En medio de denuncias de agresiones y amenazas, los manifestantes antimineros levantaron ayer el piquete que mantenían desde hace 12 días en el cruce de las rutas nacionales 40 y 60, en Catamarca, en el camino que lleva al yacimiento Bajo de la Alumbrera.
La justicia catamarqueña había ordenado el desalojo de la ruta, lo que fue notificado ayer a los manifestantes de la Asamblea Nacional Cerro Negro, que lucha contra la megaminería a cielo abierto en la zona. Pero, según denunciaron los manifestantes, la situación se descontroló cuando llegaron al lugar patotas que los agredieron, ante la inacción policial.
«Nos atacaron con piedras, palos y bombas de estruendo. Fue una patota de La Alumbrera [la empresa que opera el yacimiento]. Actuaron con el permiso de la policía, que nos apuntaba a nosotros mientras ellos nos atacaban», señaló Juan José Rodríguez, miembro de la asamblea ecologista.
Según Rodríguez, los ambientalistas ya habían decidido abandonar el corte de ruta ante una primera avanzada de la policía y los grupos pro mineros. «Decidimos quedarnos abajo de la ruta cuando empezaron las agresiones y arrasaron con nuestro campamento», agregó, para señalar que entre los agresores había barrabravas llegados desde Tucumán.
Los denunciantes dicen que aparecieron en Cerro Negro, donde estaba el piquete y el campamento antiminero, 20 autos con unas 80 personas, seguidos por la Infanteria de la policía provincial.
Una mujer resultó herida por una bomba de estruendo, pero su caso no reviste ninguna gravedad.
«Sumado a todo esto, desde la prensa local se ha difundido que la patota al servicio de la megaminera Bajo La Alumbrera volverían a irrumpir en nuestro acampe pacífico, hecho confirmado por pobladores de Belén, Tinogasta y Andalgalá», dijo el grupo ecologista en un comunicado.
Los manifestantes añadieron que harán una presentación ante la Corte Suprema de Justicia, la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación y la Defensoría del Pueblo para que «se realice un seguimiento de los hechos de violencia».
Los hechos de violencia en Cerro Negro despertaron un repudio de agrupaciones políticas, como Proyecto Sur y Libres del Sur, además de una condena pública del premio Nobel de la paz Adolfo Pérez Esquivel.
Bajo de la Alumbrera, de oro y cobre, es uno de los mayores proyectos de megaminería en el país. Es operado por un consorcio de empresas de Suiza y Canadá. Desde fines del año pasado crece la resistencia de grupos ambientalistas, que actúan coordinados con los de otras provincias, sobre todo los que se oponen en La Rioja a la explotación del cerro Famatina.
Justamente la Asamblea Ciudadana de Famatina anunció ayer que seguirá con el corte del paraje Alto Carrizal, que impide el acceso al cerro, y manifestó que exigirá una ley provincial que prohíba la minería.
Lo hizo al festejar un fallo de la justicia de Chilecito, que suspendió el convenio firmado por la empresa estatal provincial EMSE con la canadiense Osisko Mining..
La justicia catamarqueña había ordenado el desalojo de la ruta, lo que fue notificado ayer a los manifestantes de la Asamblea Nacional Cerro Negro, que lucha contra la megaminería a cielo abierto en la zona. Pero, según denunciaron los manifestantes, la situación se descontroló cuando llegaron al lugar patotas que los agredieron, ante la inacción policial.
«Nos atacaron con piedras, palos y bombas de estruendo. Fue una patota de La Alumbrera [la empresa que opera el yacimiento]. Actuaron con el permiso de la policía, que nos apuntaba a nosotros mientras ellos nos atacaban», señaló Juan José Rodríguez, miembro de la asamblea ecologista.
Según Rodríguez, los ambientalistas ya habían decidido abandonar el corte de ruta ante una primera avanzada de la policía y los grupos pro mineros. «Decidimos quedarnos abajo de la ruta cuando empezaron las agresiones y arrasaron con nuestro campamento», agregó, para señalar que entre los agresores había barrabravas llegados desde Tucumán.
Los denunciantes dicen que aparecieron en Cerro Negro, donde estaba el piquete y el campamento antiminero, 20 autos con unas 80 personas, seguidos por la Infanteria de la policía provincial.
Una mujer resultó herida por una bomba de estruendo, pero su caso no reviste ninguna gravedad.
«Sumado a todo esto, desde la prensa local se ha difundido que la patota al servicio de la megaminera Bajo La Alumbrera volverían a irrumpir en nuestro acampe pacífico, hecho confirmado por pobladores de Belén, Tinogasta y Andalgalá», dijo el grupo ecologista en un comunicado.
Los manifestantes añadieron que harán una presentación ante la Corte Suprema de Justicia, la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación y la Defensoría del Pueblo para que «se realice un seguimiento de los hechos de violencia».
Los hechos de violencia en Cerro Negro despertaron un repudio de agrupaciones políticas, como Proyecto Sur y Libres del Sur, además de una condena pública del premio Nobel de la paz Adolfo Pérez Esquivel.
Bajo de la Alumbrera, de oro y cobre, es uno de los mayores proyectos de megaminería en el país. Es operado por un consorcio de empresas de Suiza y Canadá. Desde fines del año pasado crece la resistencia de grupos ambientalistas, que actúan coordinados con los de otras provincias, sobre todo los que se oponen en La Rioja a la explotación del cerro Famatina.
Justamente la Asamblea Ciudadana de Famatina anunció ayer que seguirá con el corte del paraje Alto Carrizal, que impide el acceso al cerro, y manifestó que exigirá una ley provincial que prohíba la minería.
Lo hizo al festejar un fallo de la justicia de Chilecito, que suspendió el convenio firmado por la empresa estatal provincial EMSE con la canadiense Osisko Mining..