasta el 65 por ciento. Por su parte, cuando se trata de emisores no financieros como Tarjeta Naranja, Coto TCI, GE Money o la patagónica TDF, la tasa no puede exceder en más de 25 por ciento al promedio de tasas del sistema financiero que publica mensualmente el BCRA.
A pesar de la vigencia de esas normativas, existen abusos, fundamentalmente en el segmento correspondiente a los emisores no financieros. Según los datos del organismo que conduce Marcó del Pont, la tasa promedio sobre la cual pueden aplicar el porcentaje adicional se ubica en 34 por ciento. Por lo tanto, la tasa máxima se ubica alrededor de 43 por ciento. Según los datos que envían mensualmente las entidades al régimen de transparencia del BCRA, las tarjetas Coto TCI y Naranja cobran intereses de 43,6 y 43,1 por ciento por los saldos impagos. La sanjuanina tarjeta DATA 2000 llega a cobrar hasta 59 por ciento de intereses y en el caso de la tarjeta de crédito Walmart, de GE Money, llega hasta 53 por ciento.
Para comenzar a limitar esos excesos el directorio de la entidad aprobó el régimen de sumarios y sanciones por incumplimientos para las entidades emisoras de tarjetas de crédito. Ese esquema contempla la base sobre la cual se establecen multas máximas por aplicar. La entidad actuará cuando los abusos sean denunciados y también lo hará de oficio. Además, estableció la obligación de exhibir al público las tasas de financiación en todos los locales del emisor y el deber de informar las ofertas en materia financiera a la Secretaría de Comercio Interior, ya que constituyen transgresiones que perjudican el buen funcionamiento del sistema y deterioran el eficiente funcionamiento del mercado de crédito.
El Banco Central comenzó a hacer uso de las nuevas atribuciones que le otorgó la reforma de la Carta Orgánica para limitar los abusos en las relaciones entre el sistema financiero y los usuarios. El directorio del BCRA aprobó ayer un régimen de sanciones para las entidades financieras que superen los límites establecidos para las tasas de interés cobradas por las tarjetas de crédito. Las tasas compensatorias por financiamiento de saldos impagos entre la fecha de vencimiento y la de pago y las tasas punitorias serán supervisadas por el organismo que conduce Mercedes Marcó del Pont. El objetivo será sancionar a las empresas que excedan los límites vigentes. Esos parámetros rondan hoy alrededor de 43 por ciento anual y algunas entidades llegan a cobrar tasas de hasta 60 por ciento.
Además de la reciente creación de una gerencia específica en el Banco Central encargada de la defensa de los usuarios de servicios financieros, los cambios en la Carta Orgánica del organismo lo habilitan para regular las tasas de interés, las comisiones y cargos que cobran las distintas entidades del sector. En ese contexto se enmarcan los cambios impulsados ayer por el directorio del BCRA a través de la comunicación A 5323.
La Ley de Tarjetas de Crédito aprobada a fines de 1998 establece límites a las tasas de interés que cobran las empresas emisoras. Cuando el plástico fue emitido por un banco, las tasas de interés por financiamiento de saldos no pueden superar en más de 25 por ciento al promedio de todas las tasas de interés que la entidad haya aplicado el mes anterior en sus distintos préstamos. Así, si el promedio fuera de 10 por ciento, el máximo permitido sería de 12,5 por ciento (un 25 por ciento adicional). Cuanto mayores son las tasas que cobran por sus préstamos, más elevadas son las tasas de interés compensatorias por saldos. En algunos casos llegan hasta el 65 por ciento. Por su parte, cuando se trata de emisores no financieros como Tarjeta Naranja, Coto TCI, GE Money o la patagónica TDF, la tasa no puede exceder en más de 25 por ciento al promedio de tasas del sistema financiero que publica mensualmente el BCRA.
A pesar de la vigencia de esas normativas, existen abusos, fundamentalmente en el segmento correspondiente a los emisores no financieros. Según los datos del organismo que conduce Marcó del Pont, la tasa promedio sobre la cual pueden aplicar el porcentaje adicional se ubica en 34 por ciento. Por lo tanto, la tasa máxima se ubica alrededor de 43 por ciento. Según los datos que envían mensualmente las entidades al régimen de transparencia del BCRA, las tarjetas Coto TCI y Naranja cobran intereses de 43,6 y 43,1 por ciento por los saldos impagos. La sanjuanina tarjeta DATA 2000 llega a cobrar hasta 59 por ciento de intereses y en el caso de la tarjeta de crédito Walmart, de GE Money, llega hasta 53 por ciento.
Para comenzar a limitar esos excesos el directorio de la entidad aprobó el régimen de sumarios y sanciones por incumplimientos para las entidades emisoras de tarjetas de crédito. Ese esquema contempla la base sobre la cual se establecen multas máximas por aplicar. La entidad actuará cuando los abusos sean denunciados y también lo hará de oficio. Además, estableció la obligación de exhibir al público las tasas de financiación en todos los locales del emisor y el deber de informar las ofertas en materia financiera a la Secretaría de Comercio Interior, ya que constituyen transgresiones que perjudican el buen funcionamiento del sistema y deterioran el eficiente funcionamiento del mercado de crédito.