Ayer viernes, ingresó al Parlamento el acuerdo de intercambio de información financiera con Argentina.
Horas después que El País informó, en base a fuentes de gobierno, que el presidente Mujica tenía demorado el envío al Parlamento de dicho acuerdo para antes intentar cerrar algunos temas con el gobierno de Cristina Fernández y que se instalara un mejor clima político interno, la página web de la Presidencia colgó el proyecto de ley enviado al Poder Legislativo, con fecha 24 de julio. Ese día, en que supuestamente el presidente firmó el proyecto de ley, la Cancillería argentina emitió un comunicado en que cuestionó la auditoría del Tribunal de Cuentas y puso en duda los intereses de los auditores de ese organismo.
Fuentes del gobierno dijeron a El País que Mujica pretende tener cerrado un grupo de temas con el gobierno argentino antes de que el acuerdo ingrese al Parlamento, a fin de no agregar más choques con la oposición en medio de un clima de tensión.
Pero el mismo día que esa información fue difundida, la Presidencia dio cuenta de que el proyecto se envió al Parlamento.
El Partido Nacional es reticente a votar el proyecto, aunque por ahora no ha definido oficialmente su posición. El presidente del Directorio nacionalista senador, Luis Alberto Heber, adelantó a El País que votará en contra porque el tratado «es altamente negativo para el Uruguay». El convenio «concede lo que siempre ha buscado Argentina, que es perseguir a los inversores argentinos que vienen al Uruguay». El gobierno argentino «sugiere que los inversores son evasores y que vienen a esconderse». «En Argentina no hay seguridad, no hay certezas, y por eso muchos inversores vienen al Uruguay», subrayó. «Se quiere perseguir a los inversores y nosotros tenemos que proteger a quien cree en Uruguay», destacó.
El líder del Partido Independiente Pablo Mieres, dijo estar «indignado» porque «el gobierno uruguayo vuelve a dar señales a esta altura insólitas de debilidad y de sumisión ante la arbitrariedad y prepotencia que muestra Argentina».
Agregó que lo del acuerdo «parece hecho a propósito, porque hoy (ayer) se anunció en los medios que el Poder Ejecutivo no había mandado el texto del tratado y se especuló sobre si era un instrumento de intercambio, pero salieron corriendo para que nadie piense que están presionando al gobierno argentino».
El País Digital
Horas después que El País informó, en base a fuentes de gobierno, que el presidente Mujica tenía demorado el envío al Parlamento de dicho acuerdo para antes intentar cerrar algunos temas con el gobierno de Cristina Fernández y que se instalara un mejor clima político interno, la página web de la Presidencia colgó el proyecto de ley enviado al Poder Legislativo, con fecha 24 de julio. Ese día, en que supuestamente el presidente firmó el proyecto de ley, la Cancillería argentina emitió un comunicado en que cuestionó la auditoría del Tribunal de Cuentas y puso en duda los intereses de los auditores de ese organismo.
Fuentes del gobierno dijeron a El País que Mujica pretende tener cerrado un grupo de temas con el gobierno argentino antes de que el acuerdo ingrese al Parlamento, a fin de no agregar más choques con la oposición en medio de un clima de tensión.
Pero el mismo día que esa información fue difundida, la Presidencia dio cuenta de que el proyecto se envió al Parlamento.
El Partido Nacional es reticente a votar el proyecto, aunque por ahora no ha definido oficialmente su posición. El presidente del Directorio nacionalista senador, Luis Alberto Heber, adelantó a El País que votará en contra porque el tratado «es altamente negativo para el Uruguay». El convenio «concede lo que siempre ha buscado Argentina, que es perseguir a los inversores argentinos que vienen al Uruguay». El gobierno argentino «sugiere que los inversores son evasores y que vienen a esconderse». «En Argentina no hay seguridad, no hay certezas, y por eso muchos inversores vienen al Uruguay», subrayó. «Se quiere perseguir a los inversores y nosotros tenemos que proteger a quien cree en Uruguay», destacó.
El líder del Partido Independiente Pablo Mieres, dijo estar «indignado» porque «el gobierno uruguayo vuelve a dar señales a esta altura insólitas de debilidad y de sumisión ante la arbitrariedad y prepotencia que muestra Argentina».
Agregó que lo del acuerdo «parece hecho a propósito, porque hoy (ayer) se anunció en los medios que el Poder Ejecutivo no había mandado el texto del tratado y se especuló sobre si era un instrumento de intercambio, pero salieron corriendo para que nadie piense que están presionando al gobierno argentino».
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