En público, mantendrá su estrategia de tomar distancia de los K, pero sin admitir su ambición de proyección nacional. Sin embargo, José Manuel de la Sota ya les avisó a los principales dirigentes del peronismo cordobés y del resto del país que pretende participar en la carrera por la sucesión de la presidenta Cristina Fernández.
Además de sus funcionarios, los primeros en enterarse fueron los intendentes cordobeses del PJ. A través de sus operadores, el gobernador los puso al tanto de su decisión de competir a nivel nacional. No fue una información desprovista de contenido político: los intendentes peronistas locales fueron advertidos de que deberán decidirse entre él y el kirchnerismo. “Están con De la Sota o con Cristina”, fue el planteo, sin eufemismos.
Los demás gobernadores peronistas –salvo los K radicalizados– están al tanto de los planes de De la Sota.
El gobernador también se encargó en persona de hacerles conocer su aspiración política a los principales líderes de opinión de la Capital Federal.
Además de su discurso optimista de que saldrá favorecido del enfrentamiento entre el cristinismo y Daniel Scioli, el mandatario provincial trata de instalarse en el escenario nacional con una jugosa pauta publicitaria en los medios capitalinos.
En su último viaje a Brasil, De la Sota se entrevistó con el publicista brasileño Duda Mendonça, el hombre que guió su campaña en 1998, cuando derrotó al radical Ramón Mestre y llegó por primera vez a la gobernación.
No se sabe si el cotizado consultor político se hará cargo de su campaña, pero le dio el primer consejo: diferenciarse de Cristina con un discurso diplomático.
Una estrategia idéntica a la que utiliza Scioli, con un fuerte ejercicio de la paciencia, ante las embestidas desde la Casa Rosada.
A más de tres años y medio de las elecciones presidenciales y a cargo de una provincia en tiempos de crisis, parecen apresurados los pasos de De la Sota. El argumento delasotista es que la carrera se largó de manera anticipada, ya que las elecciones legislativas del año próximo serán decisivas para las candidaturas de 2015.
Es algo de lo que también están convencidos los demás postulantes presidenciales y los K. De allí que todos están enfrascados en una campaña prematura.
Además de sus funcionarios, los primeros en enterarse fueron los intendentes cordobeses del PJ. A través de sus operadores, el gobernador los puso al tanto de su decisión de competir a nivel nacional. No fue una información desprovista de contenido político: los intendentes peronistas locales fueron advertidos de que deberán decidirse entre él y el kirchnerismo. “Están con De la Sota o con Cristina”, fue el planteo, sin eufemismos.
Los demás gobernadores peronistas –salvo los K radicalizados– están al tanto de los planes de De la Sota.
El gobernador también se encargó en persona de hacerles conocer su aspiración política a los principales líderes de opinión de la Capital Federal.
Además de su discurso optimista de que saldrá favorecido del enfrentamiento entre el cristinismo y Daniel Scioli, el mandatario provincial trata de instalarse en el escenario nacional con una jugosa pauta publicitaria en los medios capitalinos.
En su último viaje a Brasil, De la Sota se entrevistó con el publicista brasileño Duda Mendonça, el hombre que guió su campaña en 1998, cuando derrotó al radical Ramón Mestre y llegó por primera vez a la gobernación.
No se sabe si el cotizado consultor político se hará cargo de su campaña, pero le dio el primer consejo: diferenciarse de Cristina con un discurso diplomático.
Una estrategia idéntica a la que utiliza Scioli, con un fuerte ejercicio de la paciencia, ante las embestidas desde la Casa Rosada.
A más de tres años y medio de las elecciones presidenciales y a cargo de una provincia en tiempos de crisis, parecen apresurados los pasos de De la Sota. El argumento delasotista es que la carrera se largó de manera anticipada, ya que las elecciones legislativas del año próximo serán decisivas para las candidaturas de 2015.
Es algo de lo que también están convencidos los demás postulantes presidenciales y los K. De allí que todos están enfrascados en una campaña prematura.
Poooobre De la Chota… Parece que ya se olvidó de su campaña 2003 en la que fue ungido como delfín de Duhalde ANTES de que lo fuera NK. Y que precisamente porque no levantaba con su collar de melones hubo que llamar al patagónico a ver si la podía remontar. Y poder, parece que pudo.
Andá, inventate otro «cordobesismo».