31.07.2012 | Por Gustavo Bove
especial para clarín
Como esas celebridades que disfrutan realmente de su fama, Manuel Quieto se muestra encarador, desinhibido, verborrágico, hasta cariñoso. Este familiar de desaparecidos (“A mi tío Roberto Quieto se lo llevaron teniéndome a mí de bebé en sus brazos y después desapareció otro tío mío, mientras mi mamá estaba embarazada de mi hermano”, apunta con gestos de desazón) alcanzó la popularidad conduciendo a Mancha de Rolando, un proyecto desbocado que vivió más de una década a la sombra, y hoy brinda por sus 20 años de carrera, en el podio, compartiendo cartel con las estrellas más convocantes del rock argentino.
Entonces, el título de su flamante álbum resume de forma contundente la idea del grupo. Porque Los Libres es un nombre que condensa dos sentimientos esenciales para los de Avellaneda: rock&roll y autonomía. Lejos de su imagen de barrabrava, Quieto tiene montado todo un discurso, donde fanatismo K y su origen trabajador saturan entre riffs de guitarras. Justamente, la relación con el vicepresidente de la nación extendió su popularidad más allá de los límites rockeros, convirtiéndolo a su vez en un personaje esquivo para los medios. A continuación y en exclusiva, Manu tira toda la carne al asador, como a él le gusta.
Tras 20 años de carrera, ¿cómo perciben este momento?
Es un momento de renovación energética para el grupo. En 20 años pasas por un montón de momentos. Todos los recuerdos que tenemos son felices, lo cual me hace pensar que no tuvimos ningún momento feo. Eso se refleja en este presente, donde seguimos grabando y sacando discos y, cuando tocamos, seguimos sintiendo lo mismo que en nuestra adolescencia.
Pero tardaron 12 años y 6 discos en llegar a la popularidad … ¿En algún momento pensaron en colgar los guantes?
Yo no lo veo como que tardamos. Te podría llorar, hacer la que se nos hizo muy difícil. Te diría que hicimos 10 años merecidos de under, porque la banda sonaba como para estar ahí. Cuando estuvimos a la altura, fue lo que tuvo que ser.
¿Por qué decidieron titular a su nuevo disco “Los Libres”?
Después de 20 años, si nos tenés que catalogar es como “Los libres”. Al nombre le podes dar 122 connotaciones … Para nosotros, desde comenzamos, era “La oficina” o “Los libres”.
Cuando comenzaron se los encasilló en el rock barrial, una corriente poco excitante artísticamente …
Lo que pasa es que tus colegas son un poco vagos. En vez de ponerse a escuchar el disco, se fijan en la foto, escuchan la mitad del primer tema y enseguida te etiquetan como “Rock barrial”. Tus colegas, no sin una cuotita siempre de mala leche, te definen rápido. Igualmente, lo que pueda decir cualquiera, no me cambia absolutamente nada.
¿No crees que el rock argentino se está caricaturizando?
Noooo … ¿Por qué? ¿Por Calamaro? Es un genio porque pudo ser libre e ir al programa de Tinelli. El rock argentino es de los mejores del mundo …
¿Irías a tocar a lo de Tinelli?
Yo que sé… Respeto como ser humano a todos los que están ahí. Después, no entiendo nada. Cada tanto, paso haciendo zapping, miro un culo y me quedo mirándolo. ¿¡Qué querés que te diga!? No te voy a decir que me da asco y que miro el Canal Encuentro.
¿Siempre existió esa intención de popularidad?
¡Sí! La realidad es que sí nos importa, si no, nos quedábamos en nuestras casas. Yo te digo siempre la verdad, sin casete.
Entonces, sin casete, ¿qué sentiste cuando tu canción “Arde la ciudad” se escucha en los bunker de campaña de los políticos?
Cuando lo escuché por Macri fue un momento terrible. Ver a ese muñeco bailando el tema: eso roza lo vomitivo. Ni nosotros ni el tema tiene la culpa. El problema más grande era identificar el tema con una corriente ideológica con la que no estábamos de acuerdo. Esos colegas míos que no se quieren meter en política por perder seguidores del otro bando, me dan pena. No tener ideología o tenértela que guardar para la mesa familiar de los domingos, es triste … Sin embargo, los del Pro siguen usando tu canción …
¡Si no ganan nada! (risas) … El otro día, me contaron que llegaron Cristina y Amado (Boudou) a la Casa de Tucumán y los granaderos tocaron Arde la ciudad . Sacando la cosa ideológica o la afinidad que uno pueda tener, eso sí es un orgullo.
Hoy a Mancha de Rolando se lo tilda como “rock oficialista” …
Lo que pasa es que tus colegas escriben muchas pelotudeces … ¡No sé quién puede decir eso!
Pero vos mostrás amplio apoyo al gobierno de Cristina …
Todo el mundo está de acuerdo con algunas cosas y en desacuerdo con otras, pero ahora veo un montón de inclusión de gente al mercado laboral, inclusión de jubilados al sistema previsional; veo más trabajo, más cultura, que hay más para todos y no para unos pocos. Nosotros hacemos más de 80 shows por año en todo el país y vemos la realidad, mucho más que cualquier periodista que está en la redacción y le dicen: “Vos poné esto porque si no, te rajo”.
¿No creés que la buena relación que tenés con el vicepresidente no hace que tu visión sea parcial?
Nosotros somos admiradores de la gran gestión que hizo con el sistema de nacionalización de los fondos de las AFJP y veo sus logros profesionales. Me parece que es un profesional brillante y en ningún momento te hace sentir que es el vicepresidente. Es una persona encantadora, afectuosa, y me da orgullo tener un vicepresidente de la Nación así.
Suele tocar la guitarra con ustedes en vivo.
Bueno, que le guste el rock es una anécdota más … Charly (García) tocó en la Casa Rosada con (Carlos) Menem, y Menem capaz que era rockero también … Capaz que a Perón le gustaban Los Beatles … ¡No hay que pedir disculpas por estar de acuerdo! Ni tampoco hacerse cargo de que si alguno piensa: “Naaa, porque estos seguro que cobran”. Me encuentro con cada papafrita que me viene a preguntar: “¿Dónde puedo comprar dólares?”. Esos son los que se quedaron en la vieja política.
¿Ganaron más dinero desde que los K están en el poder?
Y sí, lo que pasa es que nosotros empezamos a trabajar en el año 2003. Justo. Desde el año ’91 al 2001 fuimos underground total, pero el 90% del país era underground. Cuando nosotros dejamos de ser underground fue cuando la mayoría del país dejó de serlo, también.
¿Hacer esta entrevista para “Clarín” fue una buena forma de terminar con la antinomia?
Yo no estoy en esa antinomia. Nosotros tocamos la guitarra … Esa es una antinomia que no nos pertenece. Y yo no voy a tomar enemigos que no son míos. Si tienen problemas, que los arreglen ellos. Yo saludo a Cristina y también leo Clarín.
especial para clarín
Como esas celebridades que disfrutan realmente de su fama, Manuel Quieto se muestra encarador, desinhibido, verborrágico, hasta cariñoso. Este familiar de desaparecidos (“A mi tío Roberto Quieto se lo llevaron teniéndome a mí de bebé en sus brazos y después desapareció otro tío mío, mientras mi mamá estaba embarazada de mi hermano”, apunta con gestos de desazón) alcanzó la popularidad conduciendo a Mancha de Rolando, un proyecto desbocado que vivió más de una década a la sombra, y hoy brinda por sus 20 años de carrera, en el podio, compartiendo cartel con las estrellas más convocantes del rock argentino.
Entonces, el título de su flamante álbum resume de forma contundente la idea del grupo. Porque Los Libres es un nombre que condensa dos sentimientos esenciales para los de Avellaneda: rock&roll y autonomía. Lejos de su imagen de barrabrava, Quieto tiene montado todo un discurso, donde fanatismo K y su origen trabajador saturan entre riffs de guitarras. Justamente, la relación con el vicepresidente de la nación extendió su popularidad más allá de los límites rockeros, convirtiéndolo a su vez en un personaje esquivo para los medios. A continuación y en exclusiva, Manu tira toda la carne al asador, como a él le gusta.
Tras 20 años de carrera, ¿cómo perciben este momento?
Es un momento de renovación energética para el grupo. En 20 años pasas por un montón de momentos. Todos los recuerdos que tenemos son felices, lo cual me hace pensar que no tuvimos ningún momento feo. Eso se refleja en este presente, donde seguimos grabando y sacando discos y, cuando tocamos, seguimos sintiendo lo mismo que en nuestra adolescencia.
Pero tardaron 12 años y 6 discos en llegar a la popularidad … ¿En algún momento pensaron en colgar los guantes?
Yo no lo veo como que tardamos. Te podría llorar, hacer la que se nos hizo muy difícil. Te diría que hicimos 10 años merecidos de under, porque la banda sonaba como para estar ahí. Cuando estuvimos a la altura, fue lo que tuvo que ser.
¿Por qué decidieron titular a su nuevo disco “Los Libres”?
Después de 20 años, si nos tenés que catalogar es como “Los libres”. Al nombre le podes dar 122 connotaciones … Para nosotros, desde comenzamos, era “La oficina” o “Los libres”.
Cuando comenzaron se los encasilló en el rock barrial, una corriente poco excitante artísticamente …
Lo que pasa es que tus colegas son un poco vagos. En vez de ponerse a escuchar el disco, se fijan en la foto, escuchan la mitad del primer tema y enseguida te etiquetan como “Rock barrial”. Tus colegas, no sin una cuotita siempre de mala leche, te definen rápido. Igualmente, lo que pueda decir cualquiera, no me cambia absolutamente nada.
¿No crees que el rock argentino se está caricaturizando?
Noooo … ¿Por qué? ¿Por Calamaro? Es un genio porque pudo ser libre e ir al programa de Tinelli. El rock argentino es de los mejores del mundo …
¿Irías a tocar a lo de Tinelli?
Yo que sé… Respeto como ser humano a todos los que están ahí. Después, no entiendo nada. Cada tanto, paso haciendo zapping, miro un culo y me quedo mirándolo. ¿¡Qué querés que te diga!? No te voy a decir que me da asco y que miro el Canal Encuentro.
¿Siempre existió esa intención de popularidad?
¡Sí! La realidad es que sí nos importa, si no, nos quedábamos en nuestras casas. Yo te digo siempre la verdad, sin casete.
Entonces, sin casete, ¿qué sentiste cuando tu canción “Arde la ciudad” se escucha en los bunker de campaña de los políticos?
Cuando lo escuché por Macri fue un momento terrible. Ver a ese muñeco bailando el tema: eso roza lo vomitivo. Ni nosotros ni el tema tiene la culpa. El problema más grande era identificar el tema con una corriente ideológica con la que no estábamos de acuerdo. Esos colegas míos que no se quieren meter en política por perder seguidores del otro bando, me dan pena. No tener ideología o tenértela que guardar para la mesa familiar de los domingos, es triste … Sin embargo, los del Pro siguen usando tu canción …
¡Si no ganan nada! (risas) … El otro día, me contaron que llegaron Cristina y Amado (Boudou) a la Casa de Tucumán y los granaderos tocaron Arde la ciudad . Sacando la cosa ideológica o la afinidad que uno pueda tener, eso sí es un orgullo.
Hoy a Mancha de Rolando se lo tilda como “rock oficialista” …
Lo que pasa es que tus colegas escriben muchas pelotudeces … ¡No sé quién puede decir eso!
Pero vos mostrás amplio apoyo al gobierno de Cristina …
Todo el mundo está de acuerdo con algunas cosas y en desacuerdo con otras, pero ahora veo un montón de inclusión de gente al mercado laboral, inclusión de jubilados al sistema previsional; veo más trabajo, más cultura, que hay más para todos y no para unos pocos. Nosotros hacemos más de 80 shows por año en todo el país y vemos la realidad, mucho más que cualquier periodista que está en la redacción y le dicen: “Vos poné esto porque si no, te rajo”.
¿No creés que la buena relación que tenés con el vicepresidente no hace que tu visión sea parcial?
Nosotros somos admiradores de la gran gestión que hizo con el sistema de nacionalización de los fondos de las AFJP y veo sus logros profesionales. Me parece que es un profesional brillante y en ningún momento te hace sentir que es el vicepresidente. Es una persona encantadora, afectuosa, y me da orgullo tener un vicepresidente de la Nación así.
Suele tocar la guitarra con ustedes en vivo.
Bueno, que le guste el rock es una anécdota más … Charly (García) tocó en la Casa Rosada con (Carlos) Menem, y Menem capaz que era rockero también … Capaz que a Perón le gustaban Los Beatles … ¡No hay que pedir disculpas por estar de acuerdo! Ni tampoco hacerse cargo de que si alguno piensa: “Naaa, porque estos seguro que cobran”. Me encuentro con cada papafrita que me viene a preguntar: “¿Dónde puedo comprar dólares?”. Esos son los que se quedaron en la vieja política.
¿Ganaron más dinero desde que los K están en el poder?
Y sí, lo que pasa es que nosotros empezamos a trabajar en el año 2003. Justo. Desde el año ’91 al 2001 fuimos underground total, pero el 90% del país era underground. Cuando nosotros dejamos de ser underground fue cuando la mayoría del país dejó de serlo, también.
¿Hacer esta entrevista para “Clarín” fue una buena forma de terminar con la antinomia?
Yo no estoy en esa antinomia. Nosotros tocamos la guitarra … Esa es una antinomia que no nos pertenece. Y yo no voy a tomar enemigos que no son míos. Si tienen problemas, que los arreglen ellos. Yo saludo a Cristina y también leo Clarín.