SANTIAGO DE CHILE Agrupaciones de estudiantes, trabajadores y organizaciones sociales chilenas salieron ayer a las calles para conmemorar el 41º aniversario de la nacionalización del cobre y exigir la renacionalización de la principal riqueza del país, según afirmaron sus dirigentes.
Las manifestaciones derivaron en enfrentamientos con la policía en las céntricas calles peatonales santiaguinas Ahumada y Huérfanos, cuando participantes de una marcha trataban de llegar a la sede de la Corporación del Cobre (Codelco) para entregar una carta con sus demandas.
La policía empleó chorros de agua y gases para impedir el avance de los manifestantes, quienes sumaban alrededor de medio millar y replicaron con piedras y otros elementos.
En la marcha, que no estaba autorizada, participaron la Confederación de Estudiantes de Chile (CONFECH), la Agrupación de Empleados Fiscales (ANEF), la Confederación de Trabajadores del Cobre (CTC) y otros grupos.
Hace 41 años, el Parlamento aprobó, por unanimidad, un proyecto del gobierno del presidente Salvador Allende para nacionalizar el cobre, hasta entonces en manos de trasnacionales extranjeras.
Allende calificó de segunda independencia la nacionalización del cobre, que ha sido llamado en el tiempo el sueldo de Chile, la viga maestra del desarrollo y otras denominaciones semejantes.
La nacionalización permitió la explotación del cobre por parte de privados sólo en la pequeña y mediana minería, pero durante la dictadura de Augusto Pinochet las grandes empresas pudieron volver gracias a una reforma que permitió la concesión de los yacimientos, manteniendo su propiedad estatal.
Codelco es actualmente la única gran empresa estatal de cobre, con una producción de unos 1,7 millones de toneladas, sobre un total cercano a los 5,6 millones de toneladas anuales del metal.
Codelco, como empresa estatal, está sujeta a un régimen tributario especial y debe entregar al fisco todos sus beneficios, lo que supone que su aporte al erario público más que duplica lo que pagan en impuestos todas las empresas privadas del sector.
En ese contexto han surgido las demandas de renacionalización del cobre, del que casi un tercio de las reservas mundiales conocidas están en Chile.
Antes de los incidentes en el centro de Santiago, algunos centenares de estudiantes realizaron un banderazo a favor de la nacionalización del cobre frente a las oficinas de la anglo-sudafricana Anglo American, una de las principales trasnacionales mineras que operan en Chile.
Los estudiantes universitarios y secundarios desplegaron frente al edificio, en el sector santiaguino de Providencia, una bandera gigante con la consigna Si el cobre fuera chileno, la educación sería gratuita y un llamamiento a que la recuperación de los recursos naturales contribuya a costear demandas estructurales en educación.
Gabriel Boric, presidente de la FECH, afirmó en la ocasión que el cobre no va a durar para siempre, algún día se va a acabar. Antes de que eso suceda, tenemos que asegurarnos de que la mayor riqueza de Chile, que es su gente, pueda desarrollarse a través del conocimiento.
A primera hora de la mañana, grupos de pobladores que se manifestaban por el derecho a una vivienda en el centro de Santiago demandaron también una nueva nacionalización del cobre.
La venta de cobre es la principal entrada de Chile.
Las manifestaciones derivaron en enfrentamientos con la policía en las céntricas calles peatonales santiaguinas Ahumada y Huérfanos, cuando participantes de una marcha trataban de llegar a la sede de la Corporación del Cobre (Codelco) para entregar una carta con sus demandas.
La policía empleó chorros de agua y gases para impedir el avance de los manifestantes, quienes sumaban alrededor de medio millar y replicaron con piedras y otros elementos.
En la marcha, que no estaba autorizada, participaron la Confederación de Estudiantes de Chile (CONFECH), la Agrupación de Empleados Fiscales (ANEF), la Confederación de Trabajadores del Cobre (CTC) y otros grupos.
Hace 41 años, el Parlamento aprobó, por unanimidad, un proyecto del gobierno del presidente Salvador Allende para nacionalizar el cobre, hasta entonces en manos de trasnacionales extranjeras.
Allende calificó de segunda independencia la nacionalización del cobre, que ha sido llamado en el tiempo el sueldo de Chile, la viga maestra del desarrollo y otras denominaciones semejantes.
La nacionalización permitió la explotación del cobre por parte de privados sólo en la pequeña y mediana minería, pero durante la dictadura de Augusto Pinochet las grandes empresas pudieron volver gracias a una reforma que permitió la concesión de los yacimientos, manteniendo su propiedad estatal.
Codelco es actualmente la única gran empresa estatal de cobre, con una producción de unos 1,7 millones de toneladas, sobre un total cercano a los 5,6 millones de toneladas anuales del metal.
Codelco, como empresa estatal, está sujeta a un régimen tributario especial y debe entregar al fisco todos sus beneficios, lo que supone que su aporte al erario público más que duplica lo que pagan en impuestos todas las empresas privadas del sector.
En ese contexto han surgido las demandas de renacionalización del cobre, del que casi un tercio de las reservas mundiales conocidas están en Chile.
Antes de los incidentes en el centro de Santiago, algunos centenares de estudiantes realizaron un banderazo a favor de la nacionalización del cobre frente a las oficinas de la anglo-sudafricana Anglo American, una de las principales trasnacionales mineras que operan en Chile.
Los estudiantes universitarios y secundarios desplegaron frente al edificio, en el sector santiaguino de Providencia, una bandera gigante con la consigna Si el cobre fuera chileno, la educación sería gratuita y un llamamiento a que la recuperación de los recursos naturales contribuya a costear demandas estructurales en educación.
Gabriel Boric, presidente de la FECH, afirmó en la ocasión que el cobre no va a durar para siempre, algún día se va a acabar. Antes de que eso suceda, tenemos que asegurarnos de que la mayor riqueza de Chile, que es su gente, pueda desarrollarse a través del conocimiento.
A primera hora de la mañana, grupos de pobladores que se manifestaban por el derecho a una vivienda en el centro de Santiago demandaron también una nueva nacionalización del cobre.
La venta de cobre es la principal entrada de Chile.